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6/13/2018

leonor acevedo e hijo traducen a woolf

Las traducciones de Orlando y Un cuarto propio atribuidas a Borges las hicieron Leonor Acevedo y su hijo, Jorge Luis Borges. Sabemos que en una Leonor tradujo y Jorge Luis editó y que en la otra intercambiaron tareas, pero no queda claro qué pasó en qué libro.

Por muchos años pensé que las referencias al Orlando "traducido por Borges" eran producto de una confusión. Según recordaba de la edición que yo había leído (Edhasa, 1986), él era el autor del prólogo, pero no se acreditaba a ningún traductor.

La confusión no era de los lectores: las demás ediciones suelen llevar un "traducción de Jorge Luis Borges" en la portada, oficialmente él es el traductor. Repasando entrevistas sabemos que esas traducciones fueron una colaboración con su madre.

di Giovanni: How many translations of Faulkner, Virginia Woolf, and other american writers—
Borges: Virginia Woolf is hardly an American writer.
di Giovanni: —and other writers in English were done by Leonor Acevedo de Borges?
Borges: Yes, she did the translations, but I signed them!
di Giovanni: Did you really do them, or did your mother help you with them? Or did she do them and you polish them?
Borges: No, I think the truth—and I owe you the truth—is that I did some of them and that she polished them.

Conversación con Norman Thomas di Giovanni en 1971. Jorge Luis Borges: Conversations. The University Press of Mississippi.



FERRARI. That’s right. You’ve translated A Room of One’s Own too, I gather, which is also by Virginia Woolf.
BORGES. Yes, but now, since it’s just the two of us here, I’m going to let you into a secret—that it was really my mother who translated that book. I edited the translation a little, in the same way that she edited my translation of Orlando. The truth is that we worked together.

Conversación con Osvaldo Ferrari en 1985. Jorge Luis Borges: Conversations Vol. 2, Seagull Books.



Sabato: Pero a propósito, Borges, recuerdo algo que me llamó la atención hace un tiempo en su traducción del Orlando, de Virginia Woolf…
Borges: (Melancólico) Bueno, la hizo mi madre… yo la ayudé.
Sabato: Pero está su nombre.

Diálogos Borges-Sabato. Emecé. Buenos Aires, 1976.

2/25/2018

el palomazo

Hacia las 19:15 horas vi una paloma bajar ¿de un poste? para posarse en el hombro de una mujer. A una cuadra de distancia parecía más probable que se tratara de un ornitóptero muy bien diseñado.

Cuando una mujer con carriola se detuvo para tomar fotografías quedó claro que no era un ornitóptero. Seguí caminando, las alcancé y las rebasé, rumbo al puesto de tacos de la esquina siguiente.

Definitivamente, era una paloma. Poco después la de la paloma llegó a platicar con la taquera. La presencia de la paloma se explicó con un "lleva dos cuadras conmigo y se deja tomar fotos", así que la fotografiamos. Ellas siguieron platicando sobre un departamento que, lástima, todavía no estaba en renta.

1/30/2018

dejar la ocasión

Ese día, Geeta Dayal preguntó si alguien tenía opiniones para los artículos que preparaba. Era 24 de enero y era a propósito de la muerte de Mark E. Smith. Leyendo el tweet sabía que quería esperar varios días para leer los artículos. Que quizá no los leería.

Lo mismo había pasado cuando murió Don Buchla. Ella buscó entrevistables y horas después The Guardian sacó la nota con varios errores que la autora nunca habría cometido. Algunos de los entrevistables se reportaron cuando la nota ya estaba en línea y hubo que agregar sus palabras después.

¿Por qué sigue habiendo prisa en estos casos?

Autoras como Dayal tienen toda una carrera con sus temas. Los entrevistados tenían toda una carrera usando las máquinas de Buchla, también opinando ocasionalmente sobre las máquinas y su inventor. Lo que pudiera decirse se había dicho antes y con más calma. Lo único nuevo era que Don Buchla había dejado de vivir.

La prisa del obituario existe desde que hay obituarios. Por algo se hacían bosquejos de obituarios de la gente muy conocida o de los que, en opinión de las redacciones de los diarios, ya andaban viviendo tiempos extras. Se hacían esos bosquejos con todo y el riesgo de publicarlos prematuramente, cosa que también pasa desde que hay obituarios.

En otros momentos esos periódicos o revistas se habían ocupado del muerto, pero el día de la muerte esas páginas antiguas estaban en el cajón del autor, en la cochera de algún hoarder o en la colección de recortes del fanático. En cualquiera de esas hemerotecas alternativas, pero no en la edición del día, así que había que contar de nuevo las hazañas del muerto.

Cuando ocurre en The Guardian o Billboard entiendo que es inercia. En medios nativos digitales, como The Quietus, la práctica va perdiendo fuerza. Se anuncia la muerte en la sección de noticias, en pocas líneas, y se guía al lector hacia lo que han escrito antes sobre el muerto. Otro tanto hace Rockdelux, que de nativos digitales no tienen nada pero siempre habían sido prácticos al respecto, con la concisa sección “Fuera de juego” en la versión impresa, y haciendo repasos de año cuando realmente ha terminado el año.

