5/25/2019

caterina barbieri

La música contemporánea se tomó mucho tiempo para ver al sintetizador modular como una tradición y formato a explotar, y ya no a rescatar, descubrir, mostrar en el museo como el futuro que no fue, citar como rareza simpática o como vicio de ociosos. Que alguien pudiera estudiar música y un día acercarse al modular igual que si fuera una Fender o un Steinway. Eso fue lo que hizo Caterina Barbieri.

Barbieri estudió guitarra clásica en el Conservatorio de Boloña y en 2013 tuvo su primer contacto con un Buchla 200. Aplicó al sintetizador modular lo que tenía aprendido sobre minimalismo y música generativa y para 2014 ya había publicado el caset Vertical, al que seguirían los tres álbumes que la han hecho invitada obligada de cualquier estación o evento que pretenda saber qué suena hoy.

Los primeros entrevistadores que la buscaron le soltaban preguntas sobre el equipo y la experimentación. Ella se quedaba con la cara que te hubiera puesto Paco de Lucía si le hubieran preguntado "¿y qué se siente tocar un instrumento de cuerda?" Es una compositora trabajando dentro de una tradición y si de algo va a hablar será de intenciones y composición. Tampoco es seguro que se vaya a quedar cómoda en un sitio: cuando la invitan a radio programa a Steve Reich junto a Placebo y Bach.

Escuchando "Fantas", el primer track del último álbum, dan muchas ganas de que su carrera esté anunciando el inicio de algo, algo que lleva medio siglo en vilo y que ojalá, ojalá esta vez sí, sea la nueva normalidad.

1 comentario:

Joel Salmor dijo...

Me gustó la analogía con Paco :)