12/23/2012

galanes de barrio

La misma situación en dos películas seguidas, esta tarde. Cuando O'Malley conoce a Duquesa le dice que sus ojos son como zafiros, ella responde que eso suena poético pero no es precisamente Shakespeare. "Claro que no, es puro O'Malley", replica el gato de arrabal. Luego Scaramouche: él la piropea y ella pregunta si está citando a Molière, él responde que no, que es puro Moreau (su nombre es Andre Moreau).

12/04/2012

ladyhawke y la democracia mexicana

En julio de 1988 las irregularidades y pretextos durante el conteo de votos no sólo decidieron la suerte de México, también interrumpieron una transmisión de Ladyhawke en Imevisión. En Imevisión las funciones de estreno eran los miércoles pero Ladyhawke no la tuvo a causa de las elecciones: usaron ese tiempo para que Manuel Bartlett nos explicara que México es un águila madrugadora y la democracia un lobo noctívago y por ello es imposible que coincidan. La función del fin de semana (¿era la noche del sábado o la del domingo?) sí sucedió, y dieron casi toda la película, sólo les faltaron unos quince minutos del final. La interrumpieron para hacer un enlace de varias horas con la Comisión Federal Electoral. Esperé despierto hasta las tres de la mañana, lo cual era mucho para mí a los diez años. Por esas horas mamá me convenció de irme a dormir, no habría final de Ladyhawke. Había perdido un perro en las elecciones del 82 y a Ladyhawke en las del 88. Lo recordé en los primeros minutos del primero de diciembre: en Once TV quitaron el final de O Sangue para mostrar a Calderón entregando la bandera a Peña en Palacio Nacional. Cuando terminó la ceremonia en lugar de volver a O Sangue pasaron Traffic. Lo que alcancé a ver de O Sangue me pareció atemporal, podía ocurrir en cualquier momento entre 1960 y 2005, además pensé que la película era de la última década y es del 89. En cuanto a lo de programar Traffic, así se las gastan en el Once: antes del primer debate presidencial dieron el capítulo de Deadly 60 sobre los pejelagartos de la Florida.

12/03/2012

para pasearse por los aires

Pero el genio, y aun un gran talento, proviene, más bien que de elementos intelectuales y de refinamientos sociales superiores a los ajenos, de la facultad de trasponerlos y transformarlos. Para calentar un líquido con una lámpara eléctrica no se trata de buscar la lámpara eléctrica más fuerte, sino una cuya corriente pueda dejar de alumbrar, para derivarse y dar en vez de luz calor. Para pasearse por los aires no se requiere un automóvil más potente; lo que se necesita es un automóvil que no siga corriendo por la tierra, que corte con una línea vertical la horizontal que seguía, transformando su velocidad en fuerza ascensional.
Marcel Proust, A la sombra de las muchachas en flor.

cfr. El DeLorean de Back to the Future.



10/22/2012

un batallón de conejos

Conocí el mar en 1982, en Tampico. Enterré un astronauta de juguete en la arena y no pude encontrarlo más. La mesera del Café Margot me hizo ojitos, yo me sonrojé horriblemente. Y descubrí que el borde de las olas marinas parece un batallón de conejos atacando la playa.

Al ver esta ilustración supongo que muchos niños de todo el mundo han visto el batallón de conejos. La encontré el año pasado, por aquí.

Kozyndan.

samuel r. delany - stars in my pocket like grains of sand

Publicada en 1984, Stars in My Pocket Like Grains of Sand (Estrellas en mi bolsillo como granos de arena) es una novela de ciencia ficción curiosa. Podría usar algún adjetivo más sofisticado pero ése es el apropiado.

Además creó un impasse en la obra de Samuel R. Delany: luego de publicarla cambió la ficción por la docencia.

Y es una historia trunca. Tiene un final, pero también varias lineas argumentales que iban ser exploradas en su segunda parte, The Splendor and Misery of Bodies, of Cities, que el autor nunca terminó y ya no le interesa terminar.

En el universo de Stars in My Pocket... la humanidad habita miles de planetas, si bien no toda la gente anda viajando de mundo en mundo (eso es propio de los diplomáticos y los comerciantes). Sólo hay otra especie que realiza vajes interestelares como los humanos, los Xlv, de los que se sabe poco.

Varios de los mundos habitados por humanos están siendo destruidos en un proceso al que se llama "fuga cultural". Esta fuga está relacionada con los conflictos sociales de esos mundos, pero también es una destrucción física acelerada, en la cual quizá tengan alguna responsabilidad los Xlv.

