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5/08/2019

cuando las apariciones se equivocan de libro

Recuerdo muchas historias de terror por las ideas que guardan y los lugares que describen, pero no porque me hayan hecho sentir terror. Esto sí ha ocurrido con "Después" de Edith Wharton, y con varios cuentos de Machen, pero por lo general no ocurre. Creo que la historia que más me ha hecho sentir miedo era cuando mi madre contaba de una luz cegadora que aparecía en la casa de mi bisabuela. Habría que añadir que de niño yo sabía que la bisabuela se quitaba el pelo y los dientes antes de dormir y eso me predisponía a creer cualquier cosa fantástica sobre su casa.

Un caso aparte es cuando aparece el terror sobrenatural en un libro donde uno no espera que ocurra. Eso deja una sensación muy extraña, como si se hubieran colado páginas de un libro distinto o como si el autor se hubiera propuesto poner una trampa. Aquí mencionaré tres casos en los que eso ha ocurrido.

La tierra de los abetos puntiagudos, Sarah Orne Jewett

En su tiempo este libro de Sarah Orne Jewett inició una moda de escribir sobre aldeas tranquilas y gente sencilla. Esta novela se publicó en 1896 y trata de una mujer que visita un pueblo de pescadores. Todo es tranquilidad y tacitas de té hasta que un viejo capitán platica de la vez que visitó una isla de fantasmas.

Dice que eran hombres de niebla y que, luego de observarlos por varios días, esas figuras desplegaron su niebla en forma de alas y volaron para perseguirlos a él y a su tripulación.

Pasado ese capítulo los personajes vuelven a su vida sencilla, como si no hubieran descubierto que en este mundo hay hombres de niebla llegados del más allá.
...al llegar a la orilla distinguieron como formas de personas, pero nunca pudieron acercarse a ellas; figuras de bruma gris que caminaban solitarias o a veces formaban grupos como si los estuvieran observando. Al principio los hombres estaban asustados, pero las figuras nunca se aproximaron a ellos, parecían desvanecerse con el viento... El responsable de la primera guardia de la mañana dio la voz de alarma y se echaron todos al mar a bordo del bote. Aquellos hombres, o lo que fueran, se habían lanzado sobre ellos como una bandada de murciélagos. De repente se alzaron innumerables ejércitos y los atacaron como si quisieran echarlos de vuelta al mar. Se apelotonaron en la orilla como un funesto frente de guerra, sin intención de huir ni desistir de la batalla. A veces atacaban desde el suelo y otras se elevaban sobre sus poderosas alas y atormentaban el aire. Gaffett me aseguró que, cuando consiguieron poner el bote a salvo, miraron hacia atrás y vieron de nuevo el poblado, en el mismo sitio e igual que lo habían visto cuando llegaron. A pesar de lo que pueda pensar usted, todos creyeron que aquel era una especie de lugar de espera entre este mundo y el siguiente.

 

La excursión, Gerald Durrell

Gerald Durrell escribió muchos cuentos en los que recuerda las aventuras de su familia en Grecia. Estos cuentos siguen siendo populares y recientemente se hizo una serie basada en ellos, Los Durrell.

La excursión era parte de una colección para niños, y después de dos historias sobre los Durrell en Grecia termina con un cuento llamado "La entrada", donde hay un muerto viviente que tiene dedos como tentáculos y se aparece en los espejos.

Este libro debió sorprender mucho a las familias que lo regalaron a sus niños.
De repente se me heló la sangre en las venas, pues me di cuenta de lo que eran. No eran orugas, sino dedos de un amarillo desvaído rematados con largas uñas negras y curvadas, como gigantescas espinas deformes de rosal. En el preciso momento en que advertí esto apareció la mano entera, que palpaba flojamente la alfombra mientras avanzaba. Era la mano de un esqueleto, cubierta de amarillenta piel apergaminada de la que sobresalían como nueces nudillos y articulaciones. Buscó a tientas por la alfombra, mostrando la descarnada muñeca de la que brotaban los dedos como tentáculos de alguna extraña anémona marina, una anémona surgida de las profundidades en cuya perpetua oscuridad se había vuelto pálida. Luego se retiró lentamente tras la puerta. Me estremecí al pensar qué clase de cuerpo iría unido a aquella horrible mano. Esperé durante cosa de un cuarto de hora, espantado de que pudiera aparecer de repente tras la puerta del espejo, pero no sucedió nada.

 

Cristina hija de Lavrans, Sigrid Undset

La escribió Sigrid Undset, ganadora del Premio Nobel, y es considerada una de las mejores novelas históricas. En la mayoría de sus páginas se habla de cosechas, fiestas y amores, hasta que cuentan la historia del cura que conoce a una criatura cegatona y de piel pálida que vive bajo una roca marina.

Al ver a esta criatura tan desvalida el cura se apiada de ella y aprende que todos merecen amor. Mientras tanto el lector se pregunta "¿qué hace Gollum en esta novela histórica?"
¿Recuerdas, Cristina, aquella mañana en que te vi por primera vez en la escalera de la iglesia de Hamar? Cuando estuve en el extranjero oí, un día, contar una leyenda sobre un fraile que no podía creer que Dios nos amara a todos nosotros, miserables pecadores. Bajó un ángel que le tocó los ojos y le hizo ver una piedra en el fondo del mar; y bajo esta piedra vivía un animal ciego, blanco y desnudo; y el fraile lo miró hasta que se encariñó con él porque era tan pequeño y desvalido.

7/23/2018

es necesario, excepto cuando no lo es

No hay un modo fijo de contar historias, pero encuentro menos satisfacción en una historia que no respeta las reglas de su propio mundo.

Aliens y Avatar

Una de sus formas más sencillas: modificar la resistencia de materiales y que esto afecte el desarrollo de la historia, como en las películas de James Cameron.

