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3/17/2007

casino shanghai

Sonia echó raíces en el DF. Desde allá le mandó al Sr. Sagaz, por vía electrónica, discos de Size y Casino Shanghai. Cuando el Sr. Sagaz quemó el primero, se fue a escucharlo al lugar de siempre, la barra del Gargas. Ahí Jorge comentó dos cosas: que también había recibido un disco de Casino Shanghai. Y que en estos días andaba un regiomontano en el DF haciendo un documental sobre esas dos bandas de Walter Schmidt. Como los datos se estaban acumulando, el Sagaz le dejó este mensaje a Sonia:

murmuju said: Oye, que un tipo de aquí anda ahorita en DF haciendo un documental sobre el W. Schmidt. (yesterday evening)

A lo que ella respondió:

Pues el tipo que anda haciendo el docu acerca de Size es ni más ni menos que la_Rayita, un amigo del Puny y de elmenoresfuerzo. Resulta que los azares del destino trajeron a lapetite (o sea, moi), con ellos (elmenoresfuerzo es amigo de Cintia, la chica que conoció a Robert Smith... do u rememba?).

Ahorita me asomé al fotolog de ese chico, la_rayita, y ahí firmaban varios conocidos de Jorge. O sea que el disco que recibió él tenía el mismo origen que el recibido por el Sr. Sagaz, sólo que para este último la música tuvo que viajar de Monterrey al DF pasar a Sonia y de ahí a Monterrey. A veces las cosas no coinciden, simplemente inician juntas, pero los que las toman no se percatan hasta después.

3/13/2007

el sr. sagaz y el santo grial

Vámonos poniendo de acuerdo. El Sr. Sagaz no piensa realmente que esas cosas tengan que ver con la providencia. O que se puedad saber de bien a bien de dónde vienen. Es más como si el mundo ya viniera con ellas, como muescas o avisos de "rómpase en caso de emergencia". Sólo que uno no identifica la emergencia, sólo ve los avisos pero es como si estuvieran escritos en sueco.

Entonces tampoco imagina detrás una entidad personal, mitad científico conductista, mitad nana, a la que de pronto podrían traicionarla sus sentimientos, haciéndola intervenir en el mapa y jodiendo el resultado del cartógrafo. Aunque, si lo de aquel lado hace trampa no falla el trazo, puesto que el mapa se habría movido antes que el trazo. En cambio, si uno hiciera trampa, la cosa sí que podría joderse de verdad.

Entonces no hay nadie detrás, es decir no alguien así, solito. Estas cosas no son P2P, deben ser más impersonales. Si no, vendrían el ángel de la guarda, el daimón y los padrinos mágicos a demandar por competencia desleal o piratería. Pero, ¿y si es P2P? Eso explicaría porque la cosa que mueve los mapas parece vanidosa. Del otro lado estaría otro ñetas como el Sr. Sagaz, que no sabe que los hilos que mueve le llegan a un usuario invisible en el otro extremo. Cada uno es el mistery shopper de los demás, pero no lo sabe.

Que la cosa es vanidosa (digamos que tiene orgullo, suena más noble), se comprobó ayer. Durante la mañana el Sagaz (que no es tal) estuvo buscando reseñas de 300, película basada en una historia de Frank Miller sobre la Batalla de las Termópilas. Imágenes heroicas, críticos que la hunden, especuladores asombrados por su recaudación en taquilla. Pendejadas, pues, habrá que verla. Por la tarde continuó la lectura de Cruzada contra el Grial (O. Rahn) y llegó a este párrafo:

...Termópilas que, limbadas por la aureola del patriotismo helénico, habían vivido dos grandes invasiones. La primera, cuando Leónidas y sus trescientos espartanos, en el año 480 a.C., perdieron sus vidas ante los persas. La segunda, ésta, cien años más tarde, cuando los bárbaros se les echaban encima. (p. 82)

En ese momento el tipo no sólo no se emocionó, ni archivó el dato con las otras coincidencias diarias, sólo pensó "no vengas, ésta estuvo muy vulgar". La cosa que mueve los mapas se sacó la espina esa noche.

Como corresponde a una noche de lunes (bueno, a casi todas, pero el lunes era tradicional desde antes), el Sr. Sagaz llegó a la barra del mismo lugar y con la misma gente. Como todo mundo estaba más atento en el concierto de Lords of the New Church que se veía en la TV, siguió leyendo. En eso llegó el caballero apodado La Doncella y dejó entre las botellas el botín conseguido en su última visita a Blockbuster: Monthy Python and the Holy Grial. "Así sí" pensó el Sagaz, dirigiéndose a La Cosa. Y la gente pasó el resto de la noche viendo al Rey Arturo, discutiendo cómo una golondrina podría cargar un coco y cuál es el mejor modo de identificar a una bruja.

