9/04/2009

termina la familia burrón

Me tomó por sorpresa la desaparición de la Familia Burrón. No porque me parezca imposible, sino porque no esperaba que la siguieran publicando.

Aunque ahora ya se pueden descargar y también hay antologías publicadas por Porrúa, nunca he leído un número de sus mejores épocas. Yo conocí a la Familia Burrón de los ochenta y ya entonces parecía anacrónica. Pero todos andaban desfasados en esa época: también veías a Archie y Betty en un concierto de Cyndi Lauper y algo no checaba (para empezar, ¿qué cuernos hacía Cyndi en Riverdale?).

De niño más que con Borola, Regino y su prole, simpatizaba con el hermano de Borola (ex ladrón convertido en panadero que no le enseñaba su cara a nadie) y con la niña del tololoche (que en él cargaba una despensa completa y toda clase de triques).

La última vez que supe de ellos fue en la revistería del Metro Cuauhtémoc, hace unos cuatro años. Una chica con bata de médico y lentes grandes estaba recogiendo varios números de los Burrón que le había separado el vendedor. Fuera de ella, y cuando ocasionalmente mi madre dice alguna borolada, no los hacía en el mundo más.

9/03/2009

motivos para escuchar a james blackshaw

A propósito de Thomas Feiner y su ingreso a SamadhiSound hablábamos aquí de esas disqueras pequeñas donde cada músico y álbum son escogidos con esmero. Los otros ejemplos fueron las que dirigen Michael Gira y David Tibet. No estaba al tanto entonces de que hay un individuo que pertenece precisamente a esas dos. Es un guitarrista y pianista londinense de 27 años llamado James Blackshaw. Su último disco, The Glass Bead Game, apareció en Young God Records (de Gira) y él forma parte de la actual alineación de Current 93 (la banda de Tibet).

Blackshaw usa una guitarra de doce cuerdas para hacer composiciones en las que no oculta la influencia de John Fahey. Pero mientras que lo de Fahey tenía un tono desolador (en ocasiones francamente fúnebre), las grabaciones de Blackshaw poseen una vitalidad y luminosidad reafirmada a base de patrones cíclicos.

En "Cross", uno de los nuevos tracks, Lavinia Blackwall (de Trembling Bells) interpreta un canto sin letras que recuerda los usados por Michael Nyman (el minimalismo es otro de los nortes de James), pero por lo general se trata de composiciones sin voz, de duración generosa, donde la guitarra lleva toda la responsabilidad, apenas acompañada por violín y cello. Una novedad en los últimos dos discos, de siete que lleva, es la mayor participación del piano. Cuando pone las manos sobre las teclas, el sonido de Blackshaw se acerca más al ambient de Eluvium y Colleen.

Suele recurrir a títulos de origen literario: The Cloud of Unknowing (La nube del no saber, un texto de la mística cristiana), The Glass Bead Game (título inglés de El juego de abalorios, Hesse) y una antología que preparó para Important Records se titula The Garden of Forking Paths ("El jardín de los senderos que se bifurcan", Borges). El músico insiste en que no buscemos interpretaciones de más en esos títulos, pues suele escogerlos cuando la música ya está terminada. Le parecen evocadores, pero no jugaron ningún papel en el proceso de composición. .

No creo que existan discos indispensables, pero al menos escuchen un par de los tracks de Blackshaw en MySpace y descubran si van a necesitar el resto de su discografía.

por la espada

Dos fragmentos de La caja negra, de Amos Oz.

Lo tomé prestado directamente de Jesús, quien observó una vez en uno de sus momentos inspirados: "Aquellos que viven por la espada, por la espada morirán". Lo que no impidió que en otra ocasión ese fanático delicado alzara la voz y bramara: "No penséis que vine a traer paz a la Tierra, no vine a traer paz sino la espada". Y la espada acabó comiéndoselo también a él.

...

Leí en Bernanos que la infelicidad es una fuente de bendición. Repliqué en mi libro a este melaza católico que toda felicidad es básicamente un trillado invento cristiano. La felicidad, escribí, es kitsch. No tiene nada que ver con la eudaimonía de los griegos.

9/02/2009

they've got soul but they're not soldiers

Una de las diferencias entre el journalese y el newspeak: el primero tiende a hacerse inocentemente, sin que lo sepa el journaleseparlante. Apenas le pones una cámara enfrente y un micrófono y empieza a decir "se dio a la fuga" en lugar de "se escapó", "por lo que viene siendo la avenida Morones Prieto" en lugar de "por Morones Prieto", además de sentir la obligación de hacer juicios morales aceptados por el 95% de sus paisanos. El newspeak es impuesto, o al menos sancionado, por un censor o por el juicio de una mayoría.

Lo que no sé dónde colocar, en el journalese o en el newspeak, es la paulatina desaparición de la palabra "soldado" en los noticieros. A las balaceras llegan tardíamente "elementos del ejército". Los que sacan chamacos de los ríos crecidos son "personal de la SEDENA instrumentando el plan DN-III". No soldados. Soldados son los de los desfiles. Como la diferencia entre pez y pescado: si está rodeado de banderitas y rehíletes tricolores, es soldado, si está rodeado de cadáveres o candidatos a cadáver, es un "elemento del ejército".