Falta ver si en tiempos próximos seguiremos teniendo cualquier forma de obituario. Ver si no era una forma propia de los tiempos de carestía de información. Si con toda la vida del sujeto divulgada sería mejor no agregar nada el día que muere (y quizá sí un año después o quizá no, nunca). Si nos siguen haciendo gracia esas vidas peculiares o si decidimos colectivamente que se trataba de unos insufribles y sólo queremos conservar sus obras. Ver si sigue habiendo obras.

Dudo más sobre el rumbo que tomarán estas cosas por otra muerte reciente, la de la escritora Ursula K. Le Guin. The Paris Review pidió unas palabras al respecto a Neil Gaiman y lo que Gaiman entregó es una versión apagada de lo que ya había dicho frente a Le Guin en la entrega del National Book Award. Bastaba poner vínculos a las discusiones, entrevistas y pláticas para recordarla. Se llevan vidas bastante públicas y los registros suelen quedar al alcance de la mano. La nota sentida/biográfica se siente rara ahora.

Por otro lado, queremos seguir leyendo a Geeta Dayal y a un puñado de sus colegas, que necesitan pagos por artículo para seguir escribiendo (y viviendo). Quizá sólo es cosa de que les encarguen artículos a fondo, planeados y con tiempo, en vida de los articulados. Y no sólo notas fúnebres. Ya dejar la ocasión.

5/17/2017

al modo de delia derbyshire

Los archivos de Delia Derbyshire están desde 2007 en la Biblioteca John Rylands, en Manchester. Para invitar al público a visitarlos es común que la describan con los términos “pionera” y “visionaria”; lo mismo ocurre con las reediciones de su música en el sello Trunk. Lo distintivo es que a otros que reciben esos adjetivos hay que buscarlos en sitios especializados, mientras que, como explica Caro C (directora de la organización Delia Derbyshire Day), “la música que ella hizo fue la banda sonora de la infancia de muchos”.

Tras la muerte de Delia en 2001, su electrónica pre-sintetizador ha sido comúnmente descrita como adelantada a la época. El consenso es que sus sonidos para televisión, radio, teatro y cine* no suenan a rareza de los sesenta, sino a géneros específicos que surgieron y fueron populares después. De nuevo, no hace falta buscarlo en espacios especializados: se ha dicho lo mismo en la trivia de un sitio humorístico que en un programa dirigido a niños.

El problema de llamarle a alguien pionero en un género es que sugiere que ese género le esperaba para ser cartografiado y divulgado. Si le llamas visionario, suena a que la Historia sólo podía ser de un modo, y este visionario fue el único que pudo preverlo. Frecuentemente, como ocurre en el caso de Derbyshire, se trata más bien de una influencia directa que no lo parece porque pasa por un período de latencia.

Que la televisión de un país tuviera, en los sesenta, música electrónica hecha de grabaciones de campo y cintas tratadas, no era normal. En el resto del mundo esta música no se daba, o se daba en la academia, la fundación involucrada en artes o en la galería, pocas veces en el entretenimiento masivo.

En una investigación para Critical Studies in Television, David Butler explica la relación de los británicos con la música electrónica antes del Radiophonic Workshop de la BBC, para el que trabajó Derbyshire entre 1962 y 1973. El público había escuchado estos nuevos sonidos en contadas ocasiones, como en Quatermass and the Pit (serie televisiva de 1958) y en All That Fall, obra para radio de Samuel Beckett y con sonidos tratados por Desmond Briscoe (1957; Briscoe fundaría el Radiophonic Workshop con Daphne Oram al siguiente año). Incluso cuando el público intentaba ser atento le fallaba:

La BBC reconoció que la interpretación de Perspectives, pieza de Luciano Berio, en los Proms de 1960, fue escuchada con “cortés pero incómoda atención”, y hubo un claro alivio cuando la orquesta regresó “al escenario para continuar el concierto con música natural”. “(El tema de Derbyshire para) Doctor Who fue un caso muy distinto, su regularidad (un programa semanal a la hora del té, dirigido a toda la familia) aseguró que, para mucha gente en 1963 y 1964, ésta fuera la primera vez que escuchaban música electrónica basada en cintas. (Butler, 2014)

La novedad seguía siendo demasiada para el público adolescente y adulto; aquí van tres ejemplos tomados de ese mismo texto. Un quejoso escribió al Radio Times (1960) que la cortinilla del Radiophonic Workshop para el noticiero de las dos era “una pesadilla en locomotra”. Otro les dijo en 1962 que “la BBC ha olvidado la música normal y se limita a la música electrónica, también conocida como emanaciones de espanto”. Del tema de Doctor Who dijo el Daily Mirror, en 1963, “es un ruido pulsante con ritmo y melodía”.

Fueron los niños británicos que crecieron con The Tomorrow People o Doctor Who, también acostumbrados a una radio llena de cortinillas de electrónica, los que mejor asimilaron los nuevos sonidos.

El artículo de Butler nos adelanta que en esa generación estaban los futuros músicos de electrónica. No ahonda en ello pero pueden confirmarlo en documentales como Synth Britannia (Ben Whalley, 2009) y los que hay sobre diversas bandas de esa generación.