Para un repaso detallado pueden consultar este artículo que hizo Jo Walton para Tor. Aquí sólo digamos que además de aniquilación de mundos hay cerebros reprogramables, alcahuetería interestelar, sexo entre diferentes especies y una fiesta que acaba como la de El ángel exterminador.

Lo más sobresaliente de Stars in My Pocket... es su worldbuilding y el uso que hace del lenguaje. Esta parte del universo que habitan el ex-esclavo Rat Korga y el "diplomático industrial" Marq Dyeth tiene, además de una historia política y viejos conflictos ideológicos, una literatura, cuyos logros son esbozados a lo largo de varias páginas para que los aprendan los personajes y con ellos el lector. Así, al recordar la obra de la tirana-poeta Vondramach Okk, se dice:

—Una de las cosas que la hacen especialmente interesante es ese lenguaje que inventó. Se lo sacó de la manga siendo niña, en esa enorme estación macro-vida en la que pasó buena parte de su infancia inválida. Usaba un sistema de escritura tanto fonético como ideográfico, así como una serie de cambiorrunas.

—¿Cambiorrunas?

—Letras que se pronuncian de cierta manera la primera vez que aparecen en un texto, de otra manera la segunda vez, de otra la tercera vez y así siguen en una secuencia fija. Le permiten al poeta una técnica interesante: puede tener pares de palabras que hacen aliteración visualmente pero no fonéticamente, y pares que hacen aliteración fonéticamente pero no visualmente, y además puede enfrentar esos dos pares de palabras.
Durante las primeras sesenta páginas (en la edición de Bantam) la narración se hace en tercera persona y cada posible duda del lector es explicada.

Al terminar esta introducción comienza la narración en primera persona de Marq Dyeth, quien habla y piensa como se acostumbra en el planeta Velm. Jo Walton, en el artículo arriba mencionado, resume las peculiaridades del habla de Marq así:

El género se construye de manera diferente. She es el pronombre usual para cualquier criatura consciente, woman es la palabra usual para decir "persona". He es el pronombre para alguien que deseas. Man es una palabra obsoleta y poética. Mother es un rol que cualquiera puede tomar si está criando niños.

¿Cuál es el resultado? El lector no puede saber el sexo de los personajes la mayor parte del tiempo. Y, a menos que el lector esté preparando una edición crítica de esta novela (una que llevaría notas al pie en casi cada página), la forma más cómoda de leerla es dejar de averiguar el sexo de los personajes. Ocasionalmente hay alguna descripción de su físico que resuelve la cuestión, pero luego de varias páginas de práctica esto se vuelve irrelevante. En el caso de Japril, uno de los personajes principales, tenía una voz y un modo de argumentar propios, pero yo llegué a la última página sin saber si era "amigo" o "amiga" de Marq.

Stars in my Pocket... fue el último proyecto ambicioso de su autor. Y uno de esos libros de CF buenos para darle reset a tu perspectiva del mundo.

8/22/2012

gagarin lejos de calabuch

The Right Stuff


En The Right Stuff, el libro de 1979 en el que se basó la película de Philip Kaufman, Tom Wolfe sigue la preparación y lanzamiento de Los Siete del Mercury, el primer equipo de astronautas de los Estados Unidos.

En la crónica de Wolfe la carrera espacial entre los E.U. y la Unión Soviética no es una guerra de símbolos y arquetipos flotando en los cielos, es un enfrentamiento concreto que buscaba mitigar un pavor concreto. Cuando Gagarin entró en órbita pasó varias veces sobre los Estados Unidos: la población sabía que un soviético sonriente había flotado sobre sus cabezas. De momento sólo era un soviético enlatado dando vueltas, pero eso podía ser el primer paso para algo más. Como ese algo más nunca llegó su pavor nos parece ingenuo, pero no se los parecía en ese momento. Que uno de los suyos lograra lo mismo emparejaría las fuerzas. El mundo que había conocido la guerra total y la bomba atómica volvía a creer en el combate singular, en el individuo elegido para hacer de avatar de una nación.

