Sólo parte de The Genius of Charles Darwin está dedicada a Darwin. El resto es Dawkins haciendo berrinche porque no toda la humanidad acepta lo mismo que él acepta. Cuestiona a un grupo de adolescentes por no saber lo suficiente de la evolución. Pone cara de perrito regañado mientras lee los insultos que le mandan fanáticos religiosos. Se muestra contrito cuando lo ignora la presidenta de Concerned Women for America.
En cambio, cuando aparece en el documental Frans de Waal, la voz en off nos avisa que este primatólogo holandés ha estado en desacuerdo con las ideas de Dawkins, pero no se dice más sobre el asunto. Ayer de Waal publicó la entrada Morals Without God? en The Stone, el blog de filosofía del New York Times. Aquí una cita:
Uno tiene que ser inmune a los datos para dudar de la evolución, por eso los libros y documentales con la intención de convencer a los escépticos son una pérdida de tiempo. Son útiles para los que están preparados para escuchar, pero no consiguen su objetivo con el público al que van dirigidos.
De Waal dice estar "cansado de esos cuyo sistema de creencias es lo único que los separa de un comportamiento repulsivo", pero propone una fundamentación de la moral que parte del evolucionsimo sin tener problemas con las creencias de nadie. Hay más qué aprender y qué preguntarse en ese artículo que en un infomercial de dos horas de Dawkins.