Volvemos a esa importancia de los recuerdos musicales de infancia, sobre la que antes citábamos a Tim Byron y Simon Reynolds. También a cómo direcciones tomadas décadas atrás tienen una influencia prolongada. En este caso, cuando la BBC creó el Radiophonic Workshop para hacerse de efectos de sonido reduciendo costos, sin saberlo también estaba formando a la primera generación que vería a la música electrónica con tanta naturalidad como para hacerla pop.

Esta cadena de acontecimientos además deja a Delia Derbyshire y sus temas para televisión como una de las influencias determinantes en la música de su país, si bien en su momento hasta se le negaba crédito.

10/12/2016

eso que hace momus

Con este tipo no sabe uno por donde empezar. Sus diarios de fines de los años setenta y comienzos de los ochenta están en línea, igual que varios de sus libros y todas sus canciones. Él ya estaba blogueando y colgando audio en línea en 1997: “descarga estas canciones cantadas por los asistentes a la última presentación… descarga una muestra de cada canción, ¡incluyendo la que no tiene sonidos!”. Y dejó de creer en el copyright años antes de que las revistas anunciaran que había “bandas innovadoras que dejaron de creer en el copyright”. Basta asomarse a imomus.com para encontrar el camino a la obra completa, y en proceso, del escocés llamado Nick Currie y conocido como Momus.

Esta abundancia de material hace necesario que cada tanto aparezca un nuevo muestrario y este año el sello Cherry Red ha hecho uno, que es sólo sobre su música pero ya es bastante: Pubic Intellectual: An Anthology 1986-2016. En este punto debemos hacer como en esos viejos libros llamados “Escoge tu propia aventura”:


Si no conocías la obra de Momus, pasa a la antología Pubic Intellectual y déjala sonar mientras continúas con tus actividades del día (es un álbum triple). Si ya conocías la obra de Momus, pasa al siguiente párrafo.


Porque explicar que alguien tiene un catálogo que suena lo mismo a cabaret, chanson, réplicas a Pet Shop Boys, folk electrónico, música circense o Shibuya-kei, no es explicar mucho. El historial laboral enreda más las cosas: ¿que hacía en el sello de The Jesus and Mary Chain, Primal Scream y My Bloody Valentine? Aparentemente, pasársela citando a Jacques Brel, Kurt Weill y la musique concrète. Bueno, no aparentemente: exactamente eso hacía. La revista Rockdelux, que pone el género de cada álbum al comienzo de las reseñas, en alguna ocasión se dio por vencida y dijo que su género músical era momusismo.

¿O era “momuseo”? Quizá simplemente era la palabra MOMUS como género musical. No tengo la revista a la mano y esa reseña no ha sido recogida en el sitio de Rockdelux. Así que de paso he creado dos mundos alternos, en los que la revista usó palabras diferentes a la que usó en este mundo. Eso en base a uno de los principios de la obra de Momus: “cada mentira crea un mundo paralelo, el mundo en el que es verdad”. Que es un principio que tomó de Brian Eno, quien seguramente lo tomó de John Cage o alguien así. Momus no está seguro, cuando lo explicó no tenía la referencia a la mano.

Esa frase aparece en la portada de The Book of Scotlands, en letras grandes, más grandes que el título de ese libro en el que Momus imagina varias Escocias. Es una fantasía que nace de un viejo deseo, esa constantemente aplazada independencia escocesa. Este escocés que imagina Escocias tiende a imponerse limitaciones y una de ellas es no moralizar. Con todo, cuando se acercaba el referéndum escocés, puso el libro completo en su blog, para tentar a sus compatriotas con la posibilidad de otras Escocias (no exactamente las del libro, eso sería un desastre). “Sí” es la palabra más sexy, les dijo. Escocia decidió que no estaba lista para ser sexy, pero esa es otra historia.

Otras de sus limitaciones autoimpuestas se refieren a herramientas y espacios. Escribir una obra completa en una tablet o escribir siempre en un refugio cúbico que hay en el centro de su departamento. También pueden ser limitaciones de cantidad, como escribir mil palabras al día y no modificarlas después (Javier Marías ha usado una limitación parecida). Si se trata de música, la regla puede ser componer, grabar y compartir en un mismo día. Lo mismo para el proyecto completo, que no tome más de tres meses: acabado el plazo debe haber un libro o un álbum de música terminados y presentados. Al final están las reglas que engloban todo el proceso: hacer únicamente lo que le interesa y considerar el dinero sólo otra herramienta para seguir en el juego. “Jugar en el mundo del arte, consumiendo sin dinero”.

Entre sus limitaciones naturales cuenta el no poder escribir cosas tristes. Puede producir material satírico o absurdo sin planeación previa, pero según él nunca podría crear algo que provoque llanto. No estoy seguro sobre eso último. Busquen en YouTube su canción más conocida, “I Want You But I Don’t Need You”. Hay varios covers (el de Nymphetamin es muy bueno) y sus colegas la interpretan tan profesionalmente como él. Pero también están los covers que han hecho amateurs armados de piano, guitarra o ukelele, solos en su habitación. La canción es chistosa y, sin embargo, parece que es difícil cantarla en esas condiciones sin que, en alguna frase, se quiebre la voz.