En Aliens, la resina con que los xenomorfos atrapan a los humanos es irrompible hasta que Ripley rescata a Newt. En Avatar los trajes AMP tienen escotillas inmunes a las armas de los Na'vi, hasta que la historia requiere que una de esas escotillas sea vulnerable.

The Killing of a Sacred Deer

En formas más complejas puede tratarse de un proceso que no tiene sentido en nuestro mundo pero es fundamental en el de la historia, hasta que la historia decide ignorarlo.

En The Killing of a Sacred Deer, Steven se decide a hacer el sacrificio que liberaría a su familia cuando su hijo ya está en fase terminal, algo que dentro de las reglas de ese mundo parece más un homicidio por compasión que el sacrificio solicitado. Hay un elemento de azar para justificar la acción, pero parece que ésta se realiza fuera del tiempo acordado.

Dragon Pilot: Hisone to Masotan

En Hisone to Masotan también se requiere un sacrificio, esta vez para que una criatura no destruya Japón. Al final se opta por una solución más técnica que mística, que es plausible dentro de las reglas de ese mundo, pero convierte los once episodios y medio anteriores en un gran red herring, y en ese caso ¿qué historia se estaba contando?

Al llegar la solución de un modo ajeno a la trama principal, los afanes de los personajes resultan tan inútiles como los de los héroes trágicos. Pero, al no subrayar en sus finales la inutilidad de los procesos vistos hasta ese momento, más que un sentido trágico sólo tengo la impresión de que la historia más interesante estaba en otro lado.

5/11/2016

claros en el bosque

1. Gisborne y Mowgli

Gisborne es un guardabosques enviado por el imperio británico al centro de la India. Es un personaje de Rudyard Kipling, del cuento “En el rukh”. En ese cuento también aparece por primera vez Mowgli, que luego se convertiría en el personaje más conocido de Kipling. Mowgli fue criado por lobos y aunque puede acercarse a los modos humanos, éstos no son originarios o especiales para él. Gisborne es el último bastión del imperio, de Occidente y del resto de la humanidad en esa selva. No son pares. Mowgli no es un embajador de la selva: está por encima de esas distinciones. Tiene una esencia dual o está muy por encima de toda distinción esencialista. Convive con Gisborne como podría hacerlo con cualquier otro animal. Gisborne necesita de ritos y amuletos para no perecer. Para invocar a la civilización. Sus amuletos son la pipa y el uniforme. Su rito es sentarse a la mesa a la hora que corresponde. “Para conservar el respeto de sí”.
¡No hagas ruido!, gritó Gisborne, y se dispuso a escuchar como un hombre habituado a la quietud del rukh. Había sido su costumbre, para conservar el respeto de sí en este aislamiento, vestirse para la cena cada noche, y la tiesa y blanca pechera crujía con su respiración hasta que él se movía de lado. Entonces el tabaco de una apestosa pipa comenzaba a ronronear y él tiró la pipa. Ahora todo callaba en el rukh, salvo la brisa nocturna.
Los amuletos y los ritos son para que los humanos no pierdan la cabeza ante el hervidero de vida de selvas y bosques. Luego lo que hay ahí, lo que sabe vivir ahí, es otra cosa. Los humanos han dicho que en los bosques está Pan. Y las hadas. Las pequeñas divinidades de los arbustos y las grandes divinidades hechas de un bosque entero.

Mowgli no es diferente en las otras historias, pero en ésas el lector está en el mundo de Mowgli. "En el rukh" ocurre en la frontera de la selva y el imperio (aunque el imperio crea que ya asimiló a la selva). "Este Mowgli es una poco probable mezcla del buen salvaje, del nativo respetuoso del mandato británico y de una deidad escapada de la mitología griega", dijo J.I.M. Stewart en 1966 sobre "En el rukh". Lo de deidad escapada de la mitología griega es un rodeo. Los atributos de Mowgli en este cuento son específicamente los de Pan.

Hubo el sonido de una flauta en el rukh, como si fuera la canción de algún dios vagabundo de los bosques, y, cuando se acercaron más, un murmullo de voces. El camino llegaba a un claro semicircular, cercado en parte por hierbas altas y en parte por árboles. En el centro estaba Mowgli, sentado en un tronco caído y de espalda a los recién llegados, con su brazo alrededor del cuello de la hija de Abdul Gafur. Nuevamente llevaba una corona de flores y tocaba una tosca flauta de bambú. Con la música de la flauta bailaban cuatro grandes lobos, solemnemente, alzados sobre sus patas traseras.

La elección de palabras con respecto a Gisborne es engañosa. "Para conservar el respeto de sí en este aislamiento". To preserve his self-respect in his isolation. Podría referirse simplemente a no estar desaliñado, o desnudo, o sucio todo el tiempo, salvo los ocasionales días de inspección. O algo mucho más severo y difícil de describir. Pues el vestirse para la cena o no vestirse para la cena es un medio para mantenerse a flote. No un respeto a la tradición, la milicia o la etiqueta, sino usar esa tradición para apuntalar su cordura.

Aquellos a quienes las circunstancias condenan por un tiempo a la soledad y no encuentran en sí mismos los recursos de una profunda vida interior, saben lo que cuesta "abandonarse", es decir, no fijar el yo individual en el nivel prescrito por el yo social. Tendrán, pues, cuidado de mantener éste, para que no se relaje en nada su severidad con respecto al otro. Si es necesario, buscarán un punto de apoyo material y artificial. Recuérdese al guarda forestal de que habla Kipling, solo en su casita en medio de una selva de la India. Todas las tardes se viste de negro para cenar, "a fin de no perder, en su aislamiento, el respeto de sí mismo".
Henri Bergson, Las dos fuentes de la moral y la religión

