9/23/2004

aldea

Todos los critiquillos flojos hundieron al Shyamalan por la misma razón: usar de nuevo ese twist al final de la historia. ¿De verdad no sabíamos que lo haría de nuevo? ¿A poco no nos gustaron Sexto sentido, El protegido y Señales, que tenían ese tipo de final? Echarle la culpa a ese recurso es tan bobo como quejarse de que en las películas de Hitchcock el protagonista siempre fuera un hijo de vecina, en lugar de un detective o un matón profesional.

Si The Village no deja la misma satisfacción que sus películas anteriores es porque esta vez la última vuelta que da la historia desemboca en el mundo común y corriente, el de todos los días. Cuando llegas a casa no temes ver debajo de la cama, ni te pone nervioso ver una puerta abierta en la noche. Los personajes, la ambientación y la estructura son tan interesantes como en toda su filmografía, pero nosotros queríamos un cuento de miedo y no nos lo dieron. Eso es todo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

O como culpar a Vermeer porque se la pasaba pintando escenas de interior o a Gerswhin porque en todas sus obras aparecen ritmos bailables.

Esta es una de las pocas ocasiones en que coincidimos punto por punto tú y yo. Tienes la misma opinión que yo tengo de la película de Shyamalan. Y sí, yo también esperaba un final en el terreno de lo fantástico, como sí se da en sus tres películas anteriores.

Creo que también coincidimos en que nos gustan Paul Auster, Heat, El maestro y Margarita y El viaje de Chihiro. ¿Recuerdas alguna otra coincidencia?

R

Nicolás Díaz dijo...

Norita?