8/31/2009

se solicita bajista en el otro mundo

El del requinto era mi padre, que murió el año pasado. La otra guitarra la tocaba Chilo, que murió la semana pasada. Ya sólo les falta que muera el bajista para que toquen allá arriba, dijo uno de los hijos de Chilo. El bajista era amigo de infancia de mi padre, se conocieron en los scouts. Luego fue compañero de preparatoria de mi madre. No cayó en la cuenta de que los conocía a los dos hasta que fue a la boda. No le hizo mucha gracia el comentario del chico.

8/25/2009

te importará, pero te dará igual

Hace poco me pasaron esto de Chuck Klosterman, el original se titula "Culture Got You Down?". La traducción es de su servilleta.

¿Quieres ser feliz? Sospecho que sí. Bueno, este es el primer paso hacia la felicidad: no te encabrones porque gente que no son tú piensan que Paris Hilton es interesante y merece estar en la tele a diario; la fama de Paris Hilton no tiene relación alguna con tu vida (a menos que tú quieras que así sea). No te encabrones si no ponen a los Yeah Yeah Yeahs seguido en la radio; te puedes comprar el pinche disco y tocar "Maps" todo el pinche día (si eso es lo que quieres). No te encabrones porque la gente no votó igual que tú; sabías que esto es una democracía desde que aceptaste participar, así que también sabías que las cosas podían salir así. Básicamente, no te encabrones por el hecho de que lo que tú opinas sobre la cultura no sea una especie de consenso universal. Porque si lo haces, terminarás sintiéndote traicionado. Y será tu culpa. Te sentirás mal, y lo mereces.

Ahora bien, es bastante posible que no estés de acuerdo conmigo en esto. Si es así, ya sé cuál es tu argumento: piensas, Pero, soy idealista. Eso es lo que piensa la gente que quiere imponer sus valores sobre lo que los otros piensan; piensan que hay cierta aura romántica y respetable que aísla a los inflexibles, y su decepción con la cultura prueba tácitamente que están atrapados trágicamente a causa de su intelecto y su buen gusto. De algún modo, piensan que sentirse traicionados les da integridad. No es así. Si realmente tienes integridad -si realmente crees en tus ideales, y esos ideales dictan cómo participas en el mundo en general- nunca te sentirás traicionado por la cultura. Simplemente disfrutarás más la cultura. Quizá no te pongas a ver episodios de Everybody Loves Raymond, pero te parecerá interesante que cierta gente lo haga. No te convencerás de repente de que Amélie es una historia más emotiva que Friday Night Lights, pero no te sentiras agraviado si cada crítico de cine dice que así es. Te importará, pero te dará igual.

No estás equivocado, y tampoco lo está el resto del mundo. Pero necesitas aceptar que esas dos cosas no están realmente conectadas.

8/20/2009

la invasión de los usurpadores de títulos

Luego del éxito que han tenido novelas como "Pride and Prejudice and Zombies" y "Sense and Sensibility and Sea Monsters", que mezclan los clásicos de Jane Austen con historias "de monstruos", pensé que se podría hacer algo parecido con algunos de los títulos más sonados de la literatura mexicana. Aquí hay varias propuestas:

Navidad en las Montañas de la Locura.

Los empeños de una casa embrujada.

Cambio de piel: los Body Snatchers visitan México.

Santo Vs. Los Hijos del Limo.

Claude Lévi-Strauss o el festín caníbal de Esopo.

El laberinto de la soledad y los faunos.

Oficio de Tinieblas y Aluxe.

La noche de los muertos vivientes de Tlatelolco.

Las siete cabritas del Apocalipsis.

Noticias del Imperio del Mal.

Ciudades Desiertas: Soy Leyenda 2.

El hipogrifo secreto.

La feria distante de las tinieblas.

Mujeres de ojos grandes y colmillos afilados.

Jacobo el Mutante Vs. los Perros Héroes.

8/19/2009

cuando puedes reseñar un evento antes de que ocurra

Peter Hook DJ Set @ Escénica.
Entonces, a las 3 de la mañana, salió al escenario un viejo gordo a tocar las canciones que escuchabas cuando tenías 15 años.

8/10/2009

alan moore - the league of extraordinary gentlemen: century

Alan Moore pasó por constantes complicaciones para publicar "The League of Extraordinary Gentlemen: Black Dossier", que terminó llegando a las tiendas de Estados Unidos 18 meses después de la fecha prevista. Hasta ahora no puede venderse en el Reino Unido y el disco que se planeaba incluir en la edición especial nunca apareció. Tras esta decepción, el autor de "From Hell" y "Watchmen" abandonó a la editorial DC (por segunda vez) para trabajar a su propio ritmo y capricho.

