No del todo conscientemente, pero sí esperaba que Allegro se pareciera a Reconstrucción, la anterior película de Christoffer Boe y una que disfruté horrores.
En realidad, las imágenes de Allegro tienen todo el sello de Boe. También hay un protagonista cuya vida sentimental ha sido modificada por un hecho fantástico, lo que lo obliga a emprender una búsqueda. Pero las aspiraciones de esta nueva historia son mucho más modestas, desde su duración (88 minutos) hasta el tipo de conflicto que la ocupa: el pianista Zetterstrom no caza su vida futura, ni debe trabar una relación especial con alguien, sólo debe recuperar y aceptar su pasado.
Bueno, tampoco es poca cosa, menos si tu pasado quedó atrapado en un campo de fuerza en el centro de Copenhague, al que nadie puede penetrar si no conoce cuál puerta abrir y en qué momento. Toda esa parte me encantó, me recordó cosas de Las ciudades invisibles, también un cuento que leí de niño, "Ventana" de Bob Leman. Y la "intrusión" que cerca Central Park en Immortel, aunque lo de Boe es mucho más poético que la cinta de Bilal.
Si se resignan a que no será algo tan grande como Reconstrucción, encontrarán muchas bondades en este film. Dicen que a Boe, como a Winterbottom, ya le gustó probar géneros y que la siguiente será de terror. Suena prometedor.
Allegro se exhibe hoy en la Cineteca. Hay funciones cada dos horas, hasta las 22:00. Aquí puede verse el trailer.
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