3/09/2007

ciento en la mano

Tenía que llenar un sobre con 100 monedas de un peso. Eso pasó hace diez minutos. Metí la mano a la caja, tomé un puño de monedas y procedí a contarlas sobre la mesa. Eran exactamente 100 monedas, el puño que saqué así nomás de la caja era de 100 monedas.

En otras cosas, ¿alguien ha visto The Last King of Scotland? Si es así, ¿podrían decirme cómo es el personaje del médico? Se me hace que otra vez insultaron al Sr. Sagaz y él no tuvo modo de enterarse por no haber visto la película.

3/05/2007

la biblia de neón

Luisa llevaba semanas hablándome maravillas de John Kennedy Toole y había prometido prestarme La biblia de neón, la obra de adolescencia del autor. Por fin me prestó el libro la semana pasada.

Esta mañana apareció tanto en Pitchfork como en Stylus Magazine la reseña de The Neon Bible, el nuevo disco de The Arcade Fire.

Este cruce ya se venía venir: yo ya esperaba el disco de The Arcade Fire y sabía que había sido bautizado como la novela. La única coincidencia ha sido la de los tiempos, que llegaran juntos el disco y la novela. Por cierto, Kennedy Toole sólo tiene otra más, La conjura de los necios, y ninguna de ellas fue publicada antes de su suicidio, en 1969 a los 32 años.

2/24/2007

todos los caballos bonitos

1. Esa fotografía la tenía en borrador en Blogger desde diciembre. Escribí algo más ese día y preferí dejarla para después. La encontré en una página de fans sin ninguna referencia, ¿de dónde podrían haber sacado una fotografía de Nick Cave de niño?

2. Ayer en la tarde, después de subir la foto, volví a Chafimsa y volvieron a quedarme mal. Para quitarme el mal humor y aprovechar la vuelta me metí a la revistería La Posta a buscar la Rockdelux (la de septiembre del año pasado, recuerden que aquí llega con mucho retraso). Y ahí estaba, es la que tiene en portada a Lambchop y Yo La Tengo. Pero la crema iba dentro: entrevistas a Scott Walker y David Tibet.

3. Los temas recurrentes de estos días habían sido el Tibet y David Tibet, que no tienen ninguna relación en realidad. Lo del Tibet empezó porque llegó a la Casa de la Cultura la exposición sobre ese país (exposición que no he visto y no tengo planeado ver).

También esta semana mataron ahí por el Barrio Antiguo a un anticuario, viejo amigo de M, la dueña del Gargas. El ahora occiso era seguidor de las religiones orientales y le hubiera gustado mucho asistir al evento tibetano, pero se le atravesó un muchachito armado y ahora no podrá asistir a esa ni a ninguna otra exposición.

Por otro lado, Jorge el cantinero acaba de descubrir a Antony and the Johnsons y le han encantado. Así que he estado contándole de toda la gente que anda en torno a David Tibet o ha sido apoyada por él (Baby Dee, Six Organs of Admitance, etc). Y tómala, que en la semana del Tibet y David Tibet, aparece la entrevista con David en Rockdelux.

4. Lo que cierra el círculo es una referencia incluida al final de la entrevista, donde se recomiendan tres discos de Current 93. Es una reseña de All the Pretty Little Horses (Durtro, 1996). Ahí el crítico José Manuel Caturla escribe "... esta obra cuenta con la participación de Nick Cave en el hermoso tema que da título al disco. Conmovedoras (también reveladoras) son las fotografías de la niñez de Tibet, Cave y resto de colaboradores que aparece en el libreto interior".

5. Estoy al tanto, esto del blog es una burrada. Lo abrí para todo público cuando advertí que, de todos modos, sólo lo leen mis amigos. De un tiempo para acá, para no estar duro y dale con mis tormentas en vasos de agua, o con los discos que me dejan lelo, preferí escribir las partes de la cartografía (las coincidencias que quizá no lo son) y las cosas que pasaban en la barra del bar que tengo cerca. El resultado ha sido que cada vez las coincidencias pasan más por la barra del bar, y que, en general, las coincidencias son más frecuentes. Parece que a esa cosa que mueve los mapas le gusta que escriban sobre ella, aunque sean poquitos los que lo lean a fin de cuentas. Esto tendré que masticarlo, porque ayer volvió a pasarme algo que no ocurría desde hace unos diez años. Literalmente se me erizó la piel cuando leí eso en el artículo sobre David Tibet, uno de esos momentos en los que todo encaja y se presenta al mismo tiempo y uno no tiene maldita idea de cómo funciona, sólo lo mira funcionar. Y esa cercanía, y a la vez ignorancia, me mete miedo y también me entusiasma.