Con la decadencia de la magia arcaica, la creencia en el combate singular comenzó a morir. El desarrollo del ejército moderno, altamente organizado, y el concepto de la "guerra total" parecieron enterrarla para siempre. Entonces algo extraordinario sucedió: la bomba atómica fue inventada, anulando el concepto de la guerra total. El poder incalculable de la bomba y las bombas que aparecieron después también provocaron el crecimiento de un nuevo tipo de superstición asentada no en el pasmo por la naturaleza, como había sido con la magia arcaica, sino por la tecnología. Durante la Guerra Fría las justas a pequeña escala recuperaron el aura mágica de un "experimento con el destino", una adivinación de lo que vendría si la guerra total nuclear ocurriera (p. 97)


Tom Wolfe en 2009


La recuperación del combate singular no sobrevivió a la llegada a la Luna. La ocasión fue celebrada pero no había mucho más después. "Sí, lo hicimos. ¿Y ahora?" Las misiones espaciales continuaron pero nunca recuperaron la ambición de entonces. Cuarenta años después del primer alunizaje Wolfe lo describió así:

Todos, incluido el Congreso, sintieron ese golpe de adrenalina. Entonces, a la mañana siguiente, los congresistas comenzaron a preguntarse algo que no se les había ocurrido nunca desde el discurso de Kennedy. ¿De qué iba esto del combate singular —ellos no usaron esa precisa expresión— ? Había sido una batalla por el entusiasmo doméstico y la imagen en el extranjero. Bien, sí, ganamos, pero esto no tenía ningún significado táctico-militar. Y había costado una fortuna, $150 billones o algo así. ¿Y eso de querer mandar un hombre a Marte? Más de lo mismo, si lo veías con cuidado. Qué encomiable... qué visionario... ¿por qué mejor no pegarle a la Scarlett O'Hara, "ya lo pensaremos mañana"?
One Giant Step to Nowhere, NY Times.


Emmanuel Levinas: abandonar el lugar


La inutilidad de ganar la carrera espacial no es accidental. Wolfe es un gran cronista pero no busca los motivos. El que ya lo había hecho, antes, fue Emmanuel Levinas. Los cohetes de los americanos y soviéticos cargaban con un gremlin del que no sabían. Uno que desactivaba el combate singular y los ideales del combate en general. Colocar a un individuo en el espacio exterior lo sitúa más lejos que nunca antes del Lugar, del Habitar y las particularidades. Del Estado.

Esa fe no nace de las facilidades que las máquinas y las nuevas fuentes de energía ofrecen al infantil instinto de la velocidad; no pasa tampoco por los encantadores juguetes mecánicos que tientan la eterna puerilidad de los adultos. Radica en cambio en el estremecimiento de las civilizaciones sedentarias, en el desmoronamiento de las pesadas cargas del pasado, en el palidecer de los colores locales, con las fisuras que rajan todas esas cosas molestas y obtusas a las que se adosan los particularismos humanos. Hay que ser subdesarrollado para reivindicarlas como razones de ser y luchar en su nombre por un lugar en el mundo moderno. El desarrollo de la técnica no es la causa -es ya el efecto de ese aligeramiento de la sustancia humana que se vacía de su pesadez nocturna... No se trata de volver al nomadismo, tan incapaz como la existencia sedentaria de salir de un paisaje y de un clima. La técnica nos arranca al mundo heideggeriano y a las supersticiones del Lugar. A partir de allí surge una nueva posibilidad: percibir a los hombres fuera de la situación en la que se encuentran implantados, dejar relucir el rostro humano en toda su desnudez... Lo admirable en la hazaña de Gagarin no es su magnífico número de Luna Park que impresiona a la multitud; tampoco lo es la performance deportiva realizada al llegar más lejos que los otros, batiendo todos los récords de altura y velocidad. Más importante que todo eso es la apertura probable a nuevos conocimientos y a nuevas posibilidades técnicas, son el coraje y las virtudes de Gagarin, es la ciencia que ha hecho posible la hazaña y todo lo que todo esto a su vez presupone en términos de espíritu de sacrificio y de abnegación. Pero quizás lo que cuenta por encima de todo es el hecho de haber abandonado el Lugar. Por una hora, un hombre ha existido fuera de todo horizonte -todo era cielo alrededor suyo o, más exactamente, todo era espacio geométrico. Un hombre existió en lo absoluto del espacio homogéneo.
Difícil libertad (1963/1976).

No en balde una de las primeras colaboraciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética tuvo lugar en el espacio, en 1975, cuando una cápsula Soyuz se unió a un módulo Apollo estadounidense. El contacto se hizo con reticencia, pero al menos en el esapcio era posible un contacto que hubiera sido impensable en la Tierra.