Mowgli engaña y no engaña a Gisborne. El engaño consiste en presentar su relación con la selva como una conexión misteriosa. Y no hay engaño porque la conexión existe: el chico fue criado por lobos, sus hermanos son lobos. Quizá sea mejor dejar la idea de una conexión misteriosa, porque un natural "es que en mi familia todos son lobos" no es menos raro.
Los monstruos como el "hombre elefante" y el "muchacho lobo" aterrorizan y fascinan porque violan nuestras fronteras conceptuales, y ciertas criaturas nos hacen hormiguear la piel porque se deslizan entre categorías intermedias: los reptiles "viscosos" que nadan en el mar y se arrastran en la tierra, los roedores "asquerosos" que viven en las casas, pero que no son animales domésticos. Insultamos a alguien llamándolo rata y no ardilla. "Ardilla" puede ser un término afectuoso, como Helmer llama a Nora en Casa de muñecas. Sin embargo, las ardillas son animales roedores, tan peligrosos y portadores de enfermedades como las ratas. Parecen menos amenazadores porque pertenecen sin ambigüedad al campo. Son los animales intermedios, los que no son peces ni aves, los que tienen poderes especiales, y por ello un valor ritual: como el casuario en los cultos secretos de Nueva Guinea y los gatos en los brebajes de las brujas en Occidente. El pelo, la raspadura de uñas y las heces también se usan en las pociones mágicas porque representan las ambiguas zonas fronterizas del cuerpo, donde el organismo se derrama sobre el mundo material circundante. Todas las fronteras son peligrosas. Si quedan desprotegidas, pueden ser violadas, nuestras categorías pueden destruirse y nuestro mundo disolverse en el caos.
Robert Darnton, Los filósofos podan el árbol del conocimiento.


2. El muro, Marlen Haushofer

El cuento "En el rukh" sólo trata de paso los ritos de Gisborne. Kipling los describe para dar contexto a otra historia. Otras historias sobre personajes en situaciones similares usan esos ritos como plot device. Hay una novela del siglo veinte, El muro, escrita por Marlen Haushofer, que es exclusivamente sobre esas prácticas. La narradora despierta en un mundo en el que no queda nadie más, aislada en un pedazo de bosque por un muro invisible. No se hace ilusiones sobre el futuro o sobre lo que le sucede a una persona en soledad total.

No he abandonado ciertos hábitos. Me lavo a diario, cepillo mis dientes, hago la colada y mantengo la casa limpia. No sé por qué hago eso, es como si me obligara una compulsión interna. Quizá temo que, si no lo hiciera así, dejaría gradualmente de ser un ser humano, y pronto andaría arrastrándome por ahí, sucia y apestosa, haciendo sonidos incomprensibles. No temo convertirme en un animal. Eso no sería tan malo, pero un ser humano es incapaz de convertirse en sólo un animal; se hunde más allá, en el abismo. No quiero que esto me pase. Es a lo que más temo últimamente, y por ese temor escribo mi reporte. Cuando lo termine lo esconderé bien y lo olvidaré. No quiero que esa cosa rara en la que podría convertirme lo encuentre. Debo hacer todo lo posible para evitar la transformación, pero no soy tan tonta para creer que eso que ha pasado a tantos antes no podría pasarme a mí.

Si la narradora de El muro tuviera a dónde regresar, sus ritos (escribir el diario, cuidar de los animales, etc.) harían las veces de un bote salvavidas, no de una nueva casa. Pero esto no es una contingencia, es la forma que tendrá la vida de ahí en adelante, sin testigos y sin más pasado que el recordado. Tras aceptar eso, la narradora descubre que la más disminuida no es su vida actual, sino la que llevaba antes, cuando recibía ideas que no retenía ni comprendía, cuando imitaba a otros y se dejaba llevar.
Me alejé de mí misma todo lo posible, y me di cuenta de que esta situación no podía mantenerse si quería seguir viva. A veces pienso que nunca podría entender del todo lo que me pasó en el Alm; Entonces descubrí que todo lo que había pensado y hecho hasta entonces, o casi todo, había sido una pobre imitación. Había copiado los pensamientos y los actos de otras personas. Las horas en la banca junto a la casa eran reales para mí, una experiencia propia, pero no completa. Mis pensamientos adelantaban a mis ojos y distorsionaban la imagen real.
***
Los cuentos de hadas seguían claros en mi memoria, pero había olvidado casi todo lo demás. Como de todos modos sabía poco, conservé pocos conocimientos. Los nombres seguían en mi cabeza, y ya no sabía cuándo había vivido la gente que nombraban (que los había llevado). Sólo aprendía para presentar exámenes, y después los diccionarios me daban una sensación de seguridad. Ahora, sin esa ayuda, mi memoria era un embrollo. A veces recordaba líneas de poemas; no sabía quién los había escrito, y me entraba un deseo obsesivo de ir a la biblioteca más cercana y sacar algunos libros.

Digamos que sí, que todas las desgracias provienen de no saber permanecer en reposo en una habitación. Por otro lado, a menos que uno estuviera en ese aislamiento ideal, el de la narradora en El muro, se nos pide coartada o excusa para estar en cualquier otra parte que no sea esa habitación. Coartadas: aquí trabajo, aquí veo a mis amigos, estoy en tránsito del sitio A al sitio B, vine a acampar, vine de vacaciones, ando de compras. Traten de explicar su estadía en un bosque con "quería estar en un bosque".

Los animales pueden estar en el bosque sin coartada. Pan puede estar en el bosque sin coartada. Lo demás, necesitará camuflarse con el bosque. O con Pan. O con los animales. Con el bosque si más no queda.
Las ortigas detrás del establo seguirán creciendo aunque las extermine cientos de veces, y van a sobrevivirme. Tienen mucho más tiempo que yo. Un día dejaré de existir, y nadie podará el prado, los matorrales lo invadirán y luego los bosques llegarán hasta el muro y recobrarán la tierra que el hombre les había robado. A veces mis pensamientos se vuelven confusos, como si el bosque hubiera echado raíces en mí, y está pensando sus pensamientos viejos, eternos, con mi cerebro. Y el bosque no quiere que los seres humanos regresen.


