12/27/2006

un truco de infancia

...es más bien una cosa que yo hacía cuando era pequeño. Cerraba a medias los ojos hasta no dejar más que un resquicio por el que miraba intensamente lo que quería ver. Después, giraba tres veces sobre mí y pensaba que así había atrapado, cogido en la trampa, lo que había visto, y que podía guardar indefinidamente no sólo eso sino también los olores, los ruidos. Por supuesto, a la larga caí en la cuenta de que mi truco no funcionaba, sólo a partir de entonces recurrí a las herramientas técnicas para conseguir el mismo efecto.

Jacques Henri Lartigue, citado por Paul Virilio en Estética de la desaparición.

12/25/2006

otro reno navideño

Cuando eran pequeños, el Sr. Sagaz y su hermana eran llamados Mandril y Mandrilillo por sus padres. En algún momento ella contrajo sarampión o varicela, una cosa de ésas, con las que te llenas de manchitas, con lo que su sobrenombre se extendió a Mandrilillo Pinto. Eventualmente la mandrilez pasó y ella terminó siendo El Pinto, nombre que conserva hasta hoy.

Tras pasar la Nochebuena atrincherados frente a la TV, viendo un amplio surtido de películas Hallmark, los hermanos recibieron la Navidad viendo "Las cuarenta chicas más cachondas que se han ligado a un rockstar", un conteo transmitido por VH1. Mientras Tommy Lee aparecía por segunda o tercera ocasión involucrado con alguna rubia pechugona, el Sr. Sagaz recordó el regalo que había recibido del Sr. Sensato.

Sr. Sagaz: El engendro me pasó Twin Peaks, toda la primera temporada.

El Pinto: ¿Es la serie que le gustaba a Mamá?

Sr. Sagaz: No, la que dices es Northern Exposure, era como un Twin Peaks para todo público. La que tenía un reno paseando por un pueblito canadiense en los créditos.

El Pinto: El reno también salía en la serie, ponían una toma de él caminando por el pueblo cuando había cambio de escena, o cuando iban a cambiar la trama.

Sr. Sagaz: Se me hace que lo ponían para obviar las escenas de sexo. Después de cada faje, en lugar de una toma de la chimenea o de la ventana.

El conteo de VH1 llegó en ese momento a una joven modelo enredada con Rod Stewart. La chica tenía como veinte años menos que él. Una de las entrevistadas (reporteras de revistas de chismes, cantantes en el retiro) se mostró asombrada, "¿Cómo pueden pasar tanto tiempo juntos? El podría ser su padre. ¿De qué pueden platicar si vienen de dos épocas muy distintas?"

El Pinto: Esa gente no platica, sólo se dedica a ver pasar al reno.

12/21/2006

lo crudo y lo cocido

Escena del pasado fin de semana. Preparando la comida, Maya tenía sobre la tabla una pieza de carne cruda que se disponía a cortar en cachitos.

Maya: A la hermana de Fer le gustaba así, cruda.

Sr. Sagaz: ¿No le decían Rosemary?

Maya: Así se llama, Rosa María.

12/13/2006

descargue afecto, no lo compre

No es poca la gente a la que el Sr. Sagaz ha hartado con The Knife. Habla de la banda con tal cariño que parece que él los hubiera parido, o que ya le pidió a Papá Dreijer la mano de Karin, una cosa de ese tipo. Pero, ¿qué hacer? To know them is to love them.

Los Dreijer ya dejaron su regalito navideño: la canción Christmas Reindeer, con todo y una portada en PDF, para que la descarguen, quemen, empaqueten y regalen a toda la gente a la que no piensen comprarle nada. Entre esto y el siempre efectivo Christmas EP de Low ya tienen opciones frente al ubicuo álbum navideño de Luismi.

12/12/2006

...o aventurera

La barra del Gargas. El Sr. Sagaz cuenta a Isadora las condiciones en las que volvió Santo Tomás. Jorge, el cantinero, interrumpe la conversación.

Jorge: A ver, el que volvió pintado, ¿es el mismo que la otra vez encontraste con una bolsa de Gigante como capa?

Sr. Sagaz: El mismo.

Jorge: Güey, tu gato no es mujeriego. Es travesti.

12/11/2006

el aventurero

Por lo visto Santo Tomás está al tanto de este blog y lo que conté la semana pasada lo condujo a una crisis severa.

Conociendo sus pocas luces, no me extrañaría que el minino pensara que la visita al veterinario había sido para embellecerlo (a Tomás, no al veterinario) o para despuntarle los bigotes, que bastante torcidos los tiene. Al descubrir por este medio el propósito, cumplido, de la operación, él, siempre tan gato de su casa, se fugó y vagó por las calles del centro durante tres días con sus noches.

Desconozco cómo regresó, también el por qué, si me ha perdonado o sencillamente sintió hambre. Regresó bastante flaco, despeinado y con el pecho, el cuello y parte del lomo cubiertos con una pintura rojiza. Si se tratara de algún otro estaría seguro de que se ha batido en duelo y vuelve bañado en la sangre de su víctima, con lo que automáticamente lo nombraría caballero. Pero no tiene ni un rasguño. Y si nunca ha sido muy belicoso menos va a serlo ahora de castrato. De hecho, el tono de rojo me parece bastante familiar: es el mismo que deja el lipstick sobre los cuellos de las camisas. Éste ya no debería sentir esas pulsiones, pero igual se entregó a la juerga y las mujeres. Por puro despecho. Ni santo ni caballero andante, éste es un Don Juan o un simple patán de barrio. Al rato tendré que ir a recogerlo a Sin City Villagrán o los tugurios de Colón. El que va a acabar de santo seré yo, cargando con la cruz de criar a un bicho tan vil como el que me ha tocado.

12/08/2006

¿por qué no?

Comen en casa Borges y Bianco. Borges comenta el discurso de Aramburu, en Salta. Dicen que lo aplaudieron mucho cuando declaró que los militares no debían gobernar. Borges: "Este aplauso, ¿no es una gaffe? ¿Cómo aplaudir su opinión sin sugerir que él, como militar, no debe estar en el gobierno? Evidentemente, el lenguaje de los aplausos es demasiado tosco para expresar tales matices". Le conté que los bolivianos (según la fama) responden los vivas o mueras con el grito de "¿Por qué no?". Borges se rió y propuso otras fórmulas para muchedumbres: "Tal vez" o "Hipótesis atendible".

Del diario de Adolfo Bioy Casares.
18 de agosto de 1956.