1/08/2007

la radio y los magos

La tarde de domingo pasaron en Azteca 7 la película donde Sam Neil interpreta a Merlín y Miranda Richardson a una Reina Mab con debilidad por el catálogo de Hot Topic. Mientras la historia avanzaba a bajo volumen, leí con un retraso considerable en relación al resto de la humanidad el sexto libro de Harry Potter.

En la pantalla, Uther Pendragón solicitaba a Merlín-Neil que le procurara una mujer, aunque ella estaba casada. "La magia no puede producir amor, mi señor", respondió el mago. "¿Puedes al menos matar a su esposo?", preguntó entonces el futuro padre de Arturo.

La película siguió su camino. Una hora después llegué a un pasaje donde el profesor Slughorn explica: "Por supuesto, la amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala".

1/05/2007

pepenadora de luz

1. Agnès Varda dijo acerca de su film La felicidad: "Pensé en los impresionistas porque en sus lienzos hay una luminosidad que corresponde a una cierta definición de la felicidad... Si de verdad hay drama ha sido provocado por el deseo de felicidad llevado a su extremo." Podría resumirse la fórmula de Varda reemplazando simplemente la palabra "felicidad" por "luminosidad", lo que daría una definición más explícita. "Si de verdad hay drama, ha sido provocado por el deseo de luminosidad llevado a su extremo." Paul Virilio, Estética de la desaparición.



2. Agnès trata de pepenarse una pipa desde el interior de su coche. Les glaneurs et la glaneuse (2000).

hacienda del muerto


—¿Cómo sabes que vamos mal?
—¿Ves esa montaña que estamos dejando atrás? Bueno, deberíamos estar acercándonos a ella.

Maya giró el coche en mitad de la carretera y corrigió el rumbo. Tardaron tres horas en hacer un recorrido que normalmente toma 40 minutos. Avanzaron en todas las direcciones equivocadas que encontraron, preguntaron a soldados, conductores y mecánicos, en medio de un vendaval que amenazaba con levantar al Sr. Sagaz del suelo.

Al final, una angosta carretera que se prolonga durante diez kilómetros en el desierto y que sólo sirve para llegar al casco abandonado de una hacienda, presumido como monumento histórico por las autoridades, adornado con latas de cerveza y restos de picnics. Un foso con llantas en llamas daba la bienvenida.

Dicen que en los muros de este lugar se ha escrito la Historia. Por lo que encontraron Maya y el Sr. Sagaz, parece que la Historia tiene una ortografía horrenda y sólo sabe poner cosas como "Toño y Beba se aman". Diez minutos después ya iban de regreso a Monterrey.