5/03/2007

bob dylan - things have changed

Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada 6/7

Lo primero que pensó el Sr. Sagaz fue "pues Xalapa es un cachito de cielo en la tierra, pero su radio nomás no".

Luego se daría cuenta de que fue la radio del todo el país la que por esas fechas "nomás no" (y hasta ahora nomás no). Siempre hemos tenido un basural en la radio, pero en esos años se disparó el número de anuncios y se redujo monstruosamente la variedad de música al aire.

Para el momento en que el Sagaz entraba a la capital de Veracruz Llave, el único programa con un perfil definido en la radio xalapeña, distinto a las emisiones de todo el día, era Putumayo Global Radio, una hora patrocinada por un distribuidor local de ese sello de world music descafeinada. Es decir, no había un carajo.

No hay que malinterpretar. En Xalapa había mucha música que escuchar, simplemente no estaba en la radio.

Aunque no había ningún Mix Up o Tower Records a la vista, gracias a algún agujero de gusano en la ley de la oferta y la demanda en Mega y Chedrahui podías encontrar cosas de Stereolab o Human Drama, y de sus bazares sacó nuestro regiomontano expatriado discos de Philip Glass y Dead Can Dance.

Además, hablamos del momento de auge de Napster, ya con Audiogalaxy pisándole los talones. Música había y también había noches cargadas de niebla para tirarse panza arriba a escucharla. Pero el capricho era seguir haciendo antologías grabadas de la radio.

Así que aprovechando que trabajaba de noche (en la terminal del ADO Coatepec), este tipo se puso a rastrear las transmisiones de madrugada, intentando grabar al menos una hora rescatable.

Cada noche iba bajando sus estándares, hasta que alcanzó a llenar el caset. Lo único que realmente le gustó de esa grabación fue una de Bob Dylan que al parecer se llamaba "Things Have Changed".

Como no revisó su procedencia, se hizo la ilusión de venía en uno de sus discos antiguos, sonaba realmente bien. El maistro Dylan todo desencantado, diciendo "no se levanten caballeros, sólo estoy de paso; la gente está loca, los tiempos están raros, antes me importaba, pero ya valió".

Como un año después le llegó la noticia: la canción tenía un origen y destino nada elegantes. Era la grabación más reciente de Dylan, la había hecho para una banda sonora... y estaba nominada al Oscar.

Eventualmente lo ganó (el tipo ni se acercó a California, dio las gracias desde Australia), pasando por encima de Plucky Gudmundsdóttir, que lo había visto todo.

Pensar que tienes una canción favorita de Dylan y descubrir que se hizo por encargo y con éxito masivo. El caso es que sigue siendo de sus favoritas. Y sí, a partir de esos días las cosas cambiaron mucho.

4/30/2007

dos líneas y una intersección

Hablábamos de la primera visita de Santa Sabina al Roxy, y luego de aquel concierto de Steven Brown en el Aula Magna. Y, miren por dónde, el sábado por la tarde me llamaron el Sr. Magnánimo y el Sr. Oportuno para decirme que esa noche tocaría el Ensamble Galileo (con Rita Guerrero, de Santa Sabina) en el Aula Magna. Y ahí estuvimos. Hay mapas que se hacen con el mínimo de lineas, y no hay mucho más que agregar.

4/26/2007

tuxedomoon - in a manner of speaking

Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada 5/7

Esto ya ha sido referido anteriormente, pero aquí está de nuevo porque no podía quedar fuera de estas cartas.

De vuelta del Oriente y el Occidente (de México), el Sr. Sagaz, que a la sazón era apenas un Morrillo Sagaz, regresó a su natal Ciudad Conocimiento, que entonces todavía se llamaba Monterrey.

Como la Universidad del Tigre decidió que de su año en la Biósfera Colomos no le iban a revalidar pura madre, el Sagaz decidió matricularse en la prepa abierta, ahí en Colegio Civil, con la vagarosa intención de terminarla en un año.

Por lo visto, la única materia que le validaron fue "Despatarramiento con Walkman 101", pues siguió aplicándose a tan fútil disciplina con una vehemencia propia de la juventud.

Extrañaba los programas nocturnos de la radio tapatía, como las noches de electrónica para nerds tituladas Audio Ficción, y el inefable Despeñadero de Radio UdeG, donde salían al aire saludos como el siguiente: "...y Margot le manda un gran abrazo al Aurelio, y le dice que ya se lo lave".

Pero al poco de volver al terruño descubrió el mejor programa radiofónico que conocería en su vida: Hi-Tech, con Pablo Flores. Y uno de sus primeros descubrimientos vía Pablo Flores fue "In a Manner of Speaking".

Para no faltar a la verdad, hay que admitir que primero escuchó la versión de Martin Gore y pasaron meses para que conociera la versión original, de Tuxedomoon, y se prendara del grupo. Y algunos meses más tarde ocurrió lo imposible: Pablo Flores anunció que Steven Brown de Tuxedomoon venía a Monterrey. A tocar en el Aula Magna. Es decir, en su prepa.

La alineación y el repertorio fueron los de los primeros Ninerain, aunque todavía no usaban ese nombre.

Lo más cercano a efectos de luces que tuvieron fue una manta con una ouija dibujada, sobre la que Steven pasaba la luz de una lámpara de mano para formar palabras.

El público no pasaba de diez personas, entre ellos algunos que el Sagaz conocería mejor al entrar en la facultad, como Gustavo (el del consejo estudiantil) y el Pancho (luego cancerbero del Antrópolis y ahora poeta). La cereza en el pastel era un tipo en las últimas filas, que iba borracho y le pedía al grupo "Hotel California".

Años después, frente a una barbacoa, el Sagaz preguntó a José Manuel Aguilera si había sido él quien cantó "Oración Caribe" aquella noche. Con un taco en la mano Aguilera respondió "ya decía yo que habíamos tocado en Monterrey entonces, ni supe quién nos invitó".

...

"Buenas noches, hasta mañana, Hi-Tech".