2/22/2008

papita frita awards

Olvídense de los Óscares™, las lenguas de MTV y los Darwin. Mustelina de la Furet los invita a escoger los Papita Frita Awards:

El Papita Frita Award es un reconocimiento otorgado a aquellas personas que se distinguen del resto de la sociedad debido a su condición profundamente ingenua, tierna, cosita, cursi, o avanzado grado de estupidez... Regularmente, el Papita Frita Award se entrega semanalmente. En este caso la Academia de la Papita Frita se encarga de otorgar el galardón. La Papita Frita del mes es un reconocimiento que se otorgará mediante la votación del público, cuya nutrida participación esperamos.


Escoge a la Papita Frita de Febrero

2/21/2008

la implacable frenóloga de la afi

“J’en ai marre” es una canción muy conocida. Si no la sacas por título, asomate a YouTube y recordarás que ya has visto el video. Porque lo que gusta es el video, Alizée presumiendo el pescadito rojo que lleva en el trasero. Fuera de Miss Golightly no conocía a nadie que tuviera canciones de Alizée solas, para escucharlas por gusto. Este taxista las tenía, y venía escuchando “J’en ai marre” a buen volumen.

-Así que va a una escuela. ¿Es maestro?

-No, encargado de la biblioteca.

Mon poisson rouge, dans mon bain de mousse…

-Se la pasa leyendo, me imagino.

-Algo. (Pero no los libros de la biblioteca, que son de cocina, pero si respondo eso comenzará una plática sobre cocina).

J'en ai marre de ceux qui pleurent…

-Yo ando buscando un libro. Bueno, no lo he ido a buscar, pero es el que me gustaría leer ahorita. El otro día, en el radio, Jordi Rosado entrevistó a una mujer que con ver la cara de las personas podía saber cómo eran, su carácter. Por la forma de la frente, de la barbilla, todo. Era una especialista, bien cabrona, estudios en Harvard y así, trabajaba para la AFI y todos esos. ¿Cree que haya un libro que hable sobre eso?

-No sabía que Jordi Rosado estuviera en radio. (Eso se le llama frenología, no creo que nadie haya creído sinceramente en esa ciencia en más de un siglo. Quizá en un mundo con dirigibles en lugar de taxis y videófonos de estilo victoriano la AFI sí contaría con un equipo de frenólogos. Aunque bueno, es la AFI, es perfectamente posible que sí lo tenga. Pero, por Dios, NO vamos a platicar de frenología en un taxi).

J'en ai marre de ces cyniques, et dans les pres les colchiques…

-Sí, bueno, ya tiene mucho en radio. Ahí mismo, mientras hablaban, cachó al Jordi en una mentira, leyéndole la cara, se dio cuenta de que era mentiroso.

-¿Entonces estudiaba los gestos o la forma de la cara?

-No, los gestos no, la forma de la cara.

-Pero la cara de Jordi debe tener la misma forma cuando miente y cuando dice la verdad, y no puede mentir todo el tiempo.

Je me prelasse, et me delasse…

-Le digo que era muy cabrona, así de cabrona.

2/18/2008

tu madre era un hamster

Ante todo, se introduce con gusto en la guerra un elemento cómico: la burla hecha por los asediados de su enemigo, la cual pagan con frecuencia sangrientamente. Los habitantes de Meaux ponen un asno sobre la muralla para ridiculizar a Enrique V de Inglaterra. Los de Condé declaran que no pueden rendirse todavía, porque están aún ocupados en cocer sus tortas de Pascua. En Montereau sacuden en lo alto de la muralla sus gorros, simulando limpiarlos, cuando descarga el cañón del sitiador.

Johan Huizinga, El otoño de la Edad Media.
Compárese con los insultos de los guardias en Monty Python and the Holy Grail.

2/15/2008

el hype nuestro de cada día, dánoslo hoy

El hype es la tendencia que obtiene cobertura mediática y canonización cool de la noche a la mañana. Lo último, the next big thing. Puede ocurrir en pequeña o gran escala, en círculos especializados o en todo el orbe.

El hype y The Wire

Para la prensa musical internacional es algo odiado y amado. Se le odia porque celebra llamaradas de petate, de ésas que hacen ruborizar un par de años después de haberlas adorado (levante la mano quien se haya descargado toda la discografía de Godspeed You! Black Emperor y luego la mandó completita a la papelera de reciclaje; sí, la estoy levantando también).

Se le ama porque es la posibilidad de identificar un hito cultural antes que nadie. Así, uno de los motivos por los que la revista británica The Wire es tachada de snob es su tino para identificar o inventar (según a quién le pregunten) hitos de este tipo. Términos tan difundidos y discutidos como “post-rock” (1994) o “new weird america” (2003) salieron de sus páginas.

El hype en México

México no podía ser la excepción. La prensa escrita, los bloggers, los chicos que platican de grupos en los bares, muchos practican el deporte de identificar y desenmascarar hypes.

Lo que me llama la atención que es que lo hacen (hacemos) de una manera rara. Como ser hinchas del Real Madrid y no saber nada del futbol nacional, o seguir de cerca las campañas presidenciales de EU y no tener idea de la política mexicana. Los hypes, independientemente de su confiabilidad, para nosotros son algo que ocurre en otras partes, que llaman nuestra atención pero no ocurren en esta tierra.

Hace cinco años, hurgando en redes sociales de internet, encontrabas que los mexicanos escuchaban a los Fancy Free, Austin TV, Zoe y proyectos derivados de Nortec. Pasaron los años y ahora ves que esa misma gente escucha a… los Fancy Free, Austin TV, Zoe y proyectos derivados de Nortec.

Eso mientras en el resto del planeta nacían, se reproducían y morían numerosos mitos.

Nuestro Pop Revolucionario Institucional

Durante ese trance han nacido más bandas dignas de atención (y parece que la prensa extranjera ha estado más atenta a ellas que la nacional). Las mismas han recorrido el país para presentarse en vivo, tienen buena cantidad de contactos en MySpace y su música está en tiendas especializadas y programas de descarga.

Pero ese último salto, ése que hace que alguien te incluya en su perfil como una de sus bandas favoritas, no ocurre. Menos puedes soñar con pedir en un bar una de sus canciones.

Quizá nos hemos tomado demasiado en serio aquello de “don’t believe the hype”. O hay en nuestro rock y pop la misma continuidad y formación de dinastías que impera en otros aspectos de la vida nacional.

Como si las bandas afiliadas hace algún tiempo hubieran conseguido “hueso” o “plaza”, y aunque existan muchas nuevas éstas no tendrían su momento hasta que las anteriores terminen su mandato o se jubilen.

Un ejemplo sencillo, asómense al catálogo de Noiselab. Ahí siguen como novedad Jumbo y Zoe.

El hype como garantía de renovación y rescate

El hype, con todo y sus implicaciones desagradables, funciona como garantía de renovación y variedad. Depura el sistema periódicamente.

También rescata el pasado: aunque toda la “new weird america” fuera puro cuento, tan sólo por haber presentado a John Fahey a las nuevas generaciones ya tiene justificada su presencia.

Otro tanto hizo el brete por el post-punk con el que abrió esta década. Fuera de nuestras fronteras puede ser visto como un hambre malsana de novedades y modas pasajeras, pero de veras que me gustaría tantito hype por aquí, sólo para acelerar las cosas, para engrasar la máquina. Y, claro, que cada quien decida si cree en él o no.