De Mare Tranquillitatis a Bradbury Landing


Ahora que los estadounidenses exploran Marte, mediante máquinas dirigidas desde la Tierra, es más patente el alejamiento del combate singular y la figura del héroe. Megan Garber, en The Atlantic, lo describe así:

La época del astronauta fue también la del astronauta como héroe. Fue la época que nos dio, retroactivamente, "Rocket Man", y The Right Stuff, y Apollo 13, y el moonwalk: acontecimientos culturales que provenían de un lugar no sólo de imaginación, sino de inspiración. El espacio era el futuro; los astronautas nos estaban llevando a él. Así que colocamos a esos exploradores por encima del resto de nosotros, figurativa y literalmente. Nos emocionaban las imágenes épicas de hombres épicos, viajeros que, sin estar seguros de qué encontrarían, sortearon los inseguros límites de la Tierra para tocar el rostro de Dios... Todavía tenemos astronautas, pero los exploradores espaciales que se aventuran en lo desconocido ya no son de carne y hueso. Y eso nos facilita a nosotros, observadores plantados en la Tierra, ver a la NASA como lo que es: una agencia humana, una agencia con fallas, pero también una agencia que lucha por algo más. Ahora nos es más fácil ver al equipo de NASA no como héroes, beatificados por el valor, sino como algo mucho mejor: gente que hace cosas heróicas. Gente que merece respeto, pero no necesariamente reverencia.

Todavía se nota un algo patriótico en esas palabras, pero ya no se refieren a héroes, sino a hijos de vecina muy avispados, y aferrados en conseguir un objetivo. El pedazo de Marte al que llegó el astromóvil Curiosity ahora lleva el apellido de uno de los grandes hijos de vecina de ese país: se llama Bradbury Landing.

El título de este post alude a esta canción, que a su vez cita esta película.

7/23/2012

the legendary pink dots, remasterizados

Hace unos cinco años escribía aquí a propósito del destino del áĺbum, del LP, que algunos de los beneficiados con las nuevas formas de difusión de música eran los compositores prolíficos, y también los que se encuentran en el extremo opuesto, los que no tienen prisa por entregar nuevas grabaciones.

Entre los prolíficos un caso ejemplar es el de The Legendary Pink Dots. Desde la formación del grupo, en Londres en 1980, entre grabaciones de estudio y de conciertos han sacado más de cuarenta discos. Eso sin contar los proyectos paralelos y los álbumes como solista de Edward Ka-Spel, el líder de la banda. Además de que hace canciones como si fueran panqueques, éstas pueden ser muy distintas entre sí. Ha grabado un pop tan directo como el de Frosty, pero también extensas piezas psicodélicas o tracks de ambient estático.

Los Pink Dots tenían todos los elementos necesarios para aprovechar las nuevas formas de difusión de música. Ka-Spel se tardo algunos años en entenderlo así, pero desde que lo hizo está desatado: está subiendo la discografía remasterizada del grupo a Bandcamp. Además de lo conocido, que es tanto, ha subido algunas cosas nuevas y otras que nunca habían salido a la luz.

Hace tiempo que quería publicar este post pero esperé a que subieran From Here You'll Watch the World Go By (que incluye mi canción favorita de ellos, "Citadel"). Otros de los álbumes recomendables de los Pink Dots: All The King's Horses, The Maria Dimension, The Crushed Velvet Apocalypse y The Tower. Los pueden escuchar gratis en esta dirección.

6/28/2012

el café de miss amelia

De La balada del café triste, Carson McCullers.

Pero a la vida de un hombre no se le ha puesto precio: nos la dan de balde y nos la quitan sin pagárnosla. ¿Qué valor puede tener? Si se pone uno a considerar, hay momentos en que parece que la vida tiene muy poco valor, o que no tiene ninguno. Cuántas veces después de haber estado uno sudando, y esforzándose, las cosas no se le arreglan, se le mete a uno en el fondo del alma el sentimiento de que no vale gran cosa.
Pero el nuevo orgullo que trajo el café a este pueblo se dejó sentir en casi todos los vecinos, hasta en los niños. Porque para ir al café no era necesario pagar la cena, o un vaso de whisky; había refrescos embotellados por un níquel; y si no podía uno gastarse ni eso, miss Amelia tenía una bebida llamada zumo de cereza que valía un penique el vaso y era de color rosa y muy dulce. Casi todo el mundo, excepto el reverendo T. M. Willin, iba al café por lo menos una vez a la semana. A los niños les encanta dormir en casas ajenas y comer con los vecinos; en esas ocasiones se portan como es debido y se ponen orgullosos. Así de orgullosos se sentían los vecinos del pueblo cuando se sentaban a las mesas del café. Se lavaban antes de ir donde miss Amelia y al entrar en el café se restregaban los pies muy finamente en el salón. Y ahí, por lo menos durante unas horas, podía uno olvidar aquel sentimiento hondo y amargo de no valer para gran cosa en este mundo.