2/13/2007

el esguince

El Sr. Sagaz, que no es tal, es responsable de una biblioteca. En ese puesto ocasionalmente ha tenido que evaluar el desempeño de empleados, cosa que teme y le produce escalofríos. ¿Cómo vas a decir que alguien no debe seguir haciendo su trabajo, que debe empacar sus cosas en una cajita e irse a casa? El tipo es malo, le desagrada algo así como el 95% de la humanidad, pero de eso a afectar a alguien hay mucho trecho. Por muy mala semilla que sea nuestro hombre, fue educado por monjas y tiene una madre catequista, y eso, si bien no siembra la gracia en la vida de uno, si lo hace un manojo de remordimientos. El mundo por un lado, él por otro, y la fiesta en paz. Con que el empleado sea aceptablemente puntual y realice su labor sin prenderle fuego a la biblioteca y sin golpear a los visitantes, él dice que todo está bien. Al menos así era hasta esta semana.

Durante su ausencia fue contratado un chico que es un desastre ambulante. No entraremos en detalles, digamos simplemente que todo lo que puede hacer mal lo hace muy mal. Así que, con todo el dolor de su corazón, el Sr. Sagaz redactó una sentencia fatal para él y la envió a la Coordinación. Eso pasó el lunes, hoy martes debía verificarse la sentencia, pero el laberinto de los efectos y de las causas dispuso otra cosa.

Un empleado de mayor antigüedad tuvo una lesión en una pierna, un esguince. Precisamente hoy, cuando debía informársele al nuevo que se marchara. Tras ese percance se ha decidido que no hay tiempo para contratar a alguien más, el nuevo debe quedarse, con lo que se aplaza la sentencia. El único día que el Sr. Sagaz parecía condenado a condenar llego una pata lastimada a salvarlos a todos.

2/03/2007

los días 27

Junior Boys @ McMullen's (Monterrey) - 27 de marzo de 2007
The Whitest Boy Alive @ Café Iguana (Monterrey) - 27 de febrero de 2007

PD. Esta es la segunda vez que actualizo esta entrada. Originalmente sólo anunciaba la noche de Junior Boys, le añadí la de The Whitest Boy Alive ayer, al descubrir que también tocarían en Monterrey.

Lo que noté hasta hoy es que la entrada sobre Tank Girl lleva un título de Kings of Convenience, la anterior banda de Erlend Øye de The Whitest Boy Alive. Así que además de aviso, este post ya forma parte de la cartografía. 06/02/2007

2/01/2007

criaturas de la laguna

"Aparte de tí, sólo conzco a otra chica de Torreón", dijo el Sr. Sagaz a la Santa la primera vez que se vieron, refiriéndose a Alpha, la marchante de comics más exitosa de la Laguna. Bueno, la única. La semana pasada, en el cumpleaños de la Santa, el Sr. Sagaz recibió un aviso de Myspace indicándole que uno de sus contactos cumplía años: era Alpha.

1/08/2007

la radio y los magos

La tarde de domingo pasaron en Azteca 7 la película donde Sam Neil interpreta a Merlín y Miranda Richardson a una Reina Mab con debilidad por el catálogo de Hot Topic. Mientras la historia avanzaba a bajo volumen, leí con un retraso considerable en relación al resto de la humanidad el sexto libro de Harry Potter.

En la pantalla, Uther Pendragón solicitaba a Merlín-Neil que le procurara una mujer, aunque ella estaba casada. "La magia no puede producir amor, mi señor", respondió el mago. "¿Puedes al menos matar a su esposo?", preguntó entonces el futuro padre de Arturo.

La película siguió su camino. Una hora después llegué a un pasaje donde el profesor Slughorn explica: "Por supuesto, la amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala".

1/03/2007

epilepsia de año nuevo

1. El Sr. Sagaz no suele celebrar el Año Nuevo. No es un asunto de principios, que para empezar no tiene ninguno, es sólo que su familia nunca lo ha festejado. Y la gente de O'Malley deja la ciudad en esos días, así que tampoco lo pasa con ellos.

Cuando intentó apuntarse a los festejos le salió como sus patas. El año nuevo 2001, en Xalapa, trató de salir de bares y descubrió las calles vacías: todo mundo andaba en el puerto. Acabó escuchando misa de gallo en la Catedral, calado hasta los huesos. El siguiente año, de vuelta en Monterrey, él y el Sr. Sensato se acabaron una botella de whiskey escuchando a Leonard Cohen. No son precisamente la alegría de la huerta estos chicos.

2. Como no lo recibieron en ningún refugio/asilo/sanatorio fue Maya quien lo acogió este año, desde el viernes hasta las primeras horas de 2007.

