7/05/2005

francisco tario - algunas noches, algunos fantasmas

La posición marginal de Francisco Tario (1911-1977) en la literatura nada tiene que ver con extravagancias de genio. Sencillamente estaba muy ocupado disfrutando del mundo para hacer "vida de escritor". Gustaba del deporte y llegó a cubrir la portería del Asturias en la primera división de futbol mexicano; fue un cinéfilo empedernido y terminó siendo dueño de tres cines en Acapulco. Arribó a la escritura sólo porque amaba la lectura, lo otro, debatir con intelectuales, comentar su obra o pronunciarse sobre la situación del país, le tenía sin cuidado. En un lugar y tiempo donde se acostumbraba que el oficio de las letras fuera crítico e historicista, Tario prefirió ser universal y desconocido.

Su obra, repartida en diez libros durante mucho tiempo fuera de catálogo, apunta hacia lo velado, el misterio y lo nocturno. Unas veces melancólica, otras irónica, la bibliografía de Tario volvió a llamar la atención con la reciente publicación de sus Cuentos completos (Lectorum, 2004). Esa edición sirvió para ponerlo al alcance de los lectores interesados por su obra, que a falta de reediciones sólo conocían por los artículos que escribían los admiradores del autor. La pequeña selección que hoy nos ocupa persigue otro objetivo, presentarlo a nuevas generaciones, y realmente es la mejor introducción posible.

Algunas noches, algunos fantasmas es una selección de cuentos tomados de La noche, publicado en 1943 por la Antigua Librería Robredo. No se trata del Tario más inquietante, el de "La puerta en el muro" o sus aforismos, sino de uno más accesible y fabulador, que dota de vida consciente a animales domésticos ("La noche de la gallina") y objetos (las noches "del féretro", "del buque náufrago" y "del traje gris"), para que cuenten las angustias que les hacen pasar unos seres humanos siempre frívolos y crueles. Y, en los dos últimos, para que tomen venganza en formas ingeniosas que persiguen una exaltación final, una última caravana que les permita resarcirse de la vida monótona a la que fueron condenados.

Un lugar especial merece "La noche de Margaret Rose", inserta en la tradición de Poe: narrador atribulado y bella heroína trágica, en un mundo de descensos a catacumbas, escaleras de caracol y salas en penumbra. Con sus trances y su aire fantasmal, Margaret Rose es definitivamente una pariente cercana de Berenice y Ligeia.

Completa este volumen "La noche del loco", donde el lector contempla un día, narrado en primera persona, en la vida de un esquizofrénico convencido de que todas las mujeres del mundo están casadas y por ello rechazan sus invitaciones, así que quizá deba que eliminar a un hombre para conseguir una chica libre. O conformarse con las que ya han muerto.

Algunas noches, algunos fantasmas es un libro pequeño (y económico) en el que no hay desperdicio, que abre una ventana al mundo de un autor imprescindible y tristemente olvidado. Querrán volver a la librería por una segunda copia, para regalar al que consideren merecedor, o "perderlo" en la siguiente racha de bookcrossing.

Francisco Tario - Algunas noches, algunos fantasmas. FCE, 2004.

Apareció en Sonitus Noctis No. 12 (Julio 2005).

No hay comentarios.: