4/17/2006

ud. puede mentir sin dejar de decir la verdad

Sobre la nueva ley de apoyo a la lectura, aprobada unánimemente por los senadores, la cual consiste en fijar un precio único para todo el país a cada libro.

Es una ley que ayuda a la industria editorial, no le perjudica al lector y las experiencias que hay en otros países son favorables al sector librero. Me parece que es de apoyarse. J.A. Cabello, secretario técnico de la comisión de cultura.

1. Ayuda a la industria editorial. Los libreros que recibían precios preferenciales (por volúmen de adquisición o paquetes de compra) tendrán que comprar y vender al precio de los libreros menos competitivos. Las editoriales, efectivamente, serán beneficiadas con mayores ganancias por libro, pero entre los libreros y distribuidores se promovería a los más incompetentes.

2. No perjudica al lector. De hecho, como estrategia de promoción de la lectura, la ley es irrelevante. Aunque tiene alguna responsabilidad, el precio de los libros no es el principal culpable del bajo nivel de lectura del país. El mexicano promedio paga por otros productos informativos y de entretenimiento más costosos que los libros.

3. Las experiencias de otros países son favorables al sector librero. Países donde hay cadenas de librerías con sucursales en cada ciudad importante, y donde la vitalidad del mercado librero es tal que ha permitido el surgimiento de esas cadenas. La ley presupone que la situación que viven los libreros del DF, Guadalajara y Monterrey (la competencia contra los descuentos de Gandhi y El Sótano) vale para todo el país.

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