12/13/2006

descargue afecto, no lo compre

No es poca la gente a la que el Sr. Sagaz ha hartado con The Knife. Habla de la banda con tal cariño que parece que él los hubiera parido, o que ya le pidió a Papá Dreijer la mano de Karin, una cosa de ese tipo. Pero, ¿qué hacer? To know them is to love them.

Los Dreijer ya dejaron su regalito navideño: la canción Christmas Reindeer, con todo y una portada en PDF, para que la descarguen, quemen, empaqueten y regalen a toda la gente a la que no piensen comprarle nada. Entre esto y el siempre efectivo Christmas EP de Low ya tienen opciones frente al ubicuo álbum navideño de Luismi.

12/12/2006

...o aventurera

La barra del Gargas. El Sr. Sagaz cuenta a Isadora las condiciones en las que volvió Santo Tomás. Jorge, el cantinero, interrumpe la conversación.

Jorge: A ver, el que volvió pintado, ¿es el mismo que la otra vez encontraste con una bolsa de Gigante como capa?

Sr. Sagaz: El mismo.

Jorge: Güey, tu gato no es mujeriego. Es travesti.

12/11/2006

el aventurero

Por lo visto Santo Tomás está al tanto de este blog y lo que conté la semana pasada lo condujo a una crisis severa.

Conociendo sus pocas luces, no me extrañaría que el minino pensara que la visita al veterinario había sido para embellecerlo (a Tomás, no al veterinario) o para despuntarle los bigotes, que bastante torcidos los tiene. Al descubrir por este medio el propósito, cumplido, de la operación, él, siempre tan gato de su casa, se fugó y vagó por las calles del centro durante tres días con sus noches.

Desconozco cómo regresó, también el por qué, si me ha perdonado o sencillamente sintió hambre. Regresó bastante flaco, despeinado y con el pecho, el cuello y parte del lomo cubiertos con una pintura rojiza. Si se tratara de algún otro estaría seguro de que se ha batido en duelo y vuelve bañado en la sangre de su víctima, con lo que automáticamente lo nombraría caballero. Pero no tiene ni un rasguño. Y si nunca ha sido muy belicoso menos va a serlo ahora de castrato. De hecho, el tono de rojo me parece bastante familiar: es el mismo que deja el lipstick sobre los cuellos de las camisas. Éste ya no debería sentir esas pulsiones, pero igual se entregó a la juerga y las mujeres. Por puro despecho. Ni santo ni caballero andante, éste es un Don Juan o un simple patán de barrio. Al rato tendré que ir a recogerlo a Sin City Villagrán o los tugurios de Colón. El que va a acabar de santo seré yo, cargando con la cruz de criar a un bicho tan vil como el que me ha tocado.