Si quieres leer los textos sobre Momus que sí están en el sitio de Rockdelux, pasa a rockdelux.com; si quieres conocer mejor las canciones de la antología, pasa a la sección de letras. Y si no te gusta la música, recuerda que también existe el alcohol, y si no te gusta el alcohol siempre queda la opción de tirarse al abismo.

7/05/2016

un carnero suelto en las estancias de la memoria

El libro The Art of Memory, escrito por Frances Yates, puede verse como una historia del "método de los lugares", el arte de la memoria artificial que se cultivó desde la antigua Grecia hasta el Renacimiento (y que ahora aparece ocasionalmente como atajo argumental en best-sellers y series).

Por otro lado, The Art of Memory también puede verse como la historia de un par de apócrifos mal traducidos y los paseos de un carnero inmortal, con varias personas muy atentas a los testículos de este carnero.

Frances Yates explica el arte de la memoria

El arte de la memoria artificial consiste en imaginar o recordar una serie de estancias, colocando personajes pintorescos y objetos simbólicos en esas estancias, de modo que estos personajes y objetos nos ayuden a recordar, a voluntad y en orden, una amplia cantidad de datos. En lugar de poner estos datos en una historia o acompañarlos con una tonada para recordarlos, se les daba un lugar y se retenía en la memoria ese lugar.

Durante la edad media, explica Yates, las principales fuentes para estudiar este arte de la memoria eran los libros llamados la Primera y Segunda Retóricas de Tulio.

Tulio explicaba en la Primera Retórica que la memoria era parte de la virtud prudencia y en la Segunda Retórica explicaba el método de los lugares. Así, pensar en lugares imaginarios con objetos y seres imaginarios se tomó por una práctica piadosa.

El problema es que estos dos libros no eran del mismo autor y no había tal Tulio. La Primera Retórica era en realidad "De inventione", que sí, había sido escrita por un Tulio: Marco Tulio Cicerón. La Segunda Retórica es un texto llamado Ad Herennium cuyo autor se desconoce.

Ad Herennium y los testículos del carnero

Uno de los ejemplos clásicos de Ad Herennium consiste en recordar los elementos de una demanda legal con la imagen de un hombre cargando varios objetos. Entre ellos, los testículos de un carnero, pues en latín hay proximidad entre las palabras testículos y testigo y así se recordaría que el crimen tuvo testigos. En cuanto a por qué un carnero, Yates especula que se trata de una alusión al aries del zodiaco.

En los manuales de la edad media en esta escena se agregó a un médico, por un error de traducción. La frase "medico testiculos arietinos tenentem" significa que estos testículos están colgando del "digitus medicinalis", el cuarto dedo de la mano, pero los lectores escolásticos entendieron que había un médico sosteniendo los testículos de carnero.

Alberto Magno acabó de enredar el ejemplo en su De memoria et reminiscentia. De algún modo entendió que los lugares imaginados, que según las viejas reglas de este arte debían ser lugares tranquilos, además debían estar en penumbra. Y para no complicarse con quién sostenía los testículos, decidió que en ese ejemplo habría un carnero completo:

Si queremos recordar una demanda legal, podemos imaginar un carnero, con grandes cuernos y testículos, acercándose en la oscuridad. Los cuernos nos recordarán a nuestros adversarios y los testículos la presencia de testigos.
En este punto, Frances Yates decide que ya se ha ido demasiado lejos con lo del carnero.

¡Qué susto le da a uno este carnero! ¿Cómo se las arregló para escapar de la imagen de la demanda legal para correr peligrosamente por ahí en la oscuridad? ¿Y cómo la regla de imaginar lugares no muy oscuros ni muy iluminados se ha mezclado con la de imaginar lugares tranquilos, provocando esta mística oscuridad y retiro?

Y de ese modo unos testículos imaginados en el siglo I antes de Cristo se convirtieron en un carnero completo apareciéndose en las tinieblas a los estudiosos.

7/29/2015

el comedor y el robledo

Una anécdota de Stewart Brand en el quinto episodio de How Buildings Learn, pueden escucharla en el minuto 23 de ese video.

Mi amigo Gregory Bateson contaba una historia sobre las vigas del New College. Así la contaba. El New College fue fundado a fines del siglo XIV, y tenía, como otras escuelas de Oxford, un gran comedor con vigas de roble en la parte superior. Hace un siglo, un entomólogo examinó las vigas y descubrió que estaban llenas de escarabajos. Se lo contaron al consejo de la escuela, que quedó consternado: ¿dónde iban a encontrar vigas de ese tamaño? Un miembro del consejo sugirió buscar robles en los terrenos de la escuela, así que llamaron al guardabosques y le preguntaron si había robles. El guardabosques respondió: "verán, señores, ya esperaba que preguntaran eso". Descubrieron que al fundarse la escuela también se plantaron robledos para reemplazar las vigas del comedor cuando éstas estuvieran infestadas de escarabajos, porque todas las vigas terminan infestadas de escarabajos. Este plan había pasado de cada guardabosques a su sucesor durante quinientos años. "No cortes los robles, son para el comedor". Buena historia. Así se mantiene una cultura.

