Siempre digo que si lo que ves en la televisión o en tu vecindario es un desastre natural, tu corazón se abre de par en par, en compasión con quienes están sufriendo, ya sea en Irak, en Irán o en Afganistán. Pero si es un acto de terrorismo, el corazón se contrae y quiere protegerse a sí mismo, a su propio vecindario, sociedad o nación, antes que preocuparse por lo que sucede más allá de esas fronteras. Entiendo totalmente esa inclinación, pero creo que es una forma peligrosa de reaccionar.
Palabras de David Sylvian en la Rockdelux 276. También veo diferencias claras en la reacción que se tiene ante un desastre natural y ante un desastre con culpables definidos, he escrito antes sobre eso (No es lo mismo enfrentar a Godzilla que enfrentar a un tsunami). La diferencia no está en la conclusión, sino que lo planteamos de formas distintas: yo explicaba que el desastre natural genera una respuesta dispersa (unos a saquear, otros a ayudar, etc) y el desastre con culpable definido genera una respuesta tan agresiva como unificada. El punto en que coincidirían el planteamiento de Sylvian y el mío sería "en un desastre natural los que ayudan lo hacen por un sentimiento sincero de compasión". Y claro, los que saquean lo hacen por un deseo sincero de salvar su pellejo jodiendo a los demás.
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