El viernes visitaron un centro comercial, donde el Sr. Sagaz encontró el DVD de 24 Hour Party People y lo compró para suplir su desaparecida copia en VCD. Esa noche continuó leyendo Estética de la desaparición, cuyo primer capítulo se centra en la epilepsia y la picnolepsia, mencionando específicamente el caso de los sujetos fotosensibles.

3. En la película el actor Sean Harris escenifica uno de los ataques epilépticos que Ian Curtis sufría en los escenarios, víctima de las luces estrobo. El Sr. Sagaz tuvo ese viernes en sus manos el libro y la película, pero no hizo la conexión correspondiente hasta la noche de Año Nuevo, escuchando a una de las invitadas: una radióloga lagunera encargada de pacientes epilépticos. Justo cuando el Sr. Sagaz notó que la epilepsia había sido mencionada recurrentemente ese fin de semana, y contaba a Maya el caso de Curtis, la radióloga, en el otro extremo de la mesa, comenzó a hablar de los sujetos fotosensibles.

12/21/2006

lo crudo y lo cocido

Escena del pasado fin de semana. Preparando la comida, Maya tenía sobre la tabla una pieza de carne cruda que se disponía a cortar en cachitos.

Maya: A la hermana de Fer le gustaba así, cruda.

Sr. Sagaz: ¿No le decían Rosemary?

Maya: Así se llama, Rosa María.

11/23/2006

cartografía

1. En días anteriores estuve leyendo El palacio de los sueños, de Ismaíl Kadaré. El 19 de noviembre llegué a la página en que Mark Alem por fin empieza a trabajar en el Tabir Saray o Palacio de los Sueños. El primer paquete de sueños que le entregaron para leer estaba fechado 19 de noviembre.

2. Ha pasado como una década desde la última vez que leí algo de García Márquez. Una de las últimas cosas que le leí fue Noticia de un secuestro, como negocio. Es decir, leí e hice un resumen para una estudiante, a cambio de una cantidad que ya no recuerdo. No había vuelto a pensar en ello hasta ese mismo día, el 19. Poco después recibí un mensaje de una amiga que citaba, en otro contexto, una frase de ese libro: "Dios no nos hace nada que no somos capaces de aguantar".

3. La última vez que en Stylus Magazine publicaron una lista de películas también se tejió un mapa y lo consigné en este espacio. En este momento no me pondré a buscarlo, pero prometo hacerlo más tarde y crear una etiqueta, "Cartografía", para este tipo de entradas.

Lo de esta ocasión va así: publicaron una lista titulada Out of Sight II, de "grandes películas olvidadas", en la que incluyen Chimes at Midnight (1965), una de Orson Welles sobre Falstaff de la que no tenía idea. Poco después, mi lectura de Mañana en la batalla piensa en mí llegó a estas líneas.

Entré en el salón y puse la televisión para el niño con el volumen bajo, así al menos oiría algo; la dejé en un canal en el que había aún imagen, otra película en aquel momento, la reconocí en seguida, Campanadas a medianoche, el mundo entero en blanco y negro de madrugada.


En la nota de Stylus se comenta que uno de los pocos lugares donde se ha reeditado esta película es, precisamente, España.

11/02/2006

azul, tóxico, con sabor a ceniza

1. Todavía entre sueños, el Señor Sagaz escuchó que Sonia le preguntaba algo. No entendió, o no recuerda si entendió, o entendió y por eso respondió lo que respondió: "azul".

Lo siguiente que hizo, un poco más despierto, fue relatarle lo que había estado soñando.

2. "Estábamos los dos en el Barrio Antiguo, en un bar diminuto, apenas un cuarto. Alambiques y toneles. Una señora me ofreció vino, dijo que era bueno, que aunque no fuera de Jalisco era bueno y me ofreció una copa. El contenido de la copa parecía vino tinto, pero sabía a shampoo. Le di un trago, otro, pensé en darle el avión a la mujer, decirle que sí, que su vino estaba bueno aunque no fuera de Jalisco. Pero me ganó el asco y confesé que aquello sabía a shampoo".

"Luego llegamos a un parque. Un zoológico sin jaulas, en pleno centro. Había guardias, vestidos de negro, pero no jaulas. No vimos a los demás animales, sólo al león, que en algún momento saltó por encima de mí para alcanzar un sitio más alto donde descansar. Eventualmente, el león bajó y atrapó mi mano derecha en sus fauces. En el sueño esto no era doloroso, sólo atemorizante. El león no mordía, no arrancaba, sólo mantenía mi mano dentro de su hocico. Yo estaba espantadísimo, tú buscabas ayuda. Finalmente, un guardia dijo 'tranquilo, cálmate y te dejará ir'. Así lo hice y así lo hizo el león"

4. —Entonces, a ti que no te compren tu león- dijo Sonia.
—¿Qué habías preguntado cuando respondí azul?
—No recuerdo, pero sí, dijiste que azul.