6/09/2015

utopía, a falta de madre

En el año 1830, cuando Enfantin era ya aceptado como el rector y jefe de la fraternidad saint-simoniana (de "la familia", como la llamaban por aquel entonces), recibió la visita de uno de sus miembros de nombre D'Eichthal. Éste, que acababa de venir de la catedral de Notre Dame, le contó a Enfantin que había tenido una iluminación y que sabía a ciencia cierta que "Jesús vive en Enfantin". Enfantin se dejó crecer la barba y, sin renunciar a las empresas canalizadoras de Saint Simon, parece que llegó a creerse la verdadera encarnación de Cristo. Enfantin reorganizó la "familia" saint-simoniana y creó una nueva religión cuyos más novelescos aspectos vuelven a revivir en la filosofía de Comte. Para los enfantinistas la nueva iglesia estaba organizada en forma bien simple: un padre —Enfantin mismo que ya se había diseñado un traje especial con las palabras Le Pére en el pecho— y una serie de apóstoles. Faltaba la madre. Enfantin se apresuró en buscarla sin llegar a encontrarla nunca... Pero si no lo encontró en la mujer, el principio femenino se le reveló en cambio en el Oriente. El canal de Suez, idea obsesiva de Enfantin, debía ser el símbolo de la unión entre el Oriente y el Occidente, ya que el Oriente, del cual Enfantin ignoraba todo, era sin duda el principio femenino que la tecnología ritual del Occidente mágico y masculino habría de fecundar. Enfantin no acabó mal. Acabó como miembro de la compañía de ferrocarriles Paris-Lyon-Méditerranée, entonces recién fundada.

Ramón Xirau, El péndulo y la espiral.

2/23/2015

para la antología del traductor temerario

Hay que sacarse el sombrero ante Juan G. de Luaces (1906-1963) en su traducción de los Ensayos de Montaigne. Donde el original dice:
Moy qui m'en vay, resigneroy facilement à quelqu'un qui vinst, ce que j'apprens de prudence pour le commerce du monde. Moustarde apres disner.
Y la edición de Constantino Román y Salamero pone:
Yo que estoy con un pie en el estribo, resignaría fácilmente en alguno que viniera lo que aprendo de prudencia para el comercio del mundo, que no es ya sino mostaza después de la comida.
Y Charles Cotton traduce:
I, who am about to make my exit out of the world, would easily resign to any newcomer, who should desire it, all the prudence I am now acquiring in the world’s commerce; after meat, mustard.
De Luaces agarra un refrán de sus rumbos y escribe:
Con gusto descargaría yo, en alguien que me siguiese, la prudencia que he adquirido en las cosas del mundo, y que me ha venido a ser como la cebada al rabo del asno muerto.

1/08/2015

¿te gusta nuestro ermitaño? es artificial

A fines del siglo XVIII era lo más tener un ermitaño ornamental, pero se consideraba de mal gusto poner a un autómata de ermitaño. Tomado de Gordon Campbell, The Hermit in the Garden: From Imperial Rome to Ornamental Gnome.

Hubo diez ediciones de A Description of Hawkstone, in Shropshire, the Seat of Sir Richard Hill, Bart escrito por un tal T. Rodenhurst (probablemente un seudónimo de Sir Richard), desde la de 1783 (con diecinueve páginas) a la de 1811 (setenta páginas y ocho ilustraciones), y en 1790 Richard abrió el Hawkstone Inn para recibir visitantes.

En la segunda edición Rodenhurst describe al ermitaño ("un señor solitario") y también
...una cabaña bien diseñada, hogar veraniego del ermitaño. Tocas una campana para que te permita entrar. Normalmente el ermitaño está sentado frente a una mesa en la que reposa una calavera (símbolo de la mortalidad), un reloj de arena, un libro y unos espejuelos. Este padre venerable y descalzo, cuyo nombre es Francisco, si está despierto se levantará y se acercará a los visitantes. Aparenta unos noventa años de edad pero conserva todos sus sentidos de modo admirable. Es un conversador aceptable y amable, y si se lo piden declama estas líneas, que están inscritas en el interior de su habitación:

Lejos de la ajetreada vida
Lejos del mundo, de sus preocupaciones y luchas,
Prefiere morar en soledad
El ermitaño te invita a su celda
Te advierte de tentaciones revestidas en oro
Y sugiere te prepares a morir
El Padre Francisco continuó pareciendo "de noventa años" en las siguientes ediciones del libro. Nada se sabe de este Francisco salvo que tenía el secreto de la vida eterna y sólo trabajaba los veranos. De todos modos, hay alguna evidencia de que ocasionalmente el Padre Francisco era reemplazado por un ermitaño artificial. Sir Richard Colt Hoare, que heredó Stourhead en 1785, visitó Hawkstone el 28 de julio de 1801. Aprobó la figura "vestida de druida" en la caverna, pero no le complació tanto su encuentro con el ermitaño artificial, ni siquiera al verlo moverse y hablar. Describe una colina en la que hay
...una construcción que alberga la figura de un ermitaño que se mueve y habla. El rostro tiene una expresión natural, pero la figura es tiesa y mal manejada. Haría mejor efecto si la puerta se encontrara a un lado, no tan lejos. Así el paseante se encontraría a San Francisco por sorpresa, mientras que tocar la campana, y que la puerta se abra mostrando una habitación oscura, le resta naturalidad.
Parece que esta figura era un autómata, aunque no sabemos cómo se movía y hablaba. Los autómatas estaban muy de moda a fines del s. XVIII y evolucionaron mucho a partir del pato cagón de Jacques de Vaucanson (de 1739 y que se movía con un mecanismo de relojería), incluyendo los intentos de Wolfgang van Kempelen de producir voz artificial en los 1770s y 1780s.