3. Juana de Arco

En las historias (cuentos, leyendas, películas) hay un modo de justificar una estancia en mitad del bosque. Así como el imperio tiene sus vigilantes (como Gisborne) y tiene a estos vigilantes a cargo de una zona de paso (caseta, checkpoint), también el bosque tiene sus zonas de paso. Suelen ser circulares, ya sea porque los árboles no crecen en una parte y permiten un claro, o porque hongos o arbustos han formado el círculo, como el llamado fairy ring. Y si el bosque no ha tenido la providencia de preparar un claro, puede hacerse un circulo provisional, con gente girando: una ronda.
—Cosas como "Ring Around the Rosie", también son llamadas juego por los niños, por los maestros de los niños y por algunos científicos sociales que estudian a los niños. Pero estarás de acuerdo conmigo en que "Ring Around the Rosie" sólo es un baile con acompañamiento vocal, o una canción coreografiada. Tiene de juego lo mismo que El lago de los cisnes tiene de juego.
—Estamos de acuerdo, Saltamontes, en que "Ring Around the Rosie" y cosas parecidas no son juegos, sino que son lo que llamaría actividades con guion, es decir, actividades cuya ejecución está prescrita, como en la actuación teatral y la ceremonia ritual.
Bernard Suits, The Grasshopper.

Algunas polémicas de la Edad Media eran de burocracia liminar. Acusadores y acusados daban por sentado que la ronda (especialmente en torno a un árbol) y visitar un claro en el bosque eran juegos en frontera. Pijamada en la caseta de paso. Los juicios no ponían eso en duda: la discusión era sobre qué frontera cruzaba el juego. Todo el mundo sabe que si vas al árbol de las hadas, pasan cosas. El asunto era averiguar si ese día lo atendían las hadas o si lo tenían subarrendado. Vean cómo cayó Juana de Arco. Full disclosure: Johan Huizinga era fanático de Juana; en ese artículo se pasa páginas comentando el corte de cabello de la Doncella de Orleans.

El método seguido por los jueces de 1431 fue perfectamente científico, desde el punto de vista de la ciencia de su tiempo. En las obras de historia se les suele fustigar (como lo hace todavía Champion) por haber dado tanta importancia a aquellas inocentes diversiones infantiles de Juana en Domremy, cuando jugaba junto a la fuente y debajo de aquel árbol llamado el arbre des fées, en torno al cual se bailaba en corro ciñéndose las frentes con coronas. Pero las acusaciones de perfidia y de mala voluntad de que se les acusa, son injustas en este caso. Era éste, para ellos, un punto muy importante. Si lograba ponerse en claro a base de las declaraciones de Juana la existencia de un nexo entre sus "voces interiores" y las costumbres populares paganas asociadas a los árboles, podría darse punto menos que por probado el carácter diabólico de aquellas apariciones. De aquí las acuciosas preguntas de si Santa Catalina y Santa Margarita se le habían aparecido alguna vez debajo del árbol.
Johan Huizinga, "La santa de Bernard Shaw. El juicio de su tiempo". 

Para el siglo veinte la discusión era si Juana había tenido visiones canónicas o de fan fiction:

En otras palabras, ¿acaso la gente "vio" y "oyó" lo que esperaba ver y oír? Esta cuestión, u otra similar , surgió en un debate entre Andrew Lang y Anatole France con respecto a las visiones de Juana de Arco. France afirmaba que cuando Juana vio a San Miguel, vio al arcángel tradicional del arte religioso de su época, pero a mi entender Andrew Lang demostró que la imagen visionaria descrita por Juana no se parecía en lo más mínimo al concepto que se tenía de San Miguel en el siglo XV.
Arthur Machen, "El gran retorno".

Esa parte referente al árbol de las hadas, y lo demás del juicio, puede verse en la película de Robert Bresson, quien usó las actas para hacer su guion (él despreciaba la versión de Dryer por melodramática).

Hay un caso parecido en la película The Falling (Morley, 2014), donde varias jóvenes frecuentan un árbol en un claro del bosque, hacen rondas y se reúnen en una primitiva construcción circular. Se desata una epidemia de desmayos entre ellas y el resto de su escuela, y como ya no hay definiciones tan estrictas, fronteras tan bien definidas como en los tiempos de Juana de Arco, se hacen todo tipo de hipótesis. Alguien sugiere que la escuela está construida sobre Ley lines y otros dicen que se trata de una enfermedad psicogénica masiva. Entre más difusas se hacen las fronteras, más crece el claro. Estas imágenes no son raras de encontrar en el cine de fantasía o el cine realista con destellos de fantasía.


4. Un claro en el bosque

Permanecer en las tierras liminares implica una vigilancia permanente. Vigilarse a sí mismo, como Gisborne. Ser vigilada, como Juana. No está permitido permanecer ahí porque esos espacios disuelven las categorías que sostienen al mundo. Gisborne volverá al imperio y Juana será castigada. No pueden permanecer para siempre en los bosques.

En cambio, la mujer de El muro no se asume en una contingencia que terminará pronto al restablecerse el orden. Y aunque teme deslizarse hacia una forma de vida que ya no sería humana pero tampoco simplemente animal, no se engaña. Sabe que era la vida previa al muro la que estaba disminuida, hecha de imitación, sin actos morales (o estéticos o de cualquier tipo) verdaderamente propios. 

Tras el muro escribe un reporte para sí misma. No para el imperio, como Gisborne. No para los magistrados, como en un juicio. Su vida cercada es suficientemente amplia para no sentirla como prisión, siempre que se siga contando con el lenguaje propio. 

Leímos que estando aislados y sin acceso a una vida interior cuesta abandonarse. Laisser aller, dejar ir, dice el texto original. Este personaje de Haushofer está olvidando los cuentos, también los nombres, y no tiene acceso a una biblioteca. No importa, “de todos modos sabía poco”, y el reporte sirve como herramienta que preserva el lenguaje propio. Lo preserva en la mente, y sólo instrumentalmente en las páginas que escribe, en un presente continuo y atento, sin imitación. 

