...le pregunté a Juan Soriano, tras visitar el Templo de la Sibila, en Pulavy, si había pintado al fin algún cordero, que es lo que le pedía con insistencia María Zambrano. Él mueve la cabeza de un lado para otro para indicar que no, que no y que no. Pero también lo dice de palabra airada: "¡Ni pienso pintarlo! Cada vez me molestan más esas cosas que no se pintan porque sí, sino porque dicen que significan algo más".
José Miguel Ullán "Aves de paso". El País, 11 de febrero de 2006.
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