space invaders

Cuando llegó esa nueva influenza a la ciudad, el gobernador dirigió un mensaje a los ciudadanos para felicitarlos por haber afrontado valientemente varios conflictos. Esos conflictos eran "la influenza, que nos llegó de fuera, la crisis económica, que nos llegó de fuera, y el crimen organizado, que nos llegó de fuera", palabras más, palabras menos eso dijo. Las cursivas son mías, él no habló con cursivas. No estaba inventando ese discurso, la idea de que a este Edén entre las montañas el mal le llega de fuera era un relato popular en la comunidad. No importaba si las costumbres sanitarias de los ciudadanos favorecían la propagación de la influenza, o si la desigualdad existente agravaba la crisis económica o si los naturales de la zona participaban en el crimen organizado. El mal en Monterrey era siempre una invasión del espacio exterior, el color que cayó del cielo.

6/27/2012

de vuelta al barrio antiguo de monterrey

1. La tarde del domingo en el Barrio Antiguo. Un cargador le gritó al dueño de una tienda de antiguedades:

—¡Ya van a llegar, traen un piano!

—No es piano, es un órgano. Pónganlo al fondo.

Descargaron un órgano viejo, entre dos hombres lo arrastraron al fondo del local. El local consistía en una serie de cuartos grandes, llenos de muebles y aparatos antiguos. Caminé detrás de los cargadores. El sitio era al menos tan grande como lo eran, en su momento, el Café Iguana o el Skizzo, una de esas casas grandes del Barrio.

La dueña del local de junto llegó para platicar con el dueño. Se quejó de uno que quería llevarse un mueble al costo.

—Así no le gano, y si no le gano ¿de qué se trata?

Por alguna razón los visitantes, o más bien las visitantes, llegaban en pares conformados por una señora asoleada y una hija o sobrina adolescente cargando las cosas de la señora asoleada. Uno de esos pares dio vueltas en torno a un ajedrez tallado en piedra. Lo miraron por un ángulo y por otro. "¿Y cuánto es lo menos?" preguntaron al fin.

Más adelante encontré a los numismáticos. Eran un grupo animado en una mesa, con comida y refrescos. Uno sacó de su maletín diferentes monedas guardadas en sobres, intentó que una de ésas agradara a su amigo para hacer un intercambio. El amigo las miró con cuidado sin decir palabra, sin decidirse.

Yo iba tan asoleado como las señoras y no tenía hija o sobrina adolescente que me cargara nada. Me metí a un café para beber cualquier cosa fría. Lo encontré casi lleno, más adolescentes, de ambos sexos y sin señora al lado, bebiendo smoothies de colores primarios, platicando sobre gente de su cuadra y sobre perros, soltando risitas de tiempo en tiempo.

Pedí un smoothie. Al darle el primer sorbo me sentí de una edad inadecuada para estar bebiendo algo de ese color. Entonces caí en la cuenta: llevaba rato sin toparme a nadie de mi edad. Cuando esto era la zona de bares de la ciudad los veinteañeros y treintañeros éramos la norma acá.

El Barrio tiene sus numismáticos, sus anticuarios y sus adolescentes que beben smoothies y platican de gente y de perros y se sonríen. ¿Exactamente por qué debería añorar nuestro regreso? ¿Qué teníamos de sensacional las hordas de bebedores veinteañeros y treintañeros?


2. El relato aprobado es que las turf wars del narco se comieron al Barrio Antiguo de los bares, pero éste siempre funcionó a trasmano.

Hace unos diez años varios que sólo nos conocíamos por internet acordamos vernos ahí para intercambiar discos y platicar en persona. Una chica dijo que tenía el lugar ideal. Era un café nuevecito y todo para nosotros. Asumimos que pertenecía a la familia de esta chica y también asumimos que a alguna hora debíamos retirarnos para que el café iniciara sus actividades habituales. Ella nos explicó que no había prisa, que el café era de sus tíos y tenía unas pocas semanas que lo habían acondicionado e inaugurado, pero ya no lo iban a usar. "Para que algo funcione aquí hay que mocharse con la policía", nos explicó, "mis tíos no son de aquí y no lo sabían, y eso está fuera de su presupuesto, así que no lo seguirán abriendo".

Además de funcionar a trasmano el Barrio de los bares nació anacrónico. Amontonar los bares en un rincón es de zona rosa de los sesenta: una práctica de cuando el resto de la sociedad necesitaba pretender que no existían esas actividades.