Un ritmo que a algunos de sus lectores les parecerá desesperante, pues el tercer volumen de estas novelas gráficas, "The League of Extraordinary Gentlemen: Century", será publicado a cuentagotas. Una parte apareció este año, la siguiente saldrá en junio de 2010 y la última en junio de 2011.

Como en las entregas anteriores, los personajes de "Century" son tomados de obras ajenas, pero ahora la acción se desarrollará a lo largo de todo el siglo XX, lo que significa que la mayoría de los nombres que Moore pretende utilizar todavía tienen dueño. Obviamente, no piensa pagar derechos ni meterse en conflictos legales por cada uno (eso fue el mayor problema con "Black Dossier", intermedio entre los volúmnes dos y tres), así que debe avanzar con pies de plomo, averiguando qué personajes y lugares puede pedir prestados y cuáles deberá modificar ligeramente.

Algo más que distingue a "Century" de los anteriores volúmenes es la incorporación de temas y personajes provenientes de la música, el cómic, el cine y la televisión. En la parte que publicó este año varios motivos recurrentes provienen de "La ópera de los tres centavos" de Kurt Weill y Bertolt Brecht, y en un agregado que aparece al final participa Captain Universe, un superhéroe de los años cincuenta. Se sabe que los títulos de las siguientes dos serán "Paint it Black" (The Rolling Stones) y "Let It Come Down" (¿por Spiritualized?).

Parece que el plan de Moore para "The League..." ya no es celebrar únicamente a la literatura, sino a todas las figuras de aventura y fantasía que atraviesan la cultura popular. El autor reconoce que requerirá algo de asesoría conforme la trama se acerque al tiempo actual, porque últimamente su vida ha estado más dedicada a estudiar el siglo XIX y la magia que a conocer a sus contemporáneos. Le deseamos suerte en su viaje al presente.

el cuarto del codo

De niño tuve una antología de ciencia ficción (la conservo, es una traducción de ésta) que contenía un cuento titulado "El cuarto del codo" de Marion Zimmer Bradley. Cuando mi padre vio el índice hizo la broma que cabía esperar: "mira, hay un cuento sobre tu cuarto". Estrictamente hablando yo era el único regiomontano de la casa, el "codo".

El caso es que leías el cuento y no había en él nada relacionado con codos, y mucho menos con niños regiomontanos. Fue hasta la semana pasada, cuando veía una película y uno de los actores utilizó la expresión elbow room, que caí en la cuenta. En el título del cuento había un error de traducción enorme.

De la historia de George R.R. Martin que viene en ese libro hay una peli que aparecía seguido en la TV de madrugada de los noventa. La de Sharon Webb ("Variaciones sobre un tema de Beethoven") fue de las primeras pistas que tuve de que algo podía ser bonito y triste al mismo tiempo.

8/04/2009

wayne smith en el chills and fever

Si no contamos al barman, el viernes pasado no encontré una sola cara conocida entre los sesenta o setenta asistentes a la presentación de Wayne Smith en un local del Barrio Antiguo. Para mí que andaban viendo a los Jonas Brothers y no quieren confesarlo.

Las selecciones de International Rasta, Tjfyah Sound y Great Buga Wuga para comenzar la noche fueron de muy, pero muy variado pelaje: desde reggae roots hasta dubstep turbio pasando por, tómenla, El General. Sí, esa canción.

Del Sr. Smith no tuvimos noticias hasta pasada la medianoche: ha cambiado mucho desde que fue aquel mozalbete que grabó "Under Me Sleng Teng", una obligada del reggae digital creado con recursos ínfimos (léase "un tecladito Casio MT-40"). Ya luce bastante maduro, pero no ha perdido disposición para armar la fiesta, incluso con inconvenientes como los que sufrió esa noche.

Nadie esperaba sorpresas. Smith se colgó exclusivamente de standards, ya fueran de la escena ("Love and Devotion") o no ("Karma Chameleon") y no esperó hasta el final para soltar "Under Me Sleng Teng".

Fraseo de profesional y buena respuesta del público, que abandonó las sillas para tomar la pista.

Lo que falló fue la comunicación entre la tornamesa y el micrófono. El de Kingston tuvo que cantar con pistas que entraban a destiempo, terminaban abruptamente o cambiaban sin avisar.

Seguramente habían tenido poco tiempo para prepararse. Pero si a él no le importó, ¿por qué tendrían que dejar de bailar los asistentes?

El otro problema fue la brevedad. No había pasado una hora cuando anunciaron la retirada de Wayne. Fue poco pero bueno. Efectivo pero accidentado.

Haciendo cuentas creo que quedamos tablas. Y el 19 de agosto, también por el Barrio Antiguo y con un montón de abridores, Mad Professor.