La contingencia se ha convertido en un momento continuo; la frontera se ha convertido definitivamente en un claro en el bosque, sin vigilantes. Su aislamiento no fue elegido, pero sus nuevas costumbres sí lo son, y son lo único que le impide hundirse. Y recordemos que “un ser humano es incapaz de convertirse en sólo un animal; se hunde más allá”. En esta soledad está teniendo sus primeros actos, de todo tipo, verdaderamente propios.  

12/25/2014

signal to noise — silvia moreno-garcia

Una novela de fantasía que sigue a dos chicas y un chico de la Ciudad de México en 1989. Eso en la mitad de los capítulos, en la otra mitad los sigue veinte años después, cuando Meche, la protagonista, vuelve a la ciudad a causa de la muerte de su padre. Supongo que en otros sitios comentarán las connotaciones que tiene la magia en esta novela (más cerca de Among Others que de Lev Grossman, digamos), a mi lo que más me llamó la atención es lo bien que entiende la cultura pop en el México de los ochenta.

El padre de Meche había sido locutor, también coleccionista de discos, y durante buena parte de su vida bosquejó una historia del rock latinoamericano, eso cuando se lo permitía el alcoholismo. Meche ha heredado la obsesión del padre y toda la historia está veteada de discos. Están los que dejó el difunto y que ahora su hija debe descartar o conservar, también los que ella escuchaba con sus amigos en 1985, y todavía hay otros con propiedades mágicas.

Meche había hallado discos con poder en las tiendas de viejo, esto la hizo suponer que el poder podría estar relacionado con el dueño anterior o las personas que lo habían tocado; una pátina que de algún modo impregnaba el vinil, como las huellas de pulgares en su superficie.

Al hablar de la música escuchada en México en esa década tendemos a hacer hagiografía del rock nacional, guiños kitsch a lo tropical, o recordar con horror a los baladistas de TV. Otras veces nos clavamos en lo que sonaba en círculos pequeños, por considerarlo más interesante. A esos recuentos les falta mucho para completar la banda sonora cotidiana: un revoltijo de géneros y nacionalidades que sonó en mucho hogar suburbano de los ochenta. Esa mezcla (más la afición de padre e hija al jazz y al rock sudamericano) está por todas partes en Signal to Noise y eso me pareció entrañable de la novela.

¿En qué consistía ese revoltijo? No faltaba el tío o el hermano mayor que atormentaba a la familia con hard rock y progresivo. Padres que habían cambiado la utopía por un trabajo de oficina, pero igual te recetaban a Mercedes Sosa y a Silvio cuando les ganaba la nostalgia. Madres que contaban "... de cartón piedra" como si fuera un cuento de Perrault. Boleros y tangos en la estación de radio que se ponía al "alzar la casa". España exportó la movida madrileña pero lo que más sonó por acá fue Bosé y Mecano. Sumemos a esto todo el catálogo de power ballads estadounidenses, los años de fama del tecnopop y el largo romance que tuvo latinoamérica con el pop italiano (que unas veces llegaba directo, otras como cóver).

Cuando me topo un libro cuajado de referencias a canciones termino armando un playlist. A veces te llevas sorpresas, como descubrir que en El gran Gatsby sólo se mencionan cuatro canciones. O cuando encontré el playlist de American Gods hecho por un usuario de Cubic, que era mucho más extenso de lo que me había parecido al leer el libro. Acá están las canciones de Signal to Noise en Youtube y Spotify, y por acá pueden leer un artículo de Silvia Moreno-Garcia sobre la ciencia ficción mexicana.

8/16/2014

cada mentira crea un mundo paralelo

En un mes los escoceses decidirán si son un país independiente y Momus lo celebra publicando The Book of Scotlands en su blog:
The Book of Scotlands, publicado hace cinco años, es una serie de vistazos delirantes a Escocias posibles e inexistentes. Fue escrito con el referéndum (que ocurrirá el jueves 18 de septiembre) en mente. Desde ahora y hasta septiembre publicaré en entregas todo The Book of Scotlands, aquí mismo, porque quiero compartir esta emoción de una Escocia independiente... "Sí" es la palabra más sexy.
7-18, 19-32, 33-38, 39-46, 47-57, 58-69, 70-79, 84-100, 101-110, 112-123, 124-135, 136-146, 147-155.


4/28/2014

la isla de la guerra


... el mundo de la antigua Frankie era el mejor de los tres mundos. Coincidía con Berenice en las principales leyes de su creación, pero añadió muchas cosas: un avión y una motocicleta para cada persona, un club mundial con certificados y distintivos, y una mejor ley de la gravedad. No estaba del todo de acuerdo con Berenice en relación a la guerra, y algunas veces dijo que su mundo tendría una Isla de la Guerra y los que quisieran podrían ir y pelear o donar sangre, y ella también podría ir por una temporada con las Women's Army Corps. También cambió las estaciones, dejando fuera al verano y añadiendo mucha nieve. 
Carson McCullers, The Member of the Wedding.
cfr. Battle Royale (Kinji Fukasaku, 2000).



3/05/2014

de cómo the king in yellow se hizo el libro más descargado de project gutenberg

Nic Pizzolatto entrevistado a unos días de que termine su serie de TV:
The King In Yellow está ahí porque es una historia sobre una historia, una que enloquece a la gente. Todo True Detective se compone de relatos dudosos. Desde la idea de Cohle de que la identidad es sólo un cuento que nos contamos, pasando por los relatos de hombría que Hart hace de sí mismo, hasta la historia no siempre verídica que le están contando a los detectives que los investigan. Tuvo sentido, al menos para mí, aludir a un relato externo que supuestamente produce locura o, como prefiero decirlo, iluminación demente. Cuando hice eso una especie de lenguaje secundario se formó en los guiones, en el que la noción de horror cósmico se hizo una parte muy real del ambiente, por lo menos para los que conocen la obra de Chambers.