3. Luego de esa caminata dominical por el nuevo Barrio Antiguo me enteré que los candidatos a la alcaldía lo usan como botín electoral. Enríquez promete que volverán los bares y organizó una tocada callejera sin aclarar que era parte de su campaña. Cuando el público lo vio salir para dar un discurso lo corrieron a gritos. Arellanes promete que no volverán los bares y que el Barrio será una zona cultural. Hasta donde sé los talleristas y las galerías del sitio ya hacen eso sin esperarse a que ella sea alcaldesa. Para que lo del Barrio sea "de a deveras" no le hace falta certificación oficial, tampoco una docena de bares. Qué capricho de volver a la "última versión guardada del archivo" en lugar de cambiar el sistema operativo.

6/08/2012

cina miéville - la ciudad y la ciudad

The City & The City es una novela detectivesca que ocurre en un contexto fantástico, las ciudades estado Besźel y Ul Qoma, que siendo dos ocupan el mismo espacio. En una misma calle, algunas de las casas y las personas son parte de Besźel, físicamente parecida a las ciudades del centro de Europa, otras de las casas y las personas son de Ul Qoma, ciudad de aspecto bizantino, más próspera que Besźel. Los ciudadanos de cada una descartan, pasan por alto, todo lo extranjero aunque ese algo extranjero esté a unos centímetros de ellos. Para no verse por error o invadirse por error, hay colores, atuendos y formas de andar que sólo se usan en una de las ciudades. Cuando alguien transita ilegalmente de una a otra es castigado por una autoridad casi invisible llamada breach.

Eso es sólo un bosquejo, una probada de las leyes y las costumbres en Besźel y Ul Qoma. La novela está llena de tradiciones, tabús y formas políticas inventadas por su autor, China Miéville. Este mundo inventado es tan asombroso que la historia detectivesca de The City & The City casi sale sobrando. De hecho, es sonrojantemente ingenua, como de Scooby Doo. Para que platiquemos sobre ella habrá que contar el final, así que si no te gusta enterarte de los finales puedes dejar de leer en este momento. Por otro lado, la resolución de ese caso es lo menos interesante de la novela, tampoco pierdes mucho sabiendo en qué acaba.

En resumen, una estudiante de arqueología aparece muerta. La chica había hecho investigaciones sobre una tercera ciudad en la que ya nadie cree, una tercera ciudad legendaria. Las pistas indican que la mataron porque "sabía demasiado". Quizá esa tercera ciudad existe y la mataron para que no lo revelara. Al final resulta que todo era un montaje para que una malvada corporación americana pudiera robar tesoros arquelógicos (en este caso unos trebejos parecidos al Mecanismo de Anticitera). El lector se entera de esto en los últimos capítulos, cuando el detective acorrala a un sospechoso y tienen una informativa plática héroe-némesis. Digamos que como trama policial no es muy distinta a quitarle la máscara al monstruo y descubrir que era el tío James, haciéndose pasar por monstruo para quedarse con el tesoro. Ahí nomás.

Me quedé con la impresión de que Miéville podría haber puesto cualquier otra historia en ese escenario genial que es Besźel/Ul Qoma. Algo costumbrista, o de enredos cómicos, o sobre enamorados, o de intriga palaciega, qué sé yo. Casi cualquier cosa funcionaría, es de las ciudades y sus costumbres de las que se enamora el lector. Incluso habría bastado mostrar un par de días en la vida de un empleado de correos de Ul Qoma. Y por lo elemental de la trama policiaca que usó, sospecho que Miéville no es seguidor de ese género. Es un lector atento de Alfred Kubin, Bruno Schulz y Kafka, pensando "habrá que poner un policía, y un par de muertos, a la gente le gustan las historias de policías, ¿verdad? ¿Verdad?"

Es lo de menos. The City & The City está ahí para que admiremos estas ciudades que le dan la razón a lo que decía Huzinga: "en la forma como expresa su principio delata el estado, en formas diferentes, su naturaleza fantástica hasta los extremos de una conducta absurda y suicida".

4/14/2012

gabriel zaid - los demasiados libros

Hace 6 ó 7 años Gabriel Zaid escribía frecuentemente a favor del precio único para los libros. A mí el tema me daba urticaria. Lo que proponía era bueno para meter orden en un mercado desmadrado, y benéfico para la mayoría. No para mí.

Es raro que busque un libro recién salido de la editorial. La última vez que hice eso en muchos años fue con Milagros de vida, de Ballard (nota: es tremendo). Aparte de las librerías de viejo y las descargas gratuitas, mis proveedores son esas otras mesas que tienen en las librerías especializadas. Me explico. En la Libería Monterrey, que se dedica a los libros de texto y los de esoterismo, hay una mesa con Breviarios del FCE y títulos de Sexto Piso a la mitad o una tercera parte de su precio normal. En una de las Paulinas, dedicadas a textos católicos, hay un estante de filosofía publicada por Gredos y Trotta que en otras partes no se encuentra y cuesta la mitad de lo que cuesta en la FIL. En la Vesalius, cercana a la facultad de medicina y especializada en esa área, hay libros de nutrición que cuestan la mitad de su precio en Gandhi (eso lo descubrí buscando cosas para el trabajo, y es así, tal cual).

