9/28/2010

entre topos

Fragmento de Boris Vian, La hierba roja (1950).

Wolf se volvió despacio para cambiar de posición. No quería perder ni por un segundo el contacto con la hierba. Al buscar donde apoyarse, su mano derecha dio con el pelaje de un pequeño animal inmóvil. Abrió los ojos bien abiertos, intentando descubrirlo en la oscuridad.

—Tengo un animalito suave a mi lado —dijo.

—¡Gracias...! —repuso Folavril.

Se rió en silencio.

—No eres tú —dijo Wolf— me habría dado cuenta. Es un topo... o un bebé topo. No se mueve pero está vivo... mira, escucha lo que hace cuando lo acaricio.

El bebé topo se puso a ronronear. Sus ojillos rojos brillaban como zafiros blancos. Wolf se sentó y lo depositó sobre el pecho de Folavril, allí donde empezaba su vestido, justo entre los senos.

—Es suave —dijo Folavril.

Se rió.

—Se está bien.

Wolf se dejó caer de nuevo sobre la hierba. Se había acostumbrado a la oscuridad y empezaba a ver. Frente a él, a pocos centímetros, reposaba el brazo de Folavril, liso y claro. Adelantó la cabeza y sus labios rozaron el hueco sombreado del codo.

—Folle... eres hermosa.

—No sé... —murmuró ella— se está bien. ¿Y si nos quedáramos a dormir aquí?

—Podríamos —dijo Wolf. —Lo estaba pensando hace un momento.

Su mejilla se recostó en el hombro de Folavril, un poco anguloso aún de tanta juventud.

—Nos despertaremos cubiertos de topos —añadió ella.

9/24/2010

ciertas músicas electrónicas

Fragmento de Dino Buzzati, El gran retrato (1960).

Y, sin embargo, aún no sabemos cómo, llegó una voz. Usted, Elisa, la ha oído. No es el sonido inevitable de miles y miles de mecanismos en movimiento. Es algo propio, una vibración autónoma que nace al mismo tiempo y con igual intensidad de varios compartimentos: ora aquí ora allá...

Elisa, ¿tiene presentes ciertas músicas electrónicas en las que la voz humana, las palabras, se transforman y ya no se las capta pero permanece la expresión e incluso resulta acentuada al máximo? Los vocablos, las frases no existen y, sin embargo, la música lo dice todo igualmente. No es la expresión vaga y polivalente de la música clásica, sino una expresión extraordinariamente precisa, más exacta aún, en cierto sentido, que una expresión articulada normal.

9/17/2010

eso que no se entiende pero funciona

No sé la definición que enseñen ahora en las escuelas. Cuando yo estuve en primaria y secundaria la definición de tecnología era "ciencia aplicada". Luego, lo demás que te enseñaban como tecnología desmentía esa definición. Si la tecnología se esperara a que hubiera un completo conocimiento científico que la respaldara ni siquiera existiría la ciencia, nunca hubieran existido las comodidades indispensables para que alguien tuviera tiempo para hacer ciencia.

Un ejemplo útil para explicar esta diferencia era el uso de antidepresivos: llevan décadas usándose porque aumentan los niveles de serotonina, lo cual se traduce en más gente apta para trabajar y menos gente abriéndose la venas. Aunque no se supiera cómo lo conseguían, cumplían su función y por lo tanto, se usaban. Ahora ya se sabe qué es lo que hacen, lo descubrió en Francia el equipo de Anne Baudry, Sophie Mouillet-Richard y otros. Aquí la nota en io9 y el artículo original en Science.

9/14/2010

¡yo quiero hablar de hitchcock!

Slavoj Žižek en la conferencia ¿Qué significa ser revolucionario hoy en día?

Mi experiencia, de luchas reales. Tengo amigas en Sarajevo que fueron heridas, violadas y sobrevivieron. Fue la Edad de Oro de las bromas crueles y brutales. Hablé con mujeres que fueron violadas y dijeron "la única manera de sobrevivir no es decir 'oh, ahora soy una víctima', sino convertir ese predicamento en un chiste sucio". Esto es vida real, no estoy mintiendo, esto no es un asunto intelectual. Durante la guerra en Yugoslavia fui a California, a dar una conferencia sobre Hitchcock, en el 92, y alguien me atacó. "¿Cómo te atreves a hablar de cosas triviales como Alfred Hitchcock cuando tu país está en llamas?" Exploté. ¿Así que él puede (hablar de Hitchcock) y yo no puedo? ¿Como soy de Yugoslavia sólo se me permite hablar de mi sufrimiento? Cambiemos los papeles. ¡Yo quiero hablar de Hitchcock, habla tú de mi sufrimiento!


Zoran Živković, autor de historias fantásticas, acerca de su búsqueda de una editorial. Hay un libro suyo en Minotauro, Historias imposibles, yo no lo he leído todavía.

A un editor sí le gustó mi novela. Pero concluyó que, aunque fuera buena, era de momento invendible. (Fue la primera vez en mi vida que escuché ese término usado en lo que yo creía un contexto predominantemente literario). Aun así recibí una segunda oferta de él. Escribir una novela de cien mil palabras sobre la guerra civil en Bosnia, en tres meses, de preferencia. No debía yo reprimir mi vívida imaginación cuando se tratara de atrocidades, violación en masa, campos de concentración y otras linduras parecidas que eran admiradas por la mayoría del público. Una novela así no sería sólo vendible, sino que probablemente entraría a las listas de best-sellers. El caballero se decepcionó al escuchar que no me interesaba ser un escritor por encargo, sin importar cuánto pensara pagarme.