Comen en casa Borges y Bianco. Borges comenta el discurso de Aramburu, en Salta. Dicen que lo aplaudieron mucho cuando declaró que los militares no debían gobernar. Borges: "Este aplauso, ¿no es una gaffe? ¿Cómo aplaudir su opinión sin sugerir que él, como militar, no debe estar en el gobierno? Evidentemente, el lenguaje de los aplausos es demasiado tosco para expresar tales matices". Le conté que los bolivianos (según la fama) responden los vivas o mueras con el grito de "¿Por qué no?". Borges se rió y propuso otras fórmulas para muchedumbres: "Tal vez" o "Hipótesis atendible".
Del diario de Adolfo Bioy Casares.
18 de agosto de 1956.
12/08/2006
11/29/2006
yo, el peor de todos
Como recordará quien no tenga nada mejor que hacer, la ultima vez que mencioné a Santo Tomás (a fuerzas recuperó su santidad, sigue sin armarse caballero) fue a propósito de su iniciación en los misterios del amor con Luneta, el esperado advenimiento de una camada de gatitos y la inevitable castración del culpable.
Eso fue hace tres meses y el embarazo jamás llegó. Quien quiera superar mi vileza deberá presentar pruebas, y aún así no podrá ganarme la primicia. Hoy, ante todos los presentes, patento como forma inédita de la ignominia y la crueldad humanas la castración de un gato estéril.
Eso fue hace tres meses y el embarazo jamás llegó. Quien quiera superar mi vileza deberá presentar pruebas, y aún así no podrá ganarme la primicia. Hoy, ante todos los presentes, patento como forma inédita de la ignominia y la crueldad humanas la castración de un gato estéril.
11/23/2006
cartografía
1. En días anteriores estuve leyendo El palacio de los sueños, de Ismaíl Kadaré. El 19 de noviembre llegué a la página en que Mark Alem por fin empieza a trabajar en el Tabir Saray o Palacio de los Sueños. El primer paquete de sueños que le entregaron para leer estaba fechado 19 de noviembre.
2. Ha pasado como una década desde la última vez que leí algo de García Márquez. Una de las últimas cosas que le leí fue Noticia de un secuestro, como negocio. Es decir, leí e hice un resumen para una estudiante, a cambio de una cantidad que ya no recuerdo. No había vuelto a pensar en ello hasta ese mismo día, el 19. Poco después recibí un mensaje de una amiga que citaba, en otro contexto, una frase de ese libro: "Dios no nos hace nada que no somos capaces de aguantar".
3. La última vez que en Stylus Magazine publicaron una lista de películas también se tejió un mapa y lo consigné en este espacio. En este momento no me pondré a buscarlo, pero prometo hacerlo más tarde y crear una etiqueta, "Cartografía", para este tipo de entradas.
Lo de esta ocasión va así: publicaron una lista titulada Out of Sight II, de "grandes películas olvidadas", en la que incluyen Chimes at Midnight (1965), una de Orson Welles sobre Falstaff de la que no tenía idea. Poco después, mi lectura de Mañana en la batalla piensa en mí llegó a estas líneas.
En la nota de Stylus se comenta que uno de los pocos lugares donde se ha reeditado esta película es, precisamente, España.
2. Ha pasado como una década desde la última vez que leí algo de García Márquez. Una de las últimas cosas que le leí fue Noticia de un secuestro, como negocio. Es decir, leí e hice un resumen para una estudiante, a cambio de una cantidad que ya no recuerdo. No había vuelto a pensar en ello hasta ese mismo día, el 19. Poco después recibí un mensaje de una amiga que citaba, en otro contexto, una frase de ese libro: "Dios no nos hace nada que no somos capaces de aguantar".
3. La última vez que en Stylus Magazine publicaron una lista de películas también se tejió un mapa y lo consigné en este espacio. En este momento no me pondré a buscarlo, pero prometo hacerlo más tarde y crear una etiqueta, "Cartografía", para este tipo de entradas.
Lo de esta ocasión va así: publicaron una lista titulada Out of Sight II, de "grandes películas olvidadas", en la que incluyen Chimes at Midnight (1965), una de Orson Welles sobre Falstaff de la que no tenía idea. Poco después, mi lectura de Mañana en la batalla piensa en mí llegó a estas líneas.
Entré en el salón y puse la televisión para el niño con el volumen bajo, así al menos oiría algo; la dejé en un canal en el que había aún imagen, otra película en aquel momento, la reconocí en seguida, Campanadas a medianoche, el mundo entero en blanco y negro de madrugada.
En la nota de Stylus se comenta que uno de los pocos lugares donde se ha reeditado esta película es, precisamente, España.
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