La medida del precio único supone que las grandes cadenas ofrecen descuentos con los que no pueden competir los libreros independientes. Mi experiencia en los sitios que mencioné es la opuesta. Claro que son excepciones y los reglamentos no se hacen en base a casos aislados, minoritarios. En lo que respecta a la compra de libros soy la minoría de la minoría, nadie hace caso a mis quejas y no tendrían por qué hacerlo. Me quejaba entonces de los artículos de Zaid porque recomendaban algo que no me beneficiaba a mí.

Hace poco encontré en la mencionada Librería Monterrey Los demasiados libros, el libro demasiados más uno que escribió Zaid. Es una primera edición, así que cae dentro de lo que el libro describe como el peor escenario para un libro: quedarse más de diez años embodegado. Tiene unas 150 páginas, no tiene desperdicio y posee una claridad que da miedo. Y describe muchas prácticas de adquisición de libros que no tienen nada qué ver con cómo los adquiero yo. Ese es problema mío.

Cuando leía aquellos artículos de Zaid sobre el precio único pensaba que el hombre llevaba mucho tiempo sin ir a los mostradores de las librerías, encargando cosas encerrado en su oficina. Sea eso cierto o no, es curioso que su héroe-librero es un garbanzo de a libra que ocurrió en estas mismas calles:

Un librero admirable de Monterrey, a mediados de siglo, hizo obra cultural y prosperó con un método imposible. Revisaba los catálogos con los ojos de cada uno de sus clientes. Sabía qué libro le iba a interesar a quién, y apostaba con una puntería casi infalible. Compraba el libro equis par el lector zeta, y cuando éste llegaba y se ponía a ver las novedades, hacía el descubrimiento feliz: un libro que le interesaba y se llevaba. Naturalmente, si el encuentro no se producía, el libro se quedaba ahí diez o quince años. De hecho, Alfredo Gracia funcionaba como una especie de agente de compras, por su cuenta y riesgo, para un conjunto de lectores. En vez de comprar por encargo de ellos, adivinaba sus deseos.

3/28/2012

echando un coyotito en el cine

Más sobre cine y aburrimiento: Taking a Nap at the Movie Theater, en Jack Move Magazine. Y acá un artículo del pasado diciembre para esa revista: Playing Like a Girl: Women in Electronica.

huizinga y mannheim

Huizinga cita y comenta al Mannheim de "Hombre y sociedad en una época de reconstrucción". Entre las sombras del mañana (1935).

"Si se les demuestra a las amplias masas que el robo es el fundamento de la constitución de los Estados en su totalidad y de las relaciones exteriores entre los Estados, y que también por robos interiores y empresas de botín pueden ser arrebatados los resultados obtenidos por el trabajo y por la función social...", entonces se acaba toda la ética del trabajo y su acción conservadora en la sociedad.

Mannheim pone aquí de manifiesto una consecuencia peligrosa de la doctrina de la inmoralidad del Estado; a saber: que dicha doctrina no puede ser monopolizada por el estado, sino que también otros grupos más reducidos, otros grupos pseudopúblicos se apoderarán de ella para ponerla en práctica.

3/26/2012

extrañando el mugrero magnífico

Dice John Wilson, "lo más triste es que en los 32 años que llevamos haciendo los Razzies, lo original y malo, como lo original y bueno, se ha perdido". Un profesor agrega que "la ambición es opacada por las ganas de encajar... ya no salen películas asombrosamente malas, sólo fracasos aburridos". Un medio donde la película de animales deportistas tiene tan buena factura como la de Meryl Streep y ninguna de las dos importa un rábano.

3/23/2012

my name is marietta cashman

Entre 1967 y 1970 la adolescente Hannah M.G. Shapero aprovechó que su padre (el compositor Harold Shapero) estaba a cargo del estudio de música electrónica de la universidad Brandeis para usar el Buchla 100 de ese estudio. Llegó ahí a los catorce años y cuarenta años después subió sus grabaciones de adolescencia a Internet Archive. El álbum se llama My Name is Marietta Cashman pero no hay tal Marietta Cashman, "le puse el título en 1969 al modo de los títulos absurdos de Frank Zappa, escuchaba mucho a Frank Zappa entonces", explica. Actualmente Hannah se dedica a hacer ilustraciones y ha vuelto a la grabación de música electrónica.