5. Esta tarde, en la Biblioteca, un chico pidió prácticamente todos los libros que había sobre vinos. Era un alumno de primer semestre, en realidad no tiene ninguna materia que lo haga investigar tanto. Ahí se pasó toda la tarde, con los libros vinateros abiertos y desperdigados sobre una mesa, leyendo.

—¿Qué buscas?
—El nombre de un vino. Era azul, sabía a ceniza y era tóxico. Lo prohibieron hace mucho, por eso, por tóxico.

Más tarde, el Sr. Sagaz escuchó al chico preguntando a la maestra de enología por el vino. "No, no tengo idea de qué estés hablando. Si lo encuentras, me avisas", dijo la mujer.

10/12/2006

el libro de la memoria (2)

"Dos caras son parecidas -escribe Pascal-, y aunque ninguna de las dos sea graciosa por sí misma, su similitud nos hace reír". Las caras riman a los ojos, así como las palabras riman al oído. Para llevar estas conclusiones un poco más lejos, A. cree que es posible que los hechos de la vida también rimen. Un joven alquila una habitación en París y luego descubre que su padre había estado escondido en aquella habitación durante la guerra. Si estos dos hechos tuvieran que considerarse por separado, habría poco que decir con respecto a cualquiera de ellos; pero la rima que crean al ser relacionados modifica la realidad de ambos.

...

Estas conexiones son muy comunes en los trabajos literarios (para volver a aquella idea) pero uno tiende a no verlas en el mundo, pues el mundo es demasiado grande, y la vida de uno demasiado pequeña. Es sólo en esos raros momentos en que uno cree vislumbrar una rima en la vida, cuando la mente puede saltar fuera de sí misma y servir como puente para cosas que están más allá del tiempo y del espacio, más allá de la vista y de la memoria.

...

"El pasado se oculta -escribe Proust-, fuera de los dominios y del alcance de nuestra inteligencia, en un objeto material (en la sensación que ese objeto material nos daría) que no sospechamos. Y del azar depende que nos encontremos con ese objeto antes de que nos llegue la muerte, o que no lo encontremos nunca".

Paul Auster, "El libro de la memoria".

10/11/2006

el libro de la memoria

Pensó que tal vez estuviera dando vueltas alrededor de los círculos del infierno, que la ciudad podría haber sido diseñada como modelo de ese otro mundo subterráneo, un modelo basado en una representación clásica de aquel lugar. Luego recordó que algunos especialistas del siglo dieciséis (por ejemplo, Cosme Roselli en su Thesaurus Artificiosae Memoriae, Venecia, 1579) habían usado diagramas del infierno para representar los sistemas de la memoria. Y entonces advirtió que si Amsterdam era el infierno y el infierno era la memoria, tal vez tuviera sentido que se perdiera.

...

A veces caminamos por la ciudad y nos parece que no vamos a ninguna parte, que buscamos una forma de matar el tiempo y que sólo nuestra fatiga nos dirá dónde y cuándo detenernos. Pero así como un paso lleva inevitablemente a otro, un pensamiento sigue al anterior, y en el caso de que engendre más de uno (digamos dos o tres, equivalentes en todas sus consecuencias), será necesario no sólo seguir al primero hasta su conclusión, sino volver atrás, a la posición inicial, para seguir el hilo del segundo hasta su conclusión, y así sucesivamente. De este modo, si intentamos formar una imagen de este proceso en nuestras mentes, comienza a dibujarse una red de caminos, como en la representación del aparato circulatorio (corazón, arterias, venas, capilares) o como en un mapa (por ejemplo, una guía de calles, preferentemente de una ciudad grande o incluso de carreteras, como los mapas de las gasolineras con rutas que se extienden, se bifurcan y serpentean a lo largo del territorio). Lo que en realidad hacemos cuando caminamos por la ciudad es pensar de tal modo que nuestros pensamientos dibujan un trayecto, compuesto ni más ni menos que por los pasos que hemos seguido.

...