10/20/2013

la ciudad embotellada

Los ciudadanos medievales de Nápoles creían que Virgilio había sido el fundador de la ciudad y que él mismo había depositado un modelo pequeño de Nápoles en una botella de cuello angosto, la cual tenía que ser guardada celosamente para que no cayera en poder de sus enemigos.
Los robots en el mito y en la ciencia, John Cohen (1966).

Conrado de Querfurt, en su visita a Nápoles con el terrible propósito de mermar sus fortificaciones, recolectó varias leyendas sobre Virgilio... "Fue una desgracia notable", escribió, "ser enviados a destruir esos muros que habían sido alzados por el canto de los filósofos. Otra cosa curiosa fue que el modelo de la ciudad, contenido por las artes mágicas de Virgilio en una botella de cuello angosto, no sirvió para salvar a la ciudad de la captura y el saqueo. Pues no sólo nos hemos adueñado de la botella y su contenido, sino también de la ciudad; hemos demolido los muros de acuerdo al mandato imperial sin ese talismán. Debe ser que una rajadura casi imperceptible que encontramos en el cristal fue suficiente para destruir sus virtudes mágicas y hacer a la ciudad suceptible de daño.
Vergil as a Magician, E.W. Bowen (1900).

cfr. The Bottle-City of Kandor.


 

5/17/2013

una contrarrevolución de sonámbulos

Así, a mediados de la década de los 1790, luego de unirse al Comité des recherches de París, él (Brissot) anunció los peligros de una "contrarrevolución de sonámbulos". Dos hombres habían intentado enviar un mensaje reaccionario al rey por medio de fluído mesmérico, afirmó. Habían recibido el mensaje de Madame Thomassin, una sonámbula con contactos en la aristocracia, que a su vez lo había recibido de la Virgen María; todos ellos intentaron "imprimirlo" mesméricamente en la mente del rey en Saint Cloud, donde fueron arrestados, para su sorpresa pues se creían invisibles.

Mesmerism and the End of the Enlightment in France, Robert Darnton.

12/04/2012

ladyhawke y la democracia mexicana

En julio de 1988 las irregularidades y pretextos durante el conteo de votos no sólo decidieron la suerte de México, también interrumpieron una transmisión de Ladyhawke en Imevisión. En Imevisión las funciones de estreno eran los miércoles pero Ladyhawke no la tuvo a causa de las elecciones: usaron ese tiempo para que Manuel Bartlett nos explicara que México es un águila madrugadora y la democracia un lobo noctívago y por ello es imposible que coincidan. La función del fin de semana (¿era la noche del sábado o la del domingo?) sí sucedió, y dieron casi toda la película, sólo les faltaron unos quince minutos del final. La interrumpieron para hacer un enlace de varias horas con la Comisión Federal Electoral. Esperé despierto hasta las tres de la mañana, lo cual era mucho para mí a los diez años. Por esas horas mamá me convenció de irme a dormir, no habría final de Ladyhawke. Había perdido un perro en las elecciones del 82 y a Ladyhawke en las del 88. Lo recordé en los primeros minutos del primero de diciembre: en Once TV quitaron el final de O Sangue para mostrar a Calderón entregando la bandera a Peña en Palacio Nacional. Cuando terminó la ceremonia en lugar de volver a O Sangue pasaron Traffic. Lo que alcancé a ver de O Sangue me pareció atemporal, podía ocurrir en cualquier momento entre 1960 y 2005, además pensé que la película era de la última década y es del 89. En cuanto a lo de programar Traffic, así se las gastan en el Once: antes del primer debate presidencial dieron el capítulo de Deadly 60 sobre los pejelagartos de la Florida.

10/14/2011

para aquellos que aman esta clase de cosas

Dos fragmentos de Zuleika Dobson (Max Beerbohm, 1911).

Clío, podía, por lo menos, abstenerse de leer las obras que, por ficción legal, se suponía que inspiraba. Una o dos veces por siglo, pasaba los ojos por tal o cual libro de historia, para volver a dejarlo con un encogimiento de hombros. Le gustaban bastante algunas crónicas de la Edad Media. Pero un día, cuando Palas le preguntó qué pensaba de la Decadencia y caída del Imperio Romano, su única respuesta fue: "ostis toia echei en edone echei en edone toia" (Para aquellos que aman esta clase de cosas, ésta es la clase de cosas que aman).


Para nosotros, a los que tan pronto "el tiempo empaña el resplandor de la juventud", es algo extraño, y hasta ridículo, pensar que Zeus, después de tantos años, siga todavía sujeto a sus pasiones. Y nos parece de todos modos lamentable que todavía no haya conseguido la suficiente seguridad en sí mismo para presentarse en su propia persona a la dama de su elección, y todavía se tome el trabajo de transformarse en el objeto que cree más conveniente para agradarle. Desde el Olimpo, voló de pronto hacia Clío, con la apariencia de la Invasión de Crimea, de Kingslake (4 vols., grande en octavo, media piel).


De hecho The Invasion of the Crimea apareció en ocho volúmenes, pero la imagen sigue siendo magnífica. Imaginen esto volando desde el Olimpo para ir a ligar:

"Hola, nena. Deja esas ediciones en rústica y descubre lo bueno. ¡Grrr!"

6/29/2011

renaldo kuhler y el país imaginario de rocaterrania

Renaldo Kuhler tiene 79 años y vive en Raleigh, Carolina del Norte. Ahora está jubilado, tiene un título en historia y trabajó desde 1969 como ilustrador naturalista. También ha pasado la mayor parte de su vida en su mundo imaginario al que llama Rocaterrania.

Rocaterrania se encuentra entre el estado de Nueva York y Canadá, cerca de los montes Adirondack. Fue fundada por inmigrantes, en su mayoría de Europa del este, y sus descendientes tienen poco contacto con los Estados Unidos y Canadá.

En este estado soberano se habla el rocaterranski, una combinación del alemán, el yidish, las lenguas eslavas y el español. En esa región la ropa de moda tiene algo de victoriana y militar.