Más al respecto en The Boston Globe: Garden hermit needed. Apply within (May 19, 2013).

7/23/2014

competencia para el manejo de situaciones

...que no creo hay nación en el mundo que tanto se emborrache; porque no beben solo por satisfacer el gusto y la sed, sino hasta caer; y hay indio que se bebe cuarenta reales de vino de una vez, y no es mucho, porque vale en las Indias a real y medio y a dos reales el cuartillo. Y suélense juntar veinte o treinta indios, y llevar su dinero junto, y meterse a una taberna, lo cual no pueden hacer públicamente, que tiene pena el tabernero que los admite y les vende vino, y con todo eso entran y todos se emborrachan; y por beber más, cuando les parece que no pueden más, meten los dedos en la boca y lanzan lo que han bebido para volver a beber más, hasta que de todo punto caen y no pueden ya tener. Dejan a la puerta un par de indios, que éstos no han de beber, ni por pienso, gota, sino que estén en su juicio para llevarlos a sus casas, y esos guías van delante y llevan asido a uno de la mano o manta, y luego todos los demás se asen unos a otros y el postrero ha de ser el compañero de la guía; y así, van a sus casas dejando a cada uno en la suya. Y acaece, como van asidos, tumbar o trastornarse el primer borracho, y así dar todos consigo en el suelo como si se hiciese de concierto, que es de ver; y luego el guía los levanta y torna a poner en órden hasta que da con ellos en sus casas. Es falta y vicio éste que solo Dios lo puede remediar. 
Juan Suárez de Peralta, Tratado del descubrimiento de Yndias y su conquista, y los ritos y sacrificios, y costumbres de los yndios… (s. XVI).

7/20/2014

libros en la peluquería

Hay dos lugares en los que leo cualquier cosa disponible. El baño y la peluquería. Esos lugares me han dado todos los conocimientos que tengo sobre los países a los que exporta Colgate-Palmolive de México y la carrera de Maite Perroni.

Un peluquero de Florida se dio cuenta de los lectores cautivos que tenía y puso libros varios en su local. Las notas sobre la Royal Touch Barbershop, que así se llama la peluquería, subrayan el lado didáctico de esta práctica. Bueno, sí, supongo que tiene un lado didáctico, yo me quedo con que Reggie Ross, el peluquero, entendió una necesidad de todos los clientes de peluquerías del mundo y la resolvió mejor que las demás peluquerías del mundo.

Los señores de la peluquería La Reforma me tuvieron de cliente por años porque tenían revistas variadas y ponían en la radio una estación de música norteña casi sin anuncios. Si me pusieran una peluquería con música norteña y libros de cuentos seguiría yendo hasta que los peluqueros corten mi cabello completamente blanco. De todos modos no vendrían mal un par de revistas con Maite Perroni entre los libros de cuentos.

5/08/2014

macedonio fernández y la película invasión

El guion de Bioy Casares y Borges

Invasión es una película de 1968, escrita por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y el director Hugo Santiago Muchnick. Uno de los personajes lee en voz alta un libro:
—Uno de los presentes —dijo Morlock— es el asesino, lo supe en cuanto vi que la pipa de ámbar no estaba en su lugar. Además, el mastín no había ladrado.

Burton palideció. El Doctor Doyle sacó un pañuelo y limpió meticulosamente sus lentes. Morlock seguía jugando con la cucharita del té. Hecha su declaración, parecía ahora desentenderse. Al fin habló...

Cuando la lectura llega a ese punto otro escucha que los llaman y dice "está de Dios que no sabremos el final". Sabiendo que Borges está metido en esto asumiremos que el nombre Morlock alude a La máquina del tiempo, que Morlock y el Doctor Doyle son un trasunto de Holmes y Watson, y que el otro apellido se lo pidió prestado a Richard Francis Burton.

Invasión desapareció durante la dictadura argentina y fue rescatada a comienzos del milenio. La ciudad que en la película se llama Aquilea es una versión esencial de Buenos Aires, del mismo modo que el líder de la rebelión, un anciano de poncho y bigotes llamado Don Porfirio, es esencialmente Macedonio Fernández (1874-1952).

El documental de Ricardo Piglia

Hay dos sencillas introducciones a Macedonio. Está el documental (1995) de Ricardo Piglia que termina con la afirmación "el siglo próximo será macedoniano". También la antología preparada por Borges en 1961, que no pierde valor aunque ahora se estile decir que Borges hizo un mito de Macedonio, el de una figura socrática, más dialogal que literaria.