Si un novelista hubiera usado pequeños incidentes como éstos (las teclas rotas de un piano o el accidente de la llave en el día de bodas) el lector se vería obligado a reparar en ello, a suponer que el novelista intentaba dejar algo claro sobre sus personajes o sobre el mundo. Uno podría hablar de significados simbólicos, de subtexto o simplemente de artificios formales (pues siempre que una cosa sucede más de una vez, aunque sea casual, surge un patrón, comienza a emerger una forma). En un trabajo de ficción, se da por sentado que hay una mente consciente detrás de las palabras de una página; pero ante los acontecimientos del así llamado mundo real, nadie supone nada. La historia inventada está formada por entero de significados, mientras que la historia de los hechos reales carece de cualquier significación más allá de sí misma... Y luego, una vez acabada la lectura, con la última página leída y el libro cerrado, comenzarían las interpretaciones psicológicas, históricas, sociológicas, estructurales, filológicas, religiosas, sexuales, filosóficas; por sí solas o en diversas combinaciones, dependiendo de las inclinaciones de cada uno. A pesar de que es posible interpretar la vida real por medio de cualquiera de estos signos (después de todo la gente acude a sacerdotes y psicólogos e incluso a veces intenta comprender su vida en términos históricos), no produce el mismo efecto. Falta algo: el esplendor, la idea global, la ilusión de la verdad metafísica.

Paul Auster, "El libro de la memoria".

10/01/2006

viaje a los sueños polares

1. Se supone que la música que suena en los centros comerciales, salas de espera y demás lugares de tránsito debe ser ignorable, algo que suena de fondo, sólo captando un poco de tu atención, la necesaria para que no te exasperen las multitudes, para que no notes que el sitio es bastante frío y en realidad no tienes ganas de comprar nada. A pesar de los intentos de Brian Eno por reivindicar el género, hasta la fecha tachar algo de "música de elevador" es aventarlo al mismo cajón que el New Age y los baladistas de Viña del Mar.

Por eso sorpende pescar en esos lugares canciones que signifcan algo para tí, que no deberían estar ahí. Mi experiencia en ese sentido ha sido limitada y, después de lo que me contaron anoche, poco significativa. Me refiero a la vez que tocaron "Where the Wild Roses Grow" en Zara (Miss Golightly es testigo) y la noche en Cinemark cuando sonaron el "Hallelujah" de Jeff Buckley y "People Ain't No Good" de Nick Cave (que, a fin de cuentas, está en la banda sonora de Shrek 2, así que no resulta tan raro).

2. Lo que le pasó al Sr. Sensato está fuera de todo cálculo. En una visita a Waldo's (las tiendas de conveniencia donde todo está a 13 pesos) escuchó a Le Mans, bandita indie pop de la escudería Elefant.

Donde el marranito terminó de torcer el rabo fue en su siguiente compra en Waldo's: la versión de "Viaje a los sueños polares" que la Casa Azul toca en el homenaje a Family. A la descripción de Le Mans añadan ahora que se trata un disco de la Elefant que ni siquiera tuvo distribución en tiendas. Venía de regalo en un número de Rockdelux, a propósito del décimo aniversario de Soplo en el corazón, el único disco de Family (cimiento de todo el tontipop ibérico).

3. En esas andaba cuando chequé mi cuenta de Myspace y me encontré este boletín de una comunidad Post-Punk:

I am totally surprised by this. But at the same time impressed with the songs they chose. I mean "All Cats Are Grey"!!?? How in the hell did some marketing guy at Starbucks manage to convince the higher ups that All Cats Are Grey would sell CDs!!?? It's a simply amazing song, but I would never imagine it to be chosen for a Starbucks comp.

Same deal with the inclusion of Split Enz, The Sound, and Robyn Hitchcock!

So I guess this is a sign that post-punk has finally become a widely recognized era of music with totally straight laced and boring people, as well as the more musically refined, underground denizens.

Ultimately though, is this a good or bad thing?


4. Activé mi conspiracy theory mode, pero no encuentro explicación. Supongo que es como en aquella tira de Es pop! donde los empleados de las tiendas, con presunción de eruditos musicales, torturaban a los clientes con tracks de Corcobado y Autechre. O quizá la gente High Fidelity ya ocupa puestos corporativos en Starbuck's y Waldo's y están propagando su evangelio.

9/12/2006

andrei tarkovsky y antye greie fuchs

Una tarde de febrero Sonia dijo que le enviara una imagen para su fotolog, una que me gustara mucho. Mis primeras opciones fueron una escena de Jasper Morello y una fotografía de Andrei Tarkovsky filmando la secuencia final de Offret, la última película de su vida.

La escena consta de una sola toma, irrepetible porque durante ella arde una casa al fondo, mientras en primer plano los actores intentan que Alexander, el protagonista, suba a una ambulancia.

Esto ocurre el día que el mundo ya no debería existir, pues su desaparición estaba anunciada para la víspera, sólo que Alexander tuvo la puntada de pasar la noche con María (la bruja islandesa que hace de criada en su casa), acto que conjura la destrucción.

Lo de irrepetible fue una exageración: Tarkovsky la filmó dos veces, pues en el primer intento la casa se consumió con demasiada rapidez.