3/12/2012

esa canción que suena a cat power

El sábado vi a Girls en el Festival Nrmal y al comenzar una de sus canciones la tomé por un cóver de The Greatest de Cat Power.

Resultó que la letra era otra aunque toda la estructura de la canción sigue de cerca a "The Greatest". Hoy la busqué en Google y ya varios han pensado lo mismo.

En NME:

Every time this song begins, my brain goes ‘OH! It’s ‘The Greatest’ by Cat Power’ and I prepare to get foetal on the floor and weep. And then – this is the neat trick – it turns out to in fact be a song called ‘My Ma’ by Girls...


Uno de los comentarios en The Guardian:

Listen to the track My ma' and then listen to Cat Power - The Greatest. Don't you find the tracks to be a bit too similar? Structually they seem to be indentical.


Este post titulado Songs that Sound Like Girls' New Song la compara además con una de Flaming Lips y una de Built to Spill:

Not an obvious sound-alike, but very similar in its structure and sound. “The Greatest” opens Cat Power‘s 2006 album of the same name, and sets the mood for an emotionally reflective outing. Out of all four songs, this may be the best, but “My Ma” is a worthy number two.


Los comentarios en lastfm también la comparan con ese track de Flaming Lips y el de Cat Power (cinco veces):

''This sounds like cat power - the greatest'' [5]

2/27/2012

la invasión

Conozco a ese hombre, supongo que trabaja cuidando coches en un estacionamiento o hace reparaciones en las oficinas cercanas, pero nunca me había fijado en sus manos. Es un tipo alto, ya viejo y con las espaldas anchas. Tiene una expresión bonachona que no encaja bien con el resto de su apariencia, pero encaja mejor que sus manos. Fue el taxista el que las notó. Pasamos a su lado y no podía dejar de verlas, dejó de ver el camino delante de él para observar esas manos. "¿Que onda con sus manos? ¿Son de verdad? ¡Parecen de hule!", dijo.

El hombre que quizá trabaja cuidando coches mueve poco los brazos al caminar. Por esto y las espaldas anchas me recuerda un poco a la Alice de Popeye. Son sus manos las que se mueven al caminar, una hacia adelante y la otra hacia atrás, como las patas del pato, y efectivamente parecen de hule. Parecen no tener ni un hueso dentro, se mueven hacia adelante y hacia atrás como si estuvieran mal amarradas a las muñecas y el caminar les diera ese vaivén. "La piel parece real", dije, "son manos reales que se mueven raro". El taxista volvió la vista al camino delante de él, con media sonrisa en la cara, como anticipando el gusto de contar lo que había visto a sus amigos o en un bar. "En serio, güey, ¡se movían así!"

El siguiente fin de semana casi choco con un adolescente que iba saliendo del Carl's Jr. cercano a la calle Morelos. Cuando me disculpé noté que era un grandulón que caminaba casi sin mover los brazos. Con ansiedad me fijé en sus manos. Se movían como las patas del pato al nadar, una hacia adelante y la otra hacia atrás. Parecían de hule.

1/22/2012

dos gatos de la calle zuazua

Es un hueco en esa calle, un nicho entre dos casas. La mañana del martes había dos gatos ahí: uno gris, muerto y mosqueado, el otro era blanco, seguía vivo y descansaba junto al muerto. Tenía las patas recogidas y miraba hacia la calle. Me ignoró cuando pasé frente a ellos. Encontré natural la imagen, sé que algunos gatos hacen eso, quedarse junto al otro gato muerto. No sé cómo lo sé, si es algo que he tenido cerca antes, si me lo contaron, si alguien lo escribió. Sólo sé que es común. Éste tenía la misma expresión de seriedad boba que ponen los gatos cuando cagan, quizá para él esto era igual de simple y necesario que cagar o dormir. La mañana del jueves los dos estaban muertos.

1/01/2012

en el día más brillante, en la noche más oscura

Sobrevino una vez un gran temporal y terremoto; abrióse la tierra y apareció una grieta en el mismo lugar en que él apacentaba. Asombrado ante el espectáculo descendió por la hendidura y vio allí, entre otras muchas maravillas que la fábula relata, un caballo de bronce, hueco, con portañuelas, por una de las cuales se agachó a mirar y vio que dentro había un cadáver, de talla al parecer más que humana, que no llevaba sobre sí más que una sortija de oro en la mano; quitósela el pastor y salióse.
Platón, La República.

cfr. El origen de Green Lantern.