Me tomó por sorpresa la desaparición de la Familia Burrón. No porque me parezca imposible, sino porque no esperaba que la siguieran publicando.
Aunque ahora ya se pueden descargar y también hay antologías publicadas por Porrúa, nunca he leído un número de sus mejores épocas. Yo conocí a la Familia Burrón de los ochenta y ya entonces parecía anacrónica. Pero todos andaban desfasados en esa época: también veías a Archie y Betty en un concierto de Cyndi Lauper y algo no checaba (para empezar, ¿qué cuernos hacía Cyndi en Riverdale?).
De niño más que con Borola, Regino y su prole, simpatizaba con el hermano de Borola (ex ladrón convertido en panadero que no le enseñaba su cara a nadie) y con la niña del tololoche (que en él cargaba una despensa completa y toda clase de triques).
La última vez que supe de ellos fue en la revistería del Metro Cuauhtémoc, hace unos cuatro años. Una chica con bata de médico y lentes grandes estaba recogiendo varios números de los Burrón que le había separado el vendedor. Fuera de ella, y cuando ocasionalmente mi madre dice alguna borolada, no los hacía en el mundo más.
2 comentarios:
Nombre, que yo tampoco sabía que los seguían publicando :P
La última vez que los leí (por presión de doña Luz) fue cuando tenía ocho años. Le cuelga, le cuelga.
Se me hace que fue por la misma época que me tocó leerlos. Este fin de semana buscaré alguna de las antologías sólo por sacarme la espina, saber cómo eran.
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