Macedonio no le daba el menor valor a la palabra escrita; al mudarse de alojamiento, no se llevaba los manuscritos de índole metafísica o literaria que se habían acumulado sobre la mesa y que llenaban los cajones y armarios. Mucho se perdió así, acaso irrevocablemente. Recuerdo haberle reprochado esa distracción; me dijo que suponer que podemos perder algo es una soberbia, ya que la mente humana es tan pobre que está condenada a encontrar, perder y redescubrir siempre las mismas cosas. (p. 15)

En 1897 el padre de Borges, Julio Molina y Vedia (luego autor de las obras utopistas La nueva Argentina y Hacia la vida intensa), Arturo Muscari y Macedonio Fernández planearon fundar una colonia anarquista en Paraguay que, en palabras de Borges, "duró lo que suelen durar esas utopías".

Ahí no terminaron sus aventuras en la fantasía política. Este hombre que se presentaba como el metafísico de su barrio y que en 1910 había trabajado como fiscal, en 1927 se dijo "es más fácil ser presidente que farmacéutico" y...

Durante un año o dos jugó con el vasto y vago proyecto de ser presidente de la República ... lo más necesario (nos repetía) era la difusión del nombre... convenía insinuarse en la imaginación de la gente de un modo más sutil y enigmático. Macedonio optó por aprovechar su curioso nombre de pila; mi hermana y algunas amigas suyas escribían el nombre de Macedonio en tiras de papel o en tarjetas, que cuidadosamente olvidaban en las confiterías, en los tranvías, en las veredas, en los zaguanes de las casas y en los cinematógrafos. (pp. 17-18)

El documental de Piglia nos cuenta otras estrategias macedonianas:

En una carta a su primo Marcelo del Mazo le habló de su "acción marginal política". Introducir al mundo cucharas que se disuelven, monedas pequeñas que son más pesadas que las grandes, etc. para luego resolver esos problemas. Crear un agujero negro, inquietud.

Frustrados estos planes, el autor y sus amigos, Borges incluído, decidieron escribirlos en una novela que se llamaría El hombre que será presidente. Luego Macedonio le dio largas al proyecto y no pasó del bosquejo.

Resulta significativo que, tantos años después, el Don Porfirio de Invasión ya no busque la presidencia, que le baste dirigir a la resistencia en contra de los hombres de gabardina, poseedores de máquinas mortales. Una resistencia fraguada en pláticas de café y con un asentamiento en la frontera. Macedoniana, pues.

3/09/2014

en retirada

Se dice que Darío, cuando quiso subyugar a los escitas, dirigió muchos reproches a su rey por verle siempre retroceder y esquivar el combate. Indatirses, que así se llamaba el escita, le contestó que no tenía miedo de él ni de hombre alguno, sino que tal era el modo de pelear de su nación, la cual no poseía tierra cultivada, ciudad ni casas que defender para evitar que el enemigo las aprovechase. Y añadió que, si tanto apetito tenía Darío de ella, podía acercarse al lugar de las antiguas sepulturas escitas, y allí encontraría con quién departir hasta saciarse.

Montaigne, De la constancia.

8/15/2013

chesterton y las novelas de tres pesos

Nos perdemos al utilizar la expresión clases trabajadoras cuando lo que queremos decir es toda la humanidad menos nosotros mismos. Esta literatura romántica sin importancia no es especialmente plebeya: sencillamente es humana.

A eso llegó Chesterton en relación a los penny dreadful, las novelitas de a penique en las que los muchachos seguían las andanzas de Dick Turpin, Claude Duval, Sweeney Todd y demás personajes truculentos o aventureros.

Así como en el siglo XVII se dijo que el que abusaba de los libros de caballería acababa por las "soledades y despoblados buscando las aventuras", y a mediados del siglo XX Seduction of the Innocent convenció a muchos de que los comics eran nocivos para los jóvenes, en 1901 había buenas conciencias culpando a los penny dreadful de la delincuencia juvenil. En The Defendant (Londres, 1901), junto a su defensa del sinsentido y de la farsa, Chesterton incluyó una de los penny dreadful.

No los disculpó buscándoles dudosos méritos artísticos, ni tomándolos como un primer paso que llevaría a lecturas más edificantes. Vamos, ni los disculpó, dijo que eran necesarios, que el arte literario podía darse mal en una civilización, o darse bien y corromperse, pero que esos relatos de "sangre y fuego" son anteriores al arte literario y no podemos prescindir de ellos. Aquí dejo un par de párrafos más:

Es un tipo de composición que puede suponerse que siempre ha existido y siempre existirá. Carece de cualquier pretensión de ser buena literatura. Al igual que las conversaciones de sus lectores tampoco pretenden ser oratoria elevada ni los pisos y pensiones que habitan arquitectura sublime. Pero las personas tienen que conversar, estar bajo techo y escuchar cuentos. La necesidad básica de un mundo ideal en que personajes de ficción representan libremente su papel, es infinitamente más antigua y más profunda que las reglas del buen arte. Y es mucho más importante...

Mientras la sustancia, vulgar y débil, de la simple literatura popular permanezca ajena a una cultura mezquina nunca será sustancialmente inmoral. Siempre está de lado de la vida. Los pobres, los esclavos que realmente han gemido bajo el yugo de la vida, a menudo han estado locos, han sido estúpidos y crueles. Pero nunca les ha faltado la esperanza. Eso es un privilegio de clase social, como los cigarros puros. Su pésima literatura será siempre una literatura “a sangre y fuego”, como en el fuego del cielo y la sangre de los hombres.

