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2/25/2018

el palomazo

Hacia las 19:15 horas vi una paloma bajar ¿de un poste? para posarse en el hombro de una mujer. A una cuadra de distancia parecía más probable que se tratara de un ornitóptero muy bien diseñado.

Cuando una mujer con carriola se detuvo para tomar fotografías quedó claro que no era un ornitóptero. Seguí caminando, las alcancé y las rebasé, rumbo al puesto de tacos de la esquina siguiente.

Definitivamente, era una paloma. Poco después la de la paloma llegó a platicar con la taquera. La presencia de la paloma se explicó con un "lleva dos cuadras conmigo y se deja tomar fotos", así que la fotografiamos. Ellas siguieron platicando sobre un departamento que, lástima, todavía no estaba en renta.

1/19/2018

a todo detroit le llega su tunguska

El meteorito de Detroit me  recordó la tarde que supe de la explosión de Tunguska. Sé que era de tarde porque recuerdo la luz en mi cuarto.

Lo leí en Chispa, una revista de divulgación científica para niños. Lo pusieron primero como cuento y luego como nota. Cuando terminé de leerlo pensé que todo debía ser cuento, que si eso hubiera pasado se mencionaría mucho.

Me tomó una segunda o tercera lectura convencerme de que no era sólo cuento. Muchas cosas que vi por esos años tenían ese tipo de irrealidad. Como la noche que mamá y yo estábamos viendo el cielo y pasaron aves grandes brillando con luz de luna. 

Hasta el año pasado supe que eso es una imagen tan común que es una línea de "My Favorite Things". Conocía la tonada y lo que dice sobre bigotes de gato, pero no lo de "wild geese that fly with the moon on their wings".

Esa ignorancia me confirma que nunca he visto The Sound of Music. La que sí vi fue The Tale of the Princess Kaguya: la aparición de los selenitas me recordó la sensación de ver las aves brillando con luz de luna.

1/16/2018

esquina de zaragoza y madero

En los años setenta David Hoffman fotografió desalojos en edificios de Whitechapel. En una de las fotografías agregó frases a una fachada: houses are empty while homelessness grows. Me recuerda la esquina de Madero y Zaragoza en Monterrey, con su hotel clausurado e indigentes durmiendo en la escalinata. Ya estaba así en 2004, cuando llegué al centro de la ciudad.

El eje es Juárez y Aramberri, pero Madero y Zaragoza debió ser la esquina importante por mucho tiempo. Antes de que las tiendas se movieran del borde norte del primer cuadro al borde sur, Madero era la calle del paseo dominical. Zaragoza llevaba y lleva al palacio de gobierno; era y es el camino de marchas y peregrinaciones.

Lo visto por Hoffman es un momento que toma siglos y no termina. Whitechapel siempre estuvo en penuria. Lo de Madero y Zaragoza era una postal del futuro. Ahora el resto del centro se parece a esa esquina, pero tampoco es la imagen más común. La primavera pasada recorrí el centro calle por calle: la arquitectura típica regional es el baldío cercado.

1/10/2018

las vistas

Cuando los parientes de Mission iban al cine decían que iban "a las vistas" y eso a Mamá le parecía el colmo de las expresiones que usaban allá, porque no sonaba parecido a "película" pero tampoco a "movie" ni a nada. Vamos a las vistas, eso decían la abuela Toña y los suyos.

Cuando escuchaba sobre intentos de codificar el spanglish mencionaba esa expresión,  ir a las vistas, como postal sacada de una tierra de nadie que no se podía cartografiar de ningún modo.

Recién vi un documental sobre las primeras funciones de cine en México, las de los enviados de los Lumière y las de los pioneros mexicanos del cine. El público les llamaba vistas. Iban a las vistas.

Los viejos de Mission lo decían no por ser de Mission, sino por viejos. Por otro lado, la abuela Toña también llevaba la ropa a la washatería. So, there you go.

5/10/2017

no puedo hacer esquelas

De los que estábamos siempre en la barra del bar uno está por hacerse indigente (o lo es intermitentemente) y otro murió la semana pasada. Me asquea lo que escriben de los recién muertos. Que la vida suene a película de las cinco de la tarde. Con introducción, nudo y desenlace claros, para que el hagiógrafo esté satisfecho de sí mismo. Me dan ganas de decir cómo recuerdo yo al muerto, pero lo que más admiro en alguien es que viva sin aspavientos, incapaz de proezas morales pero también incapaz de hacer sufrir. Lo que hace a una persona aburrida, lo que la hace una mala historia, eso admiro. Y ya mejor no digo nada y dejo que los recuerden con el sesgo que les gusta y los olviden pronto como nos van a olvidar a todos.

