10/20/2010

música en la nube

Apple y Google contra Spotify


Hablábamos aquí, al final de la entrada Música con y sin envase, sobre los servicios de música en streaming (o "en la nube", la que haces sonar en línea sin descargarla). La hipotética carrera para dominar ese mercado es entre Apple y Google. Hipotética porque no hay anuncios oficiales, pero sí evidencia de sus negociaciones con las disqueras. La meta es dar un servicio similar al que varios países europeos conocen desde 2008 con Spotify.

En el caso de Google la carrera podría incluír detenerse un momento en el modelo de iTunes y sólo después entrar al streaming. Una pausa poco comprensible, considerando que la música en streaming a nivel mundial podría dejar en el pasado a iTunes. "Si lo hacen bien esto acelerará la transición de los consumidores, de música que debes tener a un acceso ilimitado a música" dijo en septiembre Ted Cohen, ex ejecutivo de EMI, a Reuters.

En el caso de Apple los rumores no son sólo sobre un nuevo servicio de streaming, también sobre dificultar la entrada de Spotify a Estados Unidos (y de ahí al resto del mundo). ¿Qué tiene que temer Apple si domina el negocio de la música en línea? Basta leer la reseña de Spotify en BoingBoing.net: Dos semanas con Spotify (Veredicto: sencillamente funciona).


El caso Spotify


En los primeros meses de Spotify los comentarios eran que esa cosa tenía truco. Que probablemente era como esas dotcoms de la segunda mitad de los noventa, que aparentaban innovación y buen negocio por un tiempo para ser compradas por una empresa grande, y luego se descubría que no eran rentables.

La estrategia sonaba demasiado bien para ser real. El caso es que no se hundió y mantiene contratos con las cuatro disqueras grandes.

La segunda oleada de sospechas tuvo que ver con esos contratos con disqueras. Si para estar con Spotify necesitas una disquera eso significa un retroceso para la música independiente, esa era la crítica. Pero sucede que si un músico tiene su álbum o sencillo en cualquier sitio de descargas legales, así sea CDBaby, para Spotify cuenta como tener disquera.

Supongo que ese formalismo está ahí sólo para que no suban cualquier jam o improvisación que grabaron una madrugada en estado inconveniente. El extremo en este sentido es que una amiga sólo encuentra ciertos tracks de Billy Childish en Spotify.

Las críticas de este año tenían que ver con la poca ganancia que les quedaba de Spotify a los artistas. El epítome era Lady Gaga: por una de sus canciones tocada millones de veces en ese servicio recibe una cantidad que no alcanza para comprar uno de sus atuendos. La solución sería avisarle "oiga, nadie la obligó a firmar con Universal, si se sale de la disquera se entiende directamente con Spotify y ya no reparte el cheque con nadie".


Servicios freemium y premium


Esto último en realidad no es viable, menos para alguien que busca llenar arenas y aparecer en cada talkshow famoso. Sólo sería viable si la música en streaming fuera la norma, y si los proveedores de la música en streaming fueran los que controlaran todo el negocio, desplazando a las disqueras o absorbiéndolas. No es una posibilidad exagerada: actualmente las disqueras no dan con una solución para la debacle en ventas, y en iTunes es Apple quien impone las condiciones y los precios.

Lo que no le dijo Ted Cohen a Reuters es que la transición de los escuchas de la descarga al streaming también depende de qué ofrezca gratis el streaming. En We7 y Spotify el mejor servicio es para los suscriptores, pero se puede acceder a música de manera gratuita, sin sonido de alta fidelidad y con publicidad intercalada. Poseer las ventajas del streaming aunque sea con publicidad sería suficiente para que decayeran las descargas "ilegales".

Y en esta modalidad los socios reciben beneficios de la publicidad pagada (un anuncio en un servicio de streaming respaldado por Apple debería venderse muy bien) y la difusión. De las descargas "ilegales" no reciben ni un centavo. En cuanto a las disqueras, si planean seguir negociando al modo del siglo XX podrían convertirse en una reliquia del siglo XX.

Por lo pronto parece difícil que Apple quiera dar algo gratis con publicidad. Cruzo los dedos para que Google lo haga (tiene años haciéndolo en video y es parte de su éxito). Eso o que Spotify pueda saltar los obstáculos para llegar a todo el mundo.

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