Texto completo: A Defence of Penny Dreadfuls / Una defensa de las novelitas de a penique.

5/17/2013

una contrarrevolución de sonámbulos

Así, a mediados de la década de los 1790, luego de unirse al Comité des recherches de París, él (Brissot) anunció los peligros de una "contrarrevolución de sonámbulos". Dos hombres habían intentado enviar un mensaje reaccionario al rey por medio de fluído mesmérico, afirmó. Habían recibido el mensaje de Madame Thomassin, una sonámbula con contactos en la aristocracia, que a su vez lo había recibido de la Virgen María; todos ellos intentaron "imprimirlo" mesméricamente en la mente del rey en Saint Cloud, donde fueron arrestados, para su sorpresa pues se creían invisibles.

Mesmerism and the End of the Enlightment in France, Robert Darnton.

3/23/2012

my name is marietta cashman

Entre 1967 y 1970 la adolescente Hannah M.G. Shapero aprovechó que su padre (el compositor Harold Shapero) estaba a cargo del estudio de música electrónica de la universidad Brandeis para usar el Buchla 100 de ese estudio. Llegó ahí a los catorce años y cuarenta años después subió sus grabaciones de adolescencia a Internet Archive. El álbum se llama My Name is Marietta Cashman pero no hay tal Marietta Cashman, "le puse el título en 1969 al modo de los títulos absurdos de Frank Zappa, escuchaba mucho a Frank Zappa entonces", explica. Actualmente Hannah se dedica a hacer ilustraciones y ha vuelto a la grabación de música electrónica.

12/02/2011

mi sobrina en blade runner



-Miras hacia abajo y ves una tortuga, está caminando hacia ti. ¿Sabes qué es una tortuga?

-Sí, son hermosas. La cargaría y le diría a mi tío que viniera a verla. Son muy hermooosas las tortugas.

...

-¿Te gusta nuestro búho?

-Es artificial. Y lindo.

-Claro que lo es.

-Está bieeen bonito.

-Sí, creo. Me llamo Rachel.

-Yo Irene, y ya sé escribir mi nombre. Ya sé escribir muchas cosas.

-Tú piensas que nuestro trabajo no beneficia a la sociedad.

-Tu búho replicante es muy lindo, y muy bueno. Yo tengo dos tortugas, un pez y una gatita que se llama Juli. ¿Cómo se llama tu búho, Rachel?

...

-Debes sentirte muy sola aquí, I.T.

-Nooo, yo hago amigos de plastilina. Mis amigos son de plastilina. Míralos, ésta es la Reina de las Hadas, tiene una magia muy poderosa.

-¿Puedo tocarla?.

-No, su magia poderosa es muy mala para los replicantes.

...

-He visto cosas bien lindas. Una película de una muchacha con el cabello blanco bien largo. Y pájaros de colores en Tamatán. Todos esos momentos son lindos, como la lluvia. Tengo hambre.

...

-¿Recuerdas la araña que vivía en tu ventana? La viste tejer su tela todo el verano, entonces un día viste un gran huevo en esa tela.

-¡Sí, y el huevo se abrió!

-Sí.

-Y salieron un montón de arañas bebés bien preciosas.

-Son recuerdos implantados, no son tuyos. Son de alguien más, son los recuerdos de la sobrina de Tyrell.

-Me gustan los recuerdos de la sobrina de Tyrell. ¿Tienes más? ¿No tienes uno con iguanas?

8/30/2011

elena del centro

Por el antifaz que usa no puedo estar seguro, pero creo que la Princesa Elena que detuvo hoy la policía es una persona que conozco. Si es ella, la conocí el invierno pasado: una noche en la esquina de Treviño y E. Carranza me dijo que no confiara en los semáforos, porque estaban fallando. Le agradecí el consejo y crucé a discreción.

Durante la primavera me la encontré varias veces, generalmente en las calles Zaragoza, Zuazua y Madero, aunque también apareció en la esquina de Cuauhtémoc e Hidalgo. Por lo común lleva ropa bonita de colores primarios, vistosa, pero no dorada o de fantasía, como aparece en el reportaje de televisión.

Una vez, sobre Zaragoza, se le acercó una camioneta blanca. Ella respondía que no con la cabeza a cada cosa que le preguntaba el conductor. Finalmente la camioneta se fue.

La última vez que me la topé fue hace un par de meses, en la Plaza de los Enamorados. Estaba sentada en una de las bancas, sirviéndole leche a un gato bebé. Si realmente es la mujer que hoy rompió botellas en el restaurant San Luisito, eso significa que está de una pieza y no la han subido a ninguna camioneta blanca.

8/16/2011

había un tiempo

Había un tiempo (y era muy bueno) en que los lechones eran puercos, los perros comían cal y los monos mascaban tabaco, las casas estaban techadas de panqués, las calles pavimentadas con budines de ciruelas, los puercos asados corrían de arriba abajo en las calles con cuchillos y tenedores encajados en sus lomos, y gritaban "¡Ven y cómeme!" Aquella era una buena época para los viajeros.

Briggs, Dictionary of British Folk-Tales.