11/09/2015

cuarteto para gato pisado, hipo, alarma de vw y estallamiento de vísceras bovinas

Era 1997. Valeria y yo hacíamos volantes de festivales ficticios y catálogos editoriales igualmente ficticios. Estas cosas aparecían firmadas por la asociación Murmujú A.C. Aquí "murmujú" aparece sin tilde por algún problema tipográfico, porque siempre ha llevado tilde. No puedo recordar si éste lo repartimos en un encuentro de estudiantes de filosofía en Puebla o en los pasillos de la UANL en San Nicolás de los Garza. De otros volantes recuerdo que la dirección de Murmujú estaba en la avenida Eugenio Garza Sade y que teníamos a la venta todo Star Wars de Georg Lukács.

La descripción que aparece en la parte superior derecha dice lo siguiente:
Murmujú es todo. Murmujú es los otros. Murmujú es el entrenador de las fuerzas básicas de los Tigres de la UANL (temporada 77-78) que gustaba de escupir al público. Murmujú es Kim Deal cocinando para el tercer batallón de artilleros bávaros. Murmujú es tus parientes muertos bailando danzón en el Kalinoba. Murmujú es la mamá de los pollitos.

1/28/2015

la feria del 93, los libros de kabanov y la precandidata

1. En 1993 la feria del libro de Monterrey tenía un stand, en la última fila, con libros de Era y Editorial Mir y también souvenirs de Europa del Este.

Había un pin que decía algo como "no cortes el árbol que te sostiene" y tenía grabado a un leñador cortando el árbol que lo sostenía. La frase estaba en ruso, debajo de cada pin había una tarjeta con la traducción al español. Recuerdo especialmente ese diseño porque en los años siguientes lo vi prendido en las mochilas y chamarras de estudiantes.

La etiqueta debajo del pin, el stand y lo demás lo había puesto Víctor Kabanov. En el directorio de expositores su apellido aparecía hispanizado como Cabanov o Cabanova.

Kabanov no vendía mucho (no volvió a tener stand en la feria) y pasaba el tiempo platicando con los visitantes. El hombre tenía mucho leído y mucho más entendido y vivido. De Europa oriental había ido a la Argentina de la dictadura y de ahí a México. Había terminado vendiendo libros en el norte del país y vivía en San Nicolás de los Garza (la dirección venía en sus tarjetas).


2. Me quedé con ganas de comprarle alguno de los de Monterroso que publicaba Era. Pocos años después, viendo un mapa del área metropolitana en la Capilla Alfonsina, descubrí que la dirección en la tarjeta quedaba relativamente cerca de Ciudad Universitaria. Me fui caminando a preguntar por los libros de Monterroso.

No era una librería, era la casa en la que vivían él y su mujer. Ahí tenían los libros y los que supieran podían llegar a comprar. Pasé la tarde mirujeando libros, preguntando por ellos y platicando con Kabanov. Me vio interesado en el Obras completas y otros cuentos así que antes de irme dijo que me lo llevara, así, gratis.


3. No había vuelto a pensar en esa tarde hasta el último mes, cuando aparecieron notas (1, 2, 3, 4) sobre la precandidata independiente Silvia Ordóñez. "La primera mujer en la historia de México que se lanza al ruedo electoral sin partido", dice Proceso. Por las notas me enteré que ella era la pareja de Kabanov y que él murió en 2012. Nunca pudo naturalizarse mexicano, ni siquiera después de doce años de trámites.

4. Un fragmento de la entrevista que le hizo Proceso a Silvia Ordóñez:
Al preguntarle por qué desde hace siete años se desempeña como intendente, trabajo para el que está sobre calificada, la residente del municipio conurbado de San Nicolás defiende su ocupación.
“Yo se la cambio: la sociedad ha desvalorizado todos los trabajos relacionados con la ocupación doméstica, llámese cocina, limpieza, incluso de enfermería... estoy enfocada a algo que socialmente ha sido desvalorizado por conveniencia".

