5/12/2009

ann druyan atravesando el cosmos

1. La semana pasada me cumplí un capricho de toda la vida: compré la caja de DVDs de la serie Cosmos de Carl Sagan. Esa serie la vi cuando la pasaban en las tardes, en el canal 5. Luego me aventaba una siesta y veía la repetición como a las diez u once de la noche, cuando ya se estaba acabando la programación. Cuando venía a Monterrey la veía los sábados por la mañana en la tele local: mi abuelo estaba terminando de ver En Vivo (que empezaba en la noche de viernes) y justo después de los créditos cambiábamos de canal para ver Cosmos. Me pasé buena parte de la infancia diciendo que quería ser astrónomo. No astronauta, astrónomo.

Entonces tener la serie completa era una inversión considerable: 13 videocasetes bastante caritos. Lo cual no importaba, porque de todos modos mi familia no tuvo videocasetera hasta fines de los ochenta. Así que papá me compró el libro (que tiene muchas más anécdotas que no aparecen en la serie) en, of all places, la librería Cosmos.

2. He estado viendo un capítulo diario, y prácticamente no he hablado de otra cosa en estos días, y hace rato estaba twittereando al respecto. En eso me llegó un mail de "Infos Dupuy-Berberian", el mailing list de los autores de Monsieur Jean. Con respecto al último libro de Berberian dicen esto:

"Sacha", de Charles Berberian, éditions Cornelius (collection Raoul)
Février 2009 - 160 p. n&b

Note de l'éditeur :
En 1977, la sonde Voyager emporte dans l'espace un enregistrement des bruits de la Terre. On y entend la pluie et les oiseaux, Beethoven et Chuck Berry, mais aussi les battements du coeur d'une jeune femme, Ann Druyan.

Sacha rassemble quelques spécimens de notre zoo sublunaire : un matou massacré, un monstre bien vivant, un moineau moraliste, un musicologue misanthrope, une mère et son marmot, un miséreux qui rêve du musée Grévin. Le tourbillon de la vie les entraîne au fond et certains se laissent couler. Mais, il n'est d'existence si médiocre qu'elle ne puisse être rachetée. Il suffit pour cela de savoir écouter le monde. Comme un bruit ou un silence n’existent que si quelqu'un les entend, nos vies n’ont de sens que par et pour les autres.

Charles Berberian regarde son époque avec autant d'empathie que de lucidité. S'il décrit un univers d'une noirceur quotidienne, dominé par l'indifférence et la cupidité, la violence et l'égoïsme, il refuse de désespérer de l'homme : d’ici 40.000 ans Ann Druyan sera morte depuis longtemps, mais son coeur continuera à battre à travers le cosmos.


Esa Ann Druyan cuyos latidos atravesarán el universo por la eternidad no era otra que la esposa de Carl Sagan, también coautora de la serie. Desconozco si lo de mencionarla fue una puntada del que hizo esa hoja de prensa, o si ese hecho aparece mencionado en la novela gráfica. Al margen de eso: las reseñas presentan a Sacha como la obra cumbre de Berberian.

4 comentarios:

Sr Oportuno dijo...

¡Cosmos! ¡Yeeeeyyyy!

¿Sabes cuál fue el gran acierto de Canal 5? Poner Cosmos a la mitad de la tarde (creo que la pasaban a las 6 PM), en plena barra de caricaturas. Por eso algunos niños de aquel fulgurante antaño nos clavamos bien macizo con la serie.

El número más grande del mundo (el gogol plex, un gogol elevado a la potencia de un gogol). El incendio de Alejandría. La obstinada búsqueda de vida extraterrestre (aquellas antenotas en medio del desierto). La superficie de Marte. El espinazo de la noche. La historia del pobre cuadrado que conoce la tercera dimiensión (y luego nadie le cree lo que ha visto). El hombre que, viajando a la velocidad de la luz, regresa unos segundos después para descubrir que su hermano ha envejecido misteriosamente, por esa cosa que tiene el tiempo de ser tan relativo. Los hoyos negros. Música de Vivaldi para contar la historia de la evolución de la vida sobre la Tierra. Carl Sagan cortándose una rebanada de pastel de manzana para explicar la existencia de los átomos. ¿Cómo olvidarlo? Después, cuando la sacaron en VHS, me sorprendí de saber que la serie sólo tenía 13 episodios; me parecía haber visto más, muchos más, y haberlos visto muchísimas veces.

Nicolás Díaz dijo...

Esta mañana estaba viendo el capítulo "El espinazo de la noche" (The Backbone of Night no suena tan chido como la traducción). Hablando de Demócrito dice que en esos tiempos ser de Abdera era como ser de Brooklyn (ser gallego, diríamos nosotros) así que no había bronca si el tipo hacía afirmaciones heréticas, "al cabo que es de Abdera, pobre ñetín".

Anónimo dijo...

Nicolas Díaz (no Alvarado)

Eres de Tampico?

Nicolás Díaz dijo...

Nací en Monterrey, pero viví en Tampico de niño, de primero a cuarto de primaria, en los ochenta.