Subsisten lugares privilegiados, cualitativamente diferentes de otros: el paisaje natal, el paraje de los primeros amores, una calle o un rincón de la primera ciudad extranjera visitada en la juventud. Todos esos lugares conservan, incluso para el hombre más declaradamente no-religioso, una cualidad excepcional, “única”: son los “lugares santos” de su Universo privado, tal como si este ser no-religioso hubiera tenido la revelación de otra realidad distinta de la que participa en su existencia cotidiana. Eliade, "Lo sagrado y lo profano".
A propósito de ciertos lugares, la disposición de las calles, plazas y casas en esos lugares y lo que estos propician. O uno considera que propician. Compárese con el mapa personal de Londres del protagonista de Un fragmento de vida (Machen) y con casi todos los relatos de Las ciudades invisibles.
4 comentarios:
Oye, es una idea a la que siempre le doy vueltas cuando veo las películas de Wim Wenders (aunque, claro, mis conjeturas no tienen la elegancia de la prosa de Mircea, a quien por lo visto TENGO QUE LEER). Piensa por ejemplo en Lisboa, Berlín o La Habana, no vistas con los ojos de un turista, sino desde un plano más modesto pero infinitamente más entrañable -de puertas adentro e incluso al nivel del suelo- a través de los personajes de Historia de Lisboa, Las alas del deseo y Buena Vista Social Club.
R
Cosita...
¿No tenemos todos esos "lugares santos"? ¿Una plaza de infancia, un rincón en un parque, un jardín (que no era precisamente un jardín) en la facultad...?
Sr. Magnánimo.
Precisamente, Sr. Magnánimo (:
R: De hecho, Berlín se ve bien sin chiste en esos documentales que pasan de la DW. Pero nomás suéltaselo a Wenders...
De recién llegado a Xalapa traté de hacer lo mismo que hace el tipo de "Un fragmento de vida". No preguntaba por el nombre de los lugares, los nombraba según lo que ocurría en ellos o lo primero que me recordaban. El resultado es que actualmente no tengo idea de cómo se llamaba nada en Xalapa (:
Lo de Jalapa me consta. Cuando te fui a visitar conocí lugares tan pintorescos como la-esquina-donde-venden-hamburguesas, la-avenida-desde-donde-vi-con-Val-por-primera-vez-el-Pico-de-Orizaba, la-avenidota-que-lleva-al-centro, la-plaza-de-la-ardilla, el-cine-de-cinco-pesos, la-esquina-de-la-Gandhi, la-calle-de-los-libros-usados, entre otros sitios que merecerían ocupar permanentemente un lugar en las guías turísticas de la ciudad.
R
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