12/15/2014

amorfos: cancioncitas de xalapa

Llegué a Xalapa en 1999. Una peculiaridad de la ciudad era la falta de rock.

No era algo que extrañara; no podía extrañar el rock si a cambio me daban niebla constante, el restaurant La Sopa, el videoclub Zafra, toritos de cacahuate, buenas librerías y esos curiosos locales de pizza y yogurt.

Pero era algo notorio: no había rock en la radio y casi no lo había en vivo. Las bandas que había tocaban en Graffiti, el bar inventado y atendido por José Homero.

Recuerdo una banda goth llamada Bela Lugosi (si en tu ciudad son escasas las bandas te puedes permitir ese nombre) y una thrash llamada Zotz (que tocaba más seguido fuera de Xalapa). Los que se presentaban frecuentemente eran Amorfos y Cabezoides.

Cabezoides tenía un set breve que prolongaban por unos minutos tocando covers afónicos (no tenía cantante el grupo) de Rage Against the Machine. Lo más cercano a una banda afianzada, con canciones y un demo conocidos por el público, era Amorfos.

La que más les pedían era "Cancioncitas" y hasta hace unos días me enteré que tuvo video, pero que sólo se conserva el "detrás de cámaras" del video.

Acá está Cancioncitas, acá la versión que grabaron años después Los Aguas Aguas, y acá Amorfos en una tocada de 1995.

7/21/2014

detective indigente

La madrugada del domingo soñé que era un detective indigente. Había encontrado un rincón libre en el sótano de una panadería y ahí dormía. Una mañana encontré a la gente que había estado investigando muy alterada. "Ya nos tienen vigilados, dicen que un detective se ha estado quedando en el sótano de la panadería". Yo ni sabía que la panadería era parte del plan de los sospechosos. Me dieron ganas de decirle "mire, yo soy el detective que dicen ustedes, pero estoy en el sótano porque además soy indigente, yo ahí no andaba averiguando nada ni descubrí nada". Me lo pensé mejor y me quedé callado hasta que me desperté.

5/09/2013

nef ra mora

A fines de los noventa una calle de la colonia Girasoles tenía la más alta concentración de estudiantes de filosofía en toda el área metropolitana de Monterrey. Esta densidad de estudiantes de filosofía por kilómetro cuadrado es común cuando se trata de colonias cercanas a una Ciudad Universitaria, pero la colonia Girasoles ni siquiera está en el mismo municipio que la Ciudad Universitaria. Esta densidad de estudiantes de filosofía por kilómetro cuadrado también es común cuando se trata de compañeros de escuela compartiendo una casa, pero tampoco era el caso, éstos no se conocían bien ni se conocieron mejor después. Sólo se veían en la escuela y se saludaban, luego se topaban en su cuadra y se saludaban. Eran sólo dos. Una chica a la que llamaremos Maris y yo. Dos de los ¿25? estudiantes que tenía la carrera entonces.

Volví a ver a Maris hace dos meses en un Oxxo del centro de la ciudad. Buscamos cosas en el congelador del Oxxo al mismo tiempo, luego hice fila detrás de ella. No me reconoció. Hace dos semanas descubrí que me la había topado porque está viviendo en el mismo edificio que yo. Ella no me reconoce y yo no tengo nada que decirle. Si esto fuera una de Shyamalan hubiéramos coincidido porque algo que aprendimos en la escuela nos servirá para proteger a una náyade de los lobos arbóreos. Como no es una de Shyamalan es perfectamente inútil que seamos vecinos de nuevo. Además, el maestro promedio de esa escuela hubiera dicho que los problemas de las náyades los causa el neoliberalismo y que no tiene caso combatir a los lobos arbóreos. Y de todos modos Maris no me reconoce y no tengo nada que decirle.

