2/09/2010

el secreto de kells

El año pasado fue uno de los mejores que haya tenido el cine de animación. Las que encabezaban mi lista eran Mary and Max (que para acabar pronto la llamaría la mejor película de 2009) y Ponyo on The Cliff, pero no esperaba verlas entre las nominadas a Mejor Largometraje Animado de los Óscares. Una de las reglas no escritas de la Academia es que sólo puedes ser el caballo negro una vez, y ya antes han premiado a Adam Elliot (por el corto Harvie Krumpet) y también a Hayao Miyazaki (por El viaje de Chihiro). Entonces el lugar le corresponde a la irlandesa The Secret of Kells, que competirá con la incursión de Wes Anderson en el stop-motion (The Fantastic Mr. Fox), el regreso de Henry Selick (Coraline) y las de Disney-Pixar.

En esta oleada de animación cuadro por cuadro y animación digital en tercera dimensión, El secreto de Kells tiene una imagen y un sonido propios, ligados al lugar y tiempo en que ocurre. El huérfano Brendan vive en un monasterio irlandés del siglo IX, donde los monjes se debaten entre dos preocupaciones: protegerse de los saqueos vikingos e ilustrar sus manuscritos, especialmente el Libro de Kells (es decir El Evangelario de San Columba, que existe realmente y se conserva en el Trinity College).

Así, el estilo de la animación carece deliberadamente de perspectiva, de profundidad, a semejanza de las ilustraciones del Libro de Kells. Y Bruno Coulais (autor de la música en Microcosmos, Los coristas y Coraline) compuso para la ocasión un score con instrumentos tradicionales de Irlanda, tocados por el grupo Kila.

Lo estilizado de los personajes y escenarios a veces juega en contra de la historia. Como cuando Brendan busca una lente legendaria y enfrenta a la serpiente Crom Cruach para conseguirla (desoyendo los consejos de su protectora, el hada Aisling), el momento tiene más de viaje a los ochenta para jugar Centipide en el Atari que de rito de paso. De todos modos, el conjunto se sostiene, y la película tampoco es nada ingenua: el protagonista sabe que rescatar el libro y continuar ilustrándolo no va a detener ningún saqueo.

La recomiendo tanto como los títulos arriba mencionados, pero las que realmente no se deben perder son las ausentes de la premiación, Mary and Maxy y Ponyo on the Cliff.

2/03/2010

walter schmidt en el garage

A la una de la mañana del 30 de enero Walter Schmidt subió al escenario de Garage, en el Barrio Antiguo de Monterrey.

Como Carlos Robledo se había caído del cartel unas semanas antes, fue Ángel Sánchez quien presentó cada tema y acompañó con bajo y secuencias de laptop los sonidos que Schmidt sacaba al teclado.

Schmidt es una pieza clave del underground mexicano, lo mismo como periodista que como músico.

Desde fines de los setenta cultivó, en diversos grupos, géneros como el RIO (Decibel), el post-punk (Size) y el synthpop (Casino Shanghai).

En esta presentación dejó atrás esas historias e interpretó material relativamente reciente, de sus discos Bosque de niebla (2000) y Ríos de sangre (2005), más cercanos a la música concreta y la electroacústica.

En la conferencia de prensa dada un día antes en el Bar Reforma explicó que estos discos son temáticos. El primero gira en torno a la degradación del ambiente, el segundo es sobre el genocidio infantil a lo largo de la historia.

Ya en vivo, en una noche fría y tras una larga espera, Bosque de niebla le pareció demasiado abstracto al público.

Se veían unos a otros, seguían las pláticas. Mejor respuesta encontraron las piezas de Ríos de sangre, de sonido grave, denso y dramático.

La presentación duró una hora y tuvo una secuela la noche siguiente: un DJ set en la galería No Automático, que fue transmitido en vivo por Proyecto eMpTy (electronic positioning Monterrey).

1/10/2010

the knife - tomorrow, in a year

Cuatro años después de Silent Shout, su tercer LP que los puso en la mira de todo el mundo, el grupo sueco The Knife presenta un nuevo disco en el que se inician en un género que es cercano a sus presentaciones dramáticas y estilizadas, pero con el que no estaban familiarizados: la ópera.

El disco es Tomorrow, in a Year y se los encargó la compañía danesa Hotel Pro Forma. Los hermanos Dreijer lo hicieron en colaboración con los artistas alemanes Mt. Sims y Planningtorock. Olof Dreijer reconoce sin pena que antes del encargo ni siquiera había asistido a una ópera, pero le entusiasmó el cambiar de aires en lugar de regresar con un disco convencional de The Knife. Lo que sea que signifique "convencional" hablando de este grupo conocido por su electrónica rítmica, oscura y gélida.

Tomorrow, in a Year se basa en la vida de Charles Darwin y la forma en que su Origen de las especies modificó la noción que la humanidad tenía del mundo. Para realizar la música Olof pasó una temporada en el Amazonas haciendo grabaciones de campo que luego incluiría en el sonido de la ópera. Ésta se estrenó el pasado septiembre en Copenhague y luego tuvo una temporada en Atenas, a la que seguirán otras en Estocolmo y Munster.

El disco saldrá a la venta en marzo y de momento ya puede escucharse uno de sus tracks, "Colouring of Pigeons", en theknife.net

1/08/2010

nunca cambies, vales mil

Antes de comenzar la cena de año nuevo, una de las invitadas dedicó un brindis a los presentes. Volteó hacia una de las parejas en la mesa y les felicitó por las cosas que han logrado y porque este año podrían casarse. Volteó hacia la otra pareja en la mesa y les felicitó por todo el tiempo que llevan juntos y lo bien que se complementan.

Luego alzó la copa con vino hacia el Sr. Sagaz (que no es tal) y se quedó pensando. Arrugó la frente, hizo memoria. Pensó más. Hurgó hasta el fondo de su base de datos mental y sólo pudo encontrar un "felicidades por seguir siendo tú".