9/08/2009

demasiado

Y apenas ayer hacíamos bromas con los títulos de libros de autoayuda. Esta madrugada o esta mañana (para cuando me levanto, a las 11, ambos tiempos se confunden) estaba en TV Nuevo León una psicóloga Dinorah Gómez hablando de las "mujeres que aman demasiado". Tanto ella como la conductora usaban esa expresión. Como es sabido, la frase viene del título de un libro que lleva casi veinte años vendiéndose. Desde su aparición hubo comentarios en periódicos y revistas sobre lo nocivo del título: el texto trata sobre gente que no se ama ni ama a otros, sólo establece relaciones de dependiencia. ¿Eso es amar demasiado? ¿Cómo sería posible tal cosa, amar demasiado?

Que esa expresión lleve años usándose en pláticas de "martecitos en el Vips" era inevitable, ¿pero que la use una psicóloga en TV?

comentarios del taxista

Dijo que estaba muy mal esto de la crisis. Recordaba la de Salinas: habían sido tres años de su sexenio muy buenos, luego vino el error de diciembre y siguieron tres años muy malos. La crisis consistió en que le quitaron tres ceros al peso. Tenías 100,000 pesos y al día siguiente sólo 100. Cuando Salinas terminó su período se fue a esconder a Irlanda del Norte.

No se me ocurrió desmentirlo en nada. Quizá en su mundo Nixon se reeligió hasta los años ochenta.

9/04/2009

termina la familia burrón

Me tomó por sorpresa la desaparición de la Familia Burrón. No porque me parezca imposible, sino porque no esperaba que la siguieran publicando.

Aunque ahora ya se pueden descargar y también hay antologías publicadas por Porrúa, nunca he leído un número de sus mejores épocas. Yo conocí a la Familia Burrón de los ochenta y ya entonces parecía anacrónica. Pero todos andaban desfasados en esa época: también veías a Archie y Betty en un concierto de Cyndi Lauper y algo no checaba (para empezar, ¿qué cuernos hacía Cyndi en Riverdale?).

De niño más que con Borola, Regino y su prole, simpatizaba con el hermano de Borola (ex ladrón convertido en panadero que no le enseñaba su cara a nadie) y con la niña del tololoche (que en él cargaba una despensa completa y toda clase de triques).

La última vez que supe de ellos fue en la revistería del Metro Cuauhtémoc, hace unos cuatro años. Una chica con bata de médico y lentes grandes estaba recogiendo varios números de los Burrón que le había separado el vendedor. Fuera de ella, y cuando ocasionalmente mi madre dice alguna borolada, no los hacía en el mundo más.