12/04/2012

ladyhawke y la democracia mexicana

En julio de 1988 las irregularidades y pretextos durante el conteo de votos no sólo decidieron la suerte de México, también interrumpieron una transmisión de Ladyhawke en Imevisión. En Imevisión las funciones de estreno eran los miércoles pero Ladyhawke no la tuvo a causa de las elecciones: usaron ese tiempo para que Manuel Bartlett nos explicara que México es un águila madrugadora y la democracia un lobo noctívago y por ello es imposible que coincidan. La función del fin de semana (¿era la noche del sábado o la del domingo?) sí sucedió, y dieron casi toda la película, sólo les faltaron unos quince minutos del final. La interrumpieron para hacer un enlace de varias horas con la Comisión Federal Electoral. Esperé despierto hasta las tres de la mañana, lo cual era mucho para mí a los diez años. Por esas horas mamá me convenció de irme a dormir, no habría final de Ladyhawke. Había perdido un perro en las elecciones del 82 y a Ladyhawke en las del 88. Lo recordé en los primeros minutos del primero de diciembre: en Once TV quitaron el final de O Sangue para mostrar a Calderón entregando la bandera a Peña en Palacio Nacional. Cuando terminó la ceremonia en lugar de volver a O Sangue pasaron Traffic. Lo que alcancé a ver de O Sangue me pareció atemporal, podía ocurrir en cualquier momento entre 1960 y 2005, además pensé que la película era de la última década y es del 89. En cuanto a lo de programar Traffic, así se las gastan en el Once: antes del primer debate presidencial dieron el capítulo de Deadly 60 sobre los pejelagartos de la Florida.

10/22/2012

un batallón de conejos

Conocí el mar en 1982, en Tampico. Enterré un astronauta de juguete en la arena y no pude encontrarlo más. La mesera del Café Margot me hizo ojitos, yo me sonrojé horriblemente. Y descubrí que el borde de las olas marinas parece un batallón de conejos atacando la playa.

Al ver esta ilustración supongo que muchos niños de todo el mundo han visto el batallón de conejos. La encontré el año pasado, por aquí.

Kozyndan.

2/27/2012

la invasión

Conozco a ese hombre, supongo que trabaja cuidando coches en un estacionamiento o hace reparaciones en las oficinas cercanas, pero nunca me había fijado en sus manos. Es un tipo alto, ya viejo y con las espaldas anchas. Tiene una expresión bonachona que no encaja bien con el resto de su apariencia, pero encaja mejor que sus manos. Fue el taxista el que las notó. Pasamos a su lado y no podía dejar de verlas, dejó de ver el camino delante de él para observar esas manos. "¿Que onda con sus manos? ¿Son de verdad? ¡Parecen de hule!", dijo.

El hombre que quizá trabaja cuidando coches mueve poco los brazos al caminar. Por esto y las espaldas anchas me recuerda un poco a la Alice de Popeye. Son sus manos las que se mueven al caminar, una hacia adelante y la otra hacia atrás, como las patas del pato, y efectivamente parecen de hule. Parecen no tener ni un hueso dentro, se mueven hacia adelante y hacia atrás como si estuvieran mal amarradas a las muñecas y el caminar les diera ese vaivén. "La piel parece real", dije, "son manos reales que se mueven raro". El taxista volvió la vista al camino delante de él, con media sonrisa en la cara, como anticipando el gusto de contar lo que había visto a sus amigos o en un bar. "En serio, güey, ¡se movían así!"

El siguiente fin de semana casi choco con un adolescente que iba saliendo del Carl's Jr. cercano a la calle Morelos. Cuando me disculpé noté que era un grandulón que caminaba casi sin mover los brazos. Con ansiedad me fijé en sus manos. Se movían como las patas del pato al nadar, una hacia adelante y la otra hacia atrás. Parecían de hule.

1/22/2012

dos gatos de la calle zuazua

Es un hueco en esa calle, un nicho entre dos casas. La mañana del martes había dos gatos ahí: uno gris, muerto y mosqueado, el otro era blanco, seguía vivo y descansaba junto al muerto. Tenía las patas recogidas y miraba hacia la calle. Me ignoró cuando pasé frente a ellos. Encontré natural la imagen, sé que algunos gatos hacen eso, quedarse junto al otro gato muerto. No sé cómo lo sé, si es algo que he tenido cerca antes, si me lo contaron, si alguien lo escribió. Sólo sé que es común. Éste tenía la misma expresión de seriedad boba que ponen los gatos cuando cagan, quizá para él esto era igual de simple y necesario que cagar o dormir. La mañana del jueves los dos estaban muertos.

12/02/2011

mi sobrina en blade runner



-Miras hacia abajo y ves una tortuga, está caminando hacia ti. ¿Sabes qué es una tortuga?

