11/12/2006

electrónica en el teatro de la ciudad

La noche del 9 de noviembre tuvo lugar el 1er Festival de Música Experimental, en el foro al aire libre del Teatro de la Ciudad. El nombre padecía un exceso de ingenuidad y/o megalomanía, y el programa anunciado por el Festival del Barrio Antiguo no coincidía con el distribuido por las bandas, y las que al final se presentaron fueron menos, pero aun así el resultado fue satisfactorio. ¿Cómo puede dejar buen sabor una receta para el desastre? Pueden dar las gracias a Nebula 3, Orvonton y Uvi.lov.

Nébula 3, del sello tapatío Abolipop, es a su modo un triple salto mortal. Luego de años en la EBM y el electro que viste de negro (bajo el nombre Sueño de Luna), Israel Martínez dejó las mangas de fishnet y ahora factura una IDM que no descuida el gancho pop. Con guitarras y coros escondidos en su Mac, y cantando en vivo (en inglés, con temas como la ruptura y los choques culturales), fue el único acto de la noche que puso a bailar al público.

Orvonton (Carlos “P-chan” López, otro devoto de la lap) comenzó con el ambient y el noise que ya conocimos en el demo Tensión Superficial (2006) y su musicalización del film Metrópolis. Pocos minutos después se le sumó R Con R (del colectivo Emulación Aleatoria), y juntos confeccionaron una sesión que poco tenía que ver con la obra anterior de cada uno: samples de anuncios de los años cincuenta y secuencias de Tito Puente, servidos sobre una cama de clavos de breakcore. Los indecisos y los que francamente planeaban la fuga acabaron quedándose. Habrá que avisarles que este sonido no lo tenía Orvonton un mes antes, y que cambiará un mes después. P-chan lleva prisa.

Los otros que en el escenario rebasan las limitaciones de su demo son Uvi.lov, distanciándose poco a poco de la recurrente comparación con múm. Por lo pronto tenemos esos subidones de dream pop ambicioso, finales con sonido saturado e inflexiones vocales en la línea de Jamie Stewart, que sumados a un serrucho cantante los desmarcan del lugar común, sin negar el referente de los islandeses. La última canción (¿”Cuatro caracoles en una cesta”?) no recuerdo haberla escuchado antes, así que quizá hay nuevos tracks en preparación.

Su intervención (Pierre + Marie Curie cerrarían originalmente, pero se cayeron del cartel) terminó hacia la 1:30 de la mañana del viernes, hora a la que el público salió disparado a buscar los últimas cervezas del Barrio Antiguo, dejando a los músicos en una titánica levantadera de cables, trebejos y bocinas. La recomendación: enlacen estos proyectos en myspace.com para que estén al tanto de sus próximas apariciones.

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