No es una tierra utópica, ha pasado por varias dictaduras y guerras civiles. Kuhler pinta sus paisajes y a su gente, también escribe su historia, que en cierto modo es la de Kuhler.

El documental Rocaterrania, de Brett Ingram

Esta obra de toda una vida permaneció oculta hasta los años noventa, cuando un cineasta de Raleigh, Brett Ingram, trabó amistad con Kuhler y lo convenció de hacer un documental sobre su país imaginario, que no fue terminado sino hasta el año 2009.

Inevitablemente el caso de Renaldo Kuhler fue comparado con el de Henry Darger, que también fue objeto de un documental, In The Realms of the Unreal (Jessica Yu, 2004).

Pero Darger (1882-1973) llevó una vida de pobreza y reclusión, mientras que Renaldo es bien conocido en los bares de su ciudad, es generalmente amistoso y ha cultivado una apariencia peculiar que incluye una larga barba y gorra de maquinista. Peculiar en los Estados Unidos del siglo XXI, pero seguramente en Rocaterrania está al último grito de la moda.

Para saber más al respecto aquí está una nota del NY Times, un fragmento del documental y el trailer.

12/15/2010

el maestro y margarita, animación

El maestro y Margarita (la obra más conocida de Mijaíl Bulgakov) ha sido adaptada al cine y la televisión en varias ocasiones. Una de las adaptaciones que encontró más público fue la miniserie dirigida por Vladimir Bortko en 2005. Otra, una película de 1994 dirigida por Yuri Kara con música de Alfred Schnittke, se quedó enlatada: circula en internet desde hace tiempo y será lanzada oficialmente en 2011.

La novedad ahora es un largometraje de animación planeado por el estudio D3 Media Ukraine para el 2012. No he encontrado mucha información sobre él, sólo sé que no hay que confundirlo con la obra en proceso de Terentij Oslyabya, también animada.

Aquí está un avance sin subtítulos. Pueden ver a Poncio Pilatos, a Jesús y, claro, al gato Popota poniendo patas arriba el Moscú de los años treinta.

9/28/2010

entre topos

Fragmento de Boris Vian, La hierba roja (1950).

Wolf se volvió despacio para cambiar de posición. No quería perder ni por un segundo el contacto con la hierba. Al buscar donde apoyarse, su mano derecha dio con el pelaje de un pequeño animal inmóvil. Abrió los ojos bien abiertos, intentando descubrirlo en la oscuridad.

—Tengo un animalito suave a mi lado —dijo.

—¡Gracias...! —repuso Folavril.

Se rió en silencio.

—No eres tú —dijo Wolf— me habría dado cuenta. Es un topo... o un bebé topo. No se mueve pero está vivo... mira, escucha lo que hace cuando lo acaricio.

El bebé topo se puso a ronronear. Sus ojillos rojos brillaban como zafiros blancos. Wolf se sentó y lo depositó sobre el pecho de Folavril, allí donde empezaba su vestido, justo entre los senos.

—Es suave —dijo Folavril.

Se rió.

—Se está bien.

Wolf se dejó caer de nuevo sobre la hierba. Se había acostumbrado a la oscuridad y empezaba a ver. Frente a él, a pocos centímetros, reposaba el brazo de Folavril, liso y claro. Adelantó la cabeza y sus labios rozaron el hueco sombreado del codo.

—Folle... eres hermosa.

—No sé... —murmuró ella— se está bien. ¿Y si nos quedáramos a dormir aquí?

—Podríamos —dijo Wolf. —Lo estaba pensando hace un momento.

Su mejilla se recostó en el hombro de Folavril, un poco anguloso aún de tanta juventud.

—Nos despertaremos cubiertos de topos —añadió ella.

9/24/2010

ciertas músicas electrónicas

Fragmento de Dino Buzzati, El gran retrato (1960).

Y, sin embargo, aún no sabemos cómo, llegó una voz. Usted, Elisa, la ha oído. No es el sonido inevitable de miles y miles de mecanismos en movimiento. Es algo propio, una vibración autónoma que nace al mismo tiempo y con igual intensidad de varios compartimentos: ora aquí ora allá...

Elisa, ¿tiene presentes ciertas músicas electrónicas en las que la voz humana, las palabras, se transforman y ya no se las capta pero permanece la expresión e incluso resulta acentuada al máximo? Los vocablos, las frases no existen y, sin embargo, la música lo dice todo igualmente. No es la expresión vaga y polivalente de la música clásica, sino una expresión extraordinariamente precisa, más exacta aún, en cierto sentido, que una expresión articulada normal.

9/09/2010

un dios doméstico

Y cuando realmente murió me negué -siendo la pequeña pagana necia y bronceada que era- a dirigir oraciones por ella al Cielo: en lugar de eso, en su funeral, silenciosamente rogué a Peter, pequeño e inquieto dios de nuestra religión doméstica, que la acompañara en su camino para que ella no temiera. Incluso entonces, siendo una niña, me pareció curioso estar de pie con la cabeza agachada en el funeral de mi bisabuela rezándole al personaje de un libro, y no fue hasta después que percibí cierta rectitud instintiva en esto, porque Peter no es un personaje literario en el sentido habitual, es algo mucho más antiguo, un dios por derecho propio. Resulta significativo que Garfio -quien teme y odia a Peter- le llame por su verdadero nombre: Pan.

Donna Tartt, "On Barrie and Stevenson". Fairy Tale Review, The Blue Issue, p. 66.

2/09/2010

el secreto de kells

El año pasado fue uno de los mejores que haya tenido el cine de animación. Las que encabezaban mi lista eran Mary and Max (que para acabar pronto la llamaría la mejor película de 2009) y Ponyo on The Cliff, pero no esperaba verlas entre las nominadas a Mejor Largometraje Animado de los Óscares. Una de las reglas no escritas de la Academia es que sólo puedes ser el caballo negro una vez, y ya antes han premiado a Adam Elliot (por el corto Harvie Krumpet) y también a Hayao Miyazaki (por El viaje de Chihiro). Entonces el lugar le corresponde a la irlandesa The Secret of Kells, que competirá con la incursión de Wes Anderson en el stop-motion (The Fantastic Mr. Fox), el regreso de Henry Selick (Coraline) y las de Disney-Pixar.