-Sí, son hermosas. La cargaría y le diría a mi tío que viniera a verla. Son muy hermooosas las tortugas.

...

-¿Te gusta nuestro búho?

-Es artificial. Y lindo.

-Claro que lo es.

-Está bieeen bonito.

-Sí, creo. Me llamo Rachel.

-Yo Irene, y ya sé escribir mi nombre. Ya sé escribir muchas cosas.

-Tú piensas que nuestro trabajo no beneficia a la sociedad.

-Tu búho replicante es muy lindo, y muy bueno. Yo tengo dos tortugas, un pez y una gatita que se llama Juli. ¿Cómo se llama tu búho, Rachel?

...

-Debes sentirte muy sola aquí, I.T.

-Nooo, yo hago amigos de plastilina. Mis amigos son de plastilina. Míralos, ésta es la Reina de las Hadas, tiene una magia muy poderosa.

-¿Puedo tocarla?.

-No, su magia poderosa es muy mala para los replicantes.

...

-He visto cosas bien lindas. Una película de una muchacha con el cabello blanco bien largo. Y pájaros de colores en Tamatán. Todos esos momentos son lindos, como la lluvia. Tengo hambre.

...

-¿Recuerdas la araña que vivía en tu ventana? La viste tejer su tela todo el verano, entonces un día viste un gran huevo en esa tela.

-¡Sí, y el huevo se abrió!

-Sí.

-Y salieron un montón de arañas bebés bien preciosas.

-Son recuerdos implantados, no son tuyos. Son de alguien más, son los recuerdos de la sobrina de Tyrell.

-Me gustan los recuerdos de la sobrina de Tyrell. ¿Tienes más? ¿No tienes uno con iguanas?

10/11/2011

el avatar de nicolás díaz

Al pasar junto a un bar y ver por la ventana reconocí a mi tío, que estaba viendo un partido de la selección nacional de futbol. En varias ocasiones me lo he encontrado en el centro de la ciudad y él no me había reconocido, porque me conocía de adolescente y de niño, no como un tipo treintón. De todos modos entré a saludar y esta vez sí me reconoció y me invitó una cerveza y vimos a la selección mexicana anotarle un gol a Brasil. Resultó que la mitad de los presentes en el bar eran tapatíos y habían conocido a mi padre. De nuevo estaban viendo un partido de futbol con un Nicolás Díaz, si bien éste no era el Nicolás Díaz que cantaba y tocaba canciones de los Beatles en la guitarra. Era uno que no canta ni toca y apenas puede identificar a un par de los seleccionados.

En la mesa de mi tío estaban amigos que él conoce desde los años cincuenta. Uno llevaba una venda en la mano. Unas horas antes su coche había fallado en Hidalgo, Nuevo León, y al intentar repararlo se había hecho una herida. "No había Cruz Roja, ni policías y casi creo que ni bomberos —dijo—, ya todos renunciaron o están en el bote". Lo había curado una chica de Protección Civil que ni gasas tenía. La mujer fue a una farmacia, compró una venda y la rompió en tiras para cubrir la herida.

Un brasileño empujó por un costado al Chicharito Hernández y lo mandó al césped. Hasta donde sé la carga por un costado es legal en el futbol, pero ésta había sido particularmente fuerte y el árbitro marcó penalty. En lo que los brasileños reclamaban mi tío recordó que él había sido árbitro por diez años y contó algunas historias de entonces. Al final un mexicano mandó el tiro a las manos del portero y surgieron los comentarios sobre la justicia poética: "ése no era penalty". Me despedí de mi tío. También por justicia poética, estos señores no hicieron nada mal para merecerse a un Nicolás Díaz que no sabe tocar y cantar canciones de los Beatles.

9/26/2011

los nuevos resfriados


Desde ayer traigo uno de estos resfriados que se usan ahora. Yo también decía que prefería los de antes, que los nuevos son pura pose para gente que no sabe resfriarse ni conoce los resfriados clásicos, sólo les gusta decir que están resfriados. Pero ya me ven, aquí con uno de los nuevos resfriados.

Los resfriados clásicos duraban días y días. Tenías tiempo de conocerlos, familiarizarte con ellos para que formaran parte de tu vida emocional. Los de ahora son puro hype. Apenas siente alguno que le cosquillea la nariz y tiene que avisar por las redes sociales que le viene un resfriado. Es más lo que lo anuncian que lo que les dura.

