11/04/2006

hellblazer no. 221

John Constantine: I know a lot about art, but I don't know what I like.

Nicola White: I'd like a t-shirt with that on it. Could give it to critics at openings.

John Constantine: You should hang around. I'm coming out with gems like that all the time.

11/02/2006

azul, tóxico, con sabor a ceniza

1. Todavía entre sueños, el Señor Sagaz escuchó que Sonia le preguntaba algo. No entendió, o no recuerda si entendió, o entendió y por eso respondió lo que respondió: "azul".

Lo siguiente que hizo, un poco más despierto, fue relatarle lo que había estado soñando.

2. "Estábamos los dos en el Barrio Antiguo, en un bar diminuto, apenas un cuarto. Alambiques y toneles. Una señora me ofreció vino, dijo que era bueno, que aunque no fuera de Jalisco era bueno y me ofreció una copa. El contenido de la copa parecía vino tinto, pero sabía a shampoo. Le di un trago, otro, pensé en darle el avión a la mujer, decirle que sí, que su vino estaba bueno aunque no fuera de Jalisco. Pero me ganó el asco y confesé que aquello sabía a shampoo".

"Luego llegamos a un parque. Un zoológico sin jaulas, en pleno centro. Había guardias, vestidos de negro, pero no jaulas. No vimos a los demás animales, sólo al león, que en algún momento saltó por encima de mí para alcanzar un sitio más alto donde descansar. Eventualmente, el león bajó y atrapó mi mano derecha en sus fauces. En el sueño esto no era doloroso, sólo atemorizante. El león no mordía, no arrancaba, sólo mantenía mi mano dentro de su hocico. Yo estaba espantadísimo, tú buscabas ayuda. Finalmente, un guardia dijo 'tranquilo, cálmate y te dejará ir'. Así lo hice y así lo hizo el león"

4. —Entonces, a ti que no te compren tu león- dijo Sonia.
—¿Qué habías preguntado cuando respondí azul?
—No recuerdo, pero sí, dijiste que azul.

5. Esta tarde, en la Biblioteca, un chico pidió prácticamente todos los libros que había sobre vinos. Era un alumno de primer semestre, en realidad no tiene ninguna materia que lo haga investigar tanto. Ahí se pasó toda la tarde, con los libros vinateros abiertos y desperdigados sobre una mesa, leyendo.

—¿Qué buscas?
—El nombre de un vino. Era azul, sabía a ceniza y era tóxico. Lo prohibieron hace mucho, por eso, por tóxico.

Más tarde, el Sr. Sagaz escuchó al chico preguntando a la maestra de enología por el vino. "No, no tengo idea de qué estés hablando. Si lo encuentras, me avisas", dijo la mujer.

10/28/2006

hay que comprarle su león

Cuando un esquimal tiene una acusación que hacer contra otro, le reta a una porfía de tambor o de cantos. La tribu o el clan se reúne en fiesta, muy bien vestidos todos y con el mejor humor. Los contendientes se espetan canciones burlescas con acompañamiento de tambor, achacándose sus respectivas fechorías. No se hace diferencia alguna entre inclupación fundada, sátira que provoca risa y pura calumnia. Un cantante mencionaba, por ejemplo, a todos los hombres que en una época de hambre fueron comidos por la mujer y suegra del contrario, lo que impresionó de tal modo a la concurrencia, que prorrumpió en llanto. Este disparo de canciones se acompaña de torturas y golpes: se le resopla al otro directamente en la cara, se le golpea con la frente, se le cierra la boca, se le ata a la estaca de la tienda, y todo esto el culpable lo tiene que aguantar, tranquilamente y hasta con una sonrisa burlona. Los espectadores cantan el estribillo de la canción, aplauden y encorajinan a las partes. Otros se sientan y duermen. Durante las pausas, las partes contendientes se tratan como buenos amigos... Lo más importante es que esta costumbre, en las tribus que la practican, ocupa el lugar de la decisión judicial. Estas tribus no conocen, fuera de estas luchas, otro tipo de decisión judicial.
J. Huizinga, Homo Ludens: el juego y la cultura.
cfr. Las coplas de Infante y Negrete en Dos tipos de cuidado (1953).