En esta oleada de animación cuadro por cuadro y animación digital en tercera dimensión, El secreto de Kells tiene una imagen y un sonido propios, ligados al lugar y tiempo en que ocurre. El huérfano Brendan vive en un monasterio irlandés del siglo IX, donde los monjes se debaten entre dos preocupaciones: protegerse de los saqueos vikingos e ilustrar sus manuscritos, especialmente el Libro de Kells (es decir El Evangelario de San Columba, que existe realmente y se conserva en el Trinity College).

Así, el estilo de la animación carece deliberadamente de perspectiva, de profundidad, a semejanza de las ilustraciones del Libro de Kells. Y Bruno Coulais (autor de la música en Microcosmos, Los coristas y Coraline) compuso para la ocasión un score con instrumentos tradicionales de Irlanda, tocados por el grupo Kila.

Lo estilizado de los personajes y escenarios a veces juega en contra de la historia. Como cuando Brendan busca una lente legendaria y enfrenta a la serpiente Crom Cruach para conseguirla (desoyendo los consejos de su protectora, el hada Aisling), el momento tiene más de viaje a los ochenta para jugar Centipide en el Atari que de rito de paso. De todos modos, el conjunto se sostiene, y la película tampoco es nada ingenua: el protagonista sabe que rescatar el libro y continuar ilustrándolo no va a detener ningún saqueo.

La recomiendo tanto como los títulos arriba mencionados, pero las que realmente no se deben perder son las ausentes de la premiación, Mary and Maxy y Ponyo on the Cliff.

9/11/2009

great expectations and sea monsters

El trailer que vende una película como lo que no es. Pensaba que era un invento posterior, de los setenta por lo menos. Viendo Great Expectations de David Lean y hurgando en los extras del DVD salió un trailer de la época (1946), la selección de escenas la hacían parecer una peli de terror: "¿Qué secretos se esconden en esta mansión?", Pip bajando las escaleras escucha un alarido, la señora Havisham en llamas, luego Estella con la mirada perdida en un salón lleno de telarañas. En Dickens hay muchas cosas siniestras, pero este trailer dejaba a Great Expectations lista para un double feature con una de monstruos de la Universal.

8/20/2009

la invasión de los usurpadores de títulos

Luego del éxito que han tenido novelas como "Pride and Prejudice and Zombies" y "Sense and Sensibility and Sea Monsters", que mezclan los clásicos de Jane Austen con historias "de monstruos", pensé que se podría hacer algo parecido con algunos de los títulos más sonados de la literatura mexicana. Aquí hay varias propuestas:

Navidad en las Montañas de la Locura.

Los empeños de una casa embrujada.

Cambio de piel: los Body Snatchers visitan México.

Santo Vs. Los Hijos del Limo.

Claude Lévi-Strauss o el festín caníbal de Esopo.

El laberinto de la soledad y los faunos.

Oficio de Tinieblas y Aluxe.

La noche de los muertos vivientes de Tlatelolco.

Las siete cabritas del Apocalipsis.

Noticias del Imperio del Mal.

Ciudades Desiertas: Soy Leyenda 2.

El hipogrifo secreto.

La feria distante de las tinieblas.

Mujeres de ojos grandes y colmillos afilados.

Jacobo el Mutante Vs. los Perros Héroes.

8/10/2009

alan moore - the league of extraordinary gentlemen: century

Alan Moore pasó por constantes complicaciones para publicar "The League of Extraordinary Gentlemen: Black Dossier", que terminó llegando a las tiendas de Estados Unidos 18 meses después de la fecha prevista. Hasta ahora no puede venderse en el Reino Unido y el disco que se planeaba incluir en la edición especial nunca apareció. Tras esta decepción, el autor de "From Hell" y "Watchmen" abandonó a la editorial DC (por segunda vez) para trabajar a su propio ritmo y capricho.

Un ritmo que a algunos de sus lectores les parecerá desesperante, pues el tercer volumen de estas novelas gráficas, "The League of Extraordinary Gentlemen: Century", será publicado a cuentagotas. Una parte apareció este año, la siguiente saldrá en junio de 2010 y la última en junio de 2011.

Como en las entregas anteriores, los personajes de "Century" son tomados de obras ajenas, pero ahora la acción se desarrollará a lo largo de todo el siglo XX, lo que significa que la mayoría de los nombres que Moore pretende utilizar todavía tienen dueño. Obviamente, no piensa pagar derechos ni meterse en conflictos legales por cada uno (eso fue el mayor problema con "Black Dossier", intermedio entre los volúmnes dos y tres), así que debe avanzar con pies de plomo, averiguando qué personajes y lugares puede pedir prestados y cuáles deberá modificar ligeramente.

Algo más que distingue a "Century" de los anteriores volúmenes es la incorporación de temas y personajes provenientes de la música, el cómic, el cine y la televisión. En la parte que publicó este año varios motivos recurrentes provienen de "La ópera de los tres centavos" de Kurt Weill y Bertolt Brecht, y en un agregado que aparece al final participa Captain Universe, un superhéroe de los años cincuenta. Se sabe que los títulos de las siguientes dos serán "Paint it Black" (The Rolling Stones) y "Let It Come Down" (¿por Spiritualized?).

Parece que el plan de Moore para "The League..." ya no es celebrar únicamente a la literatura, sino a todas las figuras de aventura y fantasía que atraviesan la cultura popular. El autor reconoce que requerirá algo de asesoría conforme la trama se acerque al tiempo actual, porque últimamente su vida ha estado más dedicada a estudiar el siglo XIX y la magia que a conocer a sus contemporáneos. Le deseamos suerte en su viaje al presente.