Recuerdo los del 89. El que tuve en noviembre entró en las listas de tres fanzines diferentes. Ahora los chamacos ni saben qué es un fanzine. Mucho trending topic, mucho fav, pero nunca tuvieron en sus manos un ejemplar fotocopiado y engrapado de Flema! (el más punk) o de Cuerpo Cortado (el más arty).

Yo incluso tuve números de FLUxus (me los traía mi primo cuando iba a Houston). Ahí me enteraba de la escena internacional: la Movida de la Gripe Española, el New American Cough, el Nose Rock, etc. Así que ahora puedo tener uno de los resfriados nuevos, pero yo sí conozco sus raíces, de qué cepa proviene, cuáles son sus influenzas.

Resfriarse era un ritual. No era sólo estornudar y sonarse la nariz. El primer día te mostrabas indispuesto, te sentías un poco distinto a los demás. Al segundo día dudabas para salir, traías los ojos rojos y caminabas arrastrando los pies. Si alguien te preguntaba que cómo te sentías, le soltabas un "no podrías entenderlo, tienes que experimentarlo".

Dejabas de ir a la escuela. Sólo hablabas con otros tipos resfriados. Los que se juntaban afuera de la secu se creían muy duros por ponerle al Contac, pero los verdaderos gruexos tomaban Co-Tylenol. Todos los del barrio recordadmos al Nyquilo, un camarada que se quedó en el viaje por conducir bajo la influencia. No que ahora los hipsters se meten un Next y hasta pueden seguir trabajando en sus diseños y sus fotos.

Del mismo modo, los pañuelos decían mucho de ti. De tu personalidad, tu círculo. Con estoperoles para los heavy. Bordados los de los siniestros. Los punks pues no usaban, porque soltaban la flema y los mocos contra la banqueta. Hoy día se usan de todo tipo. Los pañuelos vintage de mercadito son considerados lo más. Nada como dejar los mocos donde hubo auténticos mocos de los años setenta u ochenta. Todavía tengo tiempo de ir al mercadito esta tarde, debería buscarme uno. Uno que haga juego con este resfriado de los nuevos. O hurgar en las cosas de la familia. Usar como vintage algo que usaste de joven debe ser algo más que lo más.

7/26/2011

comida del mal

El Sr. Magnánimo dudó sobre el estado de los frijoles. El Sr. Oportuno los olisqueó y dijo que estaban bien. Seguimos comiendo.

Yo no había notado nada en los frijoles. Nada para dudar que estuvieran bien. A menos que la comida cambie de color o le brote cabello no puedo distinguir la que está bien de la que está mal.

"Nunca reconozco la comida que está mal", dije. "Si no te pareció que los frijoles estuvieran mal, entonces para ti no están mal" dijo el Sr. Oportuno, como quien dice algo sobre árboles que caen sin que nadie los escuche caer.

Recordé la vez que el Sr. Oportuno le dio una rebanada de jamón verdoso al gato. El gato la enterró.

6/10/2011

la habitación del piso 3 1/2

Un hombre entró al edificio pasadas las nueve de la noche. Subió las escaleras y caminó hasta el fondo del pasillo, a la escalera que lleva a la azotea. Siguió subiendo. No lo conocemos y tampoco tenemos idea de qué busca en la azotea a esa hora. Subí esperando encontrar lo mismo una fiesta improvisada, alguien herido escondiéndose o un ladrón demasiado cínico. Llegué al último escalón y ya no había azotea. Había una puerta de madera, detrás de la cual sonaba un televisor. Todavía no regresaba a mi departamento y ya estaba pensando en una escena de la película Reconstrucción: edificios que cambian sin previo aviso. Si en el proceso conoces a Maria Bonnevie te parece raro pero tiene sentido. Así, gratuitamente, sólo es raro.

5/02/2011

un festival de 1997


Boleto de un festival en el Gimnasio Nuevo León (Monterrey) con La Función de Repulsa, Alambrista, Disolución Social y otros. 24 de mayo de 1997. Curiosidades del día: la música empezó muy temprano, la bajista de Vestido (banda de chicas de Reynosa) tocaba y cantaba saltando en una pogo-ball y los Carnes Usadas (que no aparecían en el cartel) traían a un chico disfrazado de vaca que bailaba frente al grupo.