La escena conocida por Losing my Religion

El sábado asistí a dos cumpleños. Ambos de mujeres que cumplían el 7 de septiembre, que cayó en jueves, así que cada una decidió festejarse el sábado, que resultó ser el primer día de lluvias de este otoño.

En la segunda de estas reuniones, el hermano de la cumpleañera contó que había visto una función de danza basada en Tarkovsky. Lo primero que se me ocurrió fue la escena de la explosión en Offret, que tal como aparece en la película, sin necesidad de adaptación, ya parece pieza de danza.

Además, debe ser la secuencia de Tarkovsky más difundida, aunque no en su versión: fue recreada en el inicio del video para "Losing my Religion", transmitido hasta decir no más en los noventa.

Pero no, nunca hubiera adivinado lo que había visto este chico: bailarines simulando los movimientos de los lirios acuáticos en Solaris. Comenzaban en parejas, luego uno descendia por el cuerpo del otro, hasta abrazar sus tobillos, sosteniéndolo firmemente, lo que permitía al otro contonearse como lirio en el agua.

Podía resultar chusco o asombroso, dependiendo de los ejectutantes. No se dijo más al respecto.


AGF: Antye Greie Fuchs

El que faltó a ese cumpleaños fue Carlos "Pechan", con quien iba a intercambiar discos. No lo vi hasta el lunes, cuando, entre otras cosas, me llevó el Head Slash Bauch de AGF.

Lo escuché anoche y esta mañana busqué información sobre AGF: son las iniciales de Antye Greie Fuchs, la voz de Laub, "productora de poemas" y ahora también integrante de The Dolls, junto a Craig Armstrong y Vladislav Delay.

Lo primero que revisé en su página oficial fue su autobiografía, donde aparece esa escena de Offret.

Greie aclara que la canción "From Morning On", incluida en el disco Explode, es un homenaje a Tarkovsky. El poema que se escucha en ese track fue escrito por el padre de Andrei.

8/18/2006

aguaviva

1. La tarde del miércoles, camino a casa, compré un número de A Fine Mess, serie que recopila los comics noventeros de Matt Madden (el esposo de Jessica Abel). Al salir de la tienda lo eché al portafolios y no volví a pensar en él hasta el día siguiente.

2. Por la noche asistí a una función a puerta cerrada de A puerta cerrada, la obra de Sartre que se desarrolla en el infierno. Veinte de público, encerrados con los actores en una habitación de paredes desconchadas, sin una sola ventana abierta y en pleno verano. El actor que personificaba a Garcín incluso llevaba un saco grueso, que terminó empapado de sudor. Rescatemos una de las escenas: Estela mira hacia la Tierra y recuerda que uno de sus amantes la llamaba "mi aguaviva". Más adelante Inés trató de enamorarla llamándola igual.

3. Mañana del jueves en el Instituto. Alguien imprimió y olvidó un artículo titulado Aquavit/Akvavit. El akvavit (del latín aqua vitae, agua de vida) es una bebida destilada de origen nórdico. Nunca antes había sabido de ella.

4. La tarde del jueves leí A Fine Mess. Al igual que en la antología de los primeros comics de Tomine, uno de los relatos es sobre una chaqueta de piel. Como en el de Tomine, la chaqueta cambia el aspecto y la actitud del que la porta y arruina una amistad. Pero la historia que ocupa más espacio es "Night of the Grossinator", sobre un chico que está por cambiarse de ciudad y organiza una juerga para despedirse de sus amigos. En la página 18, el protagonista y una mujer sostienen esta conversación:

-Aquawhat?
-Akvavit.
-Sounds like aftershave.
-It says it's made with caraway seeds.
-Well, tastes like rye bread.

7/12/2006

peso, forma y recuerdo

Ayer recuperé un recuerdo que estaba en serio peligro de desaparecer.

Algunos juguetes de infancia tienen un espacio asegurado en la memoria, ya sea porque todavía los conservo (son los menos) o porque me acompañaron durante más tiempo del que recomendarían los psicólogos infantiles. En esta última categoría entrarían Cambu, un pequeño "camburo" de plástico verde, y Roboto, que alguna vez fue un robot de cuerda de manufactura oriental, el cual tuve a bien destripar y rellenar de plastilina (también verde) y fue con esa triste apariencia con la que me acompañó durante años. Esos dos viajaban siempre en la bolsa de mamá: si la película era aburrida, o tenía que pasar mucho tiempo solo, se los pedía y me tiraba de panza en cualquier lado a jugar a quién-sabe-qué con ellos.

