9/11/2004

ciudad

Uno de los temas fue qué demonios buscábamos en otra ciudad. En la mesa estaba un ejemplar de Melocotones helados de Espido Freire. Cuando Val se fue abrí el libro. Tenía un epígrafe de Kavafis:

La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles (...)
Pues la ciudad siempre es la misma. Otra no busques
-no hay-,
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"...running over the same old ground. What have we found? The same old fears..." (PF. ¿Te acuerdas? Es otro el contexto pero la sensación debe ser similar).

R

Anónimo dijo...

Y por lo demás, ¿qué diablos? ¿Quién quiere ser gratuitamente feliz, esto es, tener garantizada la felicidad, así sin más, como quien garantiza una pensión para su retiro y sabe que no debe preocuparse más (ser o no ser, esa es la cuestión, ¿qué es más levantado para el espíritu, dejarse llevar confianzudamente a la deriva o darse en cambio de topes con todo lo que viene?)? Aquí también Kavafis tiene algo que decir: alguna utilidad deben tenre las las Ítacas, después de todo.

http://www.dcc.uchile.cl/~franmuno/personal/POESIA/kavafis_itaca.html

R

Nicolás Díaz dijo...
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Nicolás Díaz dijo...
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Nicolás Díaz dijo...

La sensación es exactamente la misma, Sr. Oportuno. Supongo que por eso tuve vetado a PF cuando regresé. Fue hasta hace unos meses que pude escuchar de nuevo "Wish You Were Here".

Y definitivamente no querría comprarme un seguro de estabilidad, no me interesa la felicidad embotellada y en dosis controladas.

... bueno, sí me gustaría cuidar de un gato. Ya ves, ¿para qué cerrabas la fábrica? Tampoco quiero que me des al Moro, ¿te imaginas hasta dónde podría llegar de techo en techo en el centro? ¿y sin saber cómo bajar?