1/05/2007

hacienda del muerto


—¿Cómo sabes que vamos mal?
—¿Ves esa montaña que estamos dejando atrás? Bueno, deberíamos estar acercándonos a ella.

Maya giró el coche en mitad de la carretera y corrigió el rumbo. Tardaron tres horas en hacer un recorrido que normalmente toma 40 minutos. Avanzaron en todas las direcciones equivocadas que encontraron, preguntaron a soldados, conductores y mecánicos, en medio de un vendaval que amenazaba con levantar al Sr. Sagaz del suelo.

Al final, una angosta carretera que se prolonga durante diez kilómetros en el desierto y que sólo sirve para llegar al casco abandonado de una hacienda, presumido como monumento histórico por las autoridades, adornado con latas de cerveza y restos de picnics. Un foso con llantas en llamas daba la bienvenida.

Dicen que en los muros de este lugar se ha escrito la Historia. Por lo que encontraron Maya y el Sr. Sagaz, parece que la Historia tiene una ortografía horrenda y sólo sabe poner cosas como "Toño y Beba se aman". Diez minutos después ya iban de regreso a Monterrey.

2 comentarios:

Oriam Aocho dijo...

Pos dónde andabas, Nico?? andabas rumbo a la cola de caballo, verdad??? o ibas a buscar pan de Bustamente? aunque está última opción se me hace que no tira, porque si ibas acompañado, no creo que la cosa jalara.

Que se me hace que ibas a Bahía Escondida???... :P

Oye, te estuve localizando por pasar el año nuevo, como se debería de haber pasado, pero no te hallé. Creo que tenemos pendiente esa reunión.

Avisa, a ver como vas a andar este fin de semana. La raza ya regresó desde le martes, pero no he hablado con ellos. chido!

Nicolás Díaz dijo...

Hmmm... pan de Bustamante.