Pero no todos eran propiamente juguetes. Y algunos habían llegado mucho antes de que yo naciera. Entre ésos estaba un monóculo para joyero, que al parecer había pertenecido a un pretendiente de mi abuela paterna. También una barra imantada, envuelta en un plástico que alguna vez había sido transparente. Y algo en lo que no había pensado en mucho tiempo, hasta que leí estas líneas de Lobo Antunes:


Las tardes de lluvia son siempre así: una melancolía vaga, añoranzas ni yo mismo sé de qué, mi vida que parece acabar en la ventana y, más allá de la ventana, en la tristeza de los árboles que de repente se me antojan humanos. Personas que conocí o no existen, una a una frente a mí, haciendo señas. Ganas de un gato. Ganas de escuchar la Patética en la radio. De un patio con sol, un estanque, patitos.

De tocar los pesos de la balanza de la cocina que ya no existen, todos idénticos, cada vez más pequeños, metidos en los huecos, también cada vez más pequeños, de una caja de madera. Los pesos tenían un chirimbolo para tirar de ellos y uno o dos faltaban.



Precisamente eso, un rectángulo de madera, con huecos para meter los pesos de la balanza. Alguien se lo había dado a Papá, cuando iba a entrar a la facultad o cuando se graduó. Su valor era más simbólico que práctico, en los setenta ya todos los químicos usaban básculas electrónicas. Eventualmente Papá compró en un bazar una balanza con platillos, de las clásicas, como la que trae la Justicia ciega en las alegorías. Durante unos días estuvo instalada en mi cuarto, allá en Tampico, hasta que mamá decidió que el fiel era muy puntiagudo y que yo podía sacarme un ojo con él, así que adiós balanza.

La pesa que más me gustaba era la menor, que apenas era una laminita, como el borde de un broche Baco, con un pequeño saliente para poder tomarla. No pregunten cuál era el encanto de esas pesas, ni cómo jugaba con ellas. A veces bastaba con verlas, saber que existían objetos tan lindos y que estaban cerca. Otras veces era por su tacto: al tocar esos objetos pensaba en algo más. Por ejemplo, tocar la parte interna de un clip, sin voltear a verlo, me hacía pensar en unos globos enormes que vendían en la Plaza del Globito, y en cómo una vez, por irlos viendo, choqué con un poste. Ni entonces ni ahora podría decir cuál era la conexión entre ambos objetos, pero ésta existía. Las pesas, a diferencia del clip, no remitían a una sola cosa, sino que eran un catálogo completo (y cambiante) de otros objetos y situaciones.

Al margen de lo que me hizo recordar, debo decirles que ese texto de Lobo Antunes, titulado El tamaño del mundo (venía en el Babelia del sábado pasado), es hermoso. Como todo lo que han publicado ahí de él, pero mucho menos sórdido que sus recuerdos de la guerra y del psiquiátrico.


Pd. Escucho el I Could Live in Hope de Low. Siempre que los críticos quieren explicar los inicios de la banda hablan de Codeine, pero ahora escuché detrás de algunas canciones ecos del Seventeen Seconds de The Cure. Cuando revisé la lista de tracks encontré que esas canciones tenían los curescos títulos de "Lullaby" y "Cut".

7/03/2006

días de gigantes

1. En el café de siempre, anoche. El chico de al lado hojea una revista con fotos de Allen Ginsberg. Una de ellas es un desnudo frontal, con Ginsberg presumiendo su panzota caguamera y todo lo que había debajo de ella.

- A este güey le valió, ¿quién es?
- Ginsberg.
- Ahh, cierto. "I saw the best minds of my generation..."
- "... destroyed by madness, starving hysterical..."
- Eh, ¿te lo sabes todo?
- No, sólo la parte que hicieron canción los They Might Be Giants.


2. Hace unas horas, escuchando Radio Etienne. Soltaron una canción que reconocí como "New York City", de They Might Be Giants, pero cantada por alguien más, The Cubs. Le rasco un poquito y descubro que originalmente era de esos tales Cubs y la de TMBG es el cóver, algo de lo que nunca me percaté durante las chorromil veces que escuché el Factory Showroom.


3. Poco después. Encuentro esta lista, 100 Awesome Music Videos. Incluye "Ana Ng", claro, de They Might Be Giants.

4. PD del 4 de julio a las 6:57 a.m. Acabo de entrar a Brainwashed y encontré esto: They Might Be Giants, "Venue Songs". They Might Be Giants wrote and recorded a brand new song for each stop on their 2004 tour and this DVD/CD combo documents the results. After nearly two decades of TMBG records, videos, tours, antics and other work, Venue Songs is exactly what any fan of the band might expect: a collection of often funny and clever tunes and images. Hace años que nadie hablaba de ellos y ahora son ubicuos los desgraciados.