5/02/2006

mientras dormíamos

Uso la TV como despertador, así que casi todos los días abro los ojos con las noticias, y casi todos los días las entiendo mal, las mezclo o de plano cambio todo el contenido de la nota. Peligros de la duermevela.

La semana pasada escuché algo que parecía producto de una cabeza amodorrada. "El senado no puede estar decidiendo eso ahorita. Si lo estuviera haciendo ya se habría armado un desmáuser". Pero era cierto, estaban despenalizando la posesión de drogas para consumo personal. Con los exabruptos de los candidatos y las marchas de los migrantes se quedó en nota menor, incluso las reacciones en EU fueron tibias.

Por absurdo que parezca, en ninguna parte de la reglamentación anterior se establecía qué cantidades se consideraban como consumo personal. En cada detención aquello lo decidían los peritos a ojo de buen cubero. Así que esta es la primera vez que se determinan claramente las cantidades: "hasta 500 miligramos de cocaína... una pastilla de LSD, un kilogramo de peyote, 250 gramos de hongos, 25 de heroína, 5 de opio o 5 de mariguana" (El Norte, 28 de abril de 2006).

Hasta ahí está bien, la ley va sobre los dealers (se ampliaron las penas por posesión de cantidades para venta) y que cada ciudadano sea responsable de lo que se mete en el organismo. Lo que hay que revisar: médicos y policías entrevistados concuerdan en que las cantidades permitidas son muy generosas, los vendedores de poca monta podrían escudarse en esta nueva ley. Lo que huele a problemas: hay casos exitosos de regulación (no prohibición) del consumo de drogas, como el de Holanda. Pero su estrategia funcionó precisamente por que distingue entre drogas suaves y duras, y aísla a sus respectivos consumidores, mientras que la nueva ley mexicana considera a la heroína y la cocaína en el mismo paquete que la mariguana y el peyote.


Posdata del 4 de mayo. No fue: El Presidente Fox vetó ayer la ley que despenalizaba la posesión de cantidades mínimas de drogas, horas después de que autoridades estadounidenses se lo solicitaron.

4/24/2006

the squid and the whale (noah baumbach, 2005)

Aunque la hayas estado esperando, The Squid and the Whale podría pasar sin que lo notaras.

Le pusieron un título olvidable (Historias de familia), en Monterrey la exhiben en una sola sala y las sinopsis hacen que parezca remake de Kramer vs Kramer. Bueno, sí, es sobre la separación de un matrimonio, pero es mucho más rica que eso.

Cuando le preguntaron a Tarantino en qué se distinguiría Kill Bill de sus otras películas dio una respuesta muy sencilla: cuando los personajes de Pulp Fiction van al cine, lo que ven son películas como Kill Bill. Los personajes de The Squid and the Whale viven un mundo donde The Royal Tenenbaums sería la telenovela de moda.

Abundan los pequeños absurdos domésticos. También desplantes egoístas que, debiendo producir pena, casi dan ternura.

El premio se lo lleva el chico que presenta en un concurso escolar “Hey You”, la de Pink Floyd, como composición propia. Y los diálogos entre Frank y su padre:

—¿Qué es un filisteo?
—Alguien que no lee y tampoco le gustan las películas interesantes.
—Entonces quiero ser un filisteo.

Para la trivia: Anna Paquin sale como interés romántico de Jeff Daniels. Hace una década ella salía de su hija en Fly Away Home.

4/20/2006

¿dónde están las mujeres en los grupos?

Laura Sales es crítica de Rockdelux y organizadora del Ladyfest Spain, esto es parte de su artículo en Rockdelux 233.


¿Dónde están las mujeres en en los grupos? ¿Dónde están las críticas musicales? ¿Dónde están las directoras de sellos discográficos?

Las mujeres están ahí, pero sólo entre el público: siguen en gran medida relegadas a un papel pasivo. ¿Y por qué?

La respuesta no es evidente y exige un análisis de conciencia honesto por parte de mujeres y hombres. La culpa no es de un programador de conciertos despistado ni de un malintencionado jefe de redacción. Y el problema tampoco se soluciona con la promulgación de una ley.

Si las mujeres seguimos sin tener igualdad de oportunidades en este terreno, como en tantos otros, es porque bajo la normalidad aparente existen mecanismos de control que hay que analizar para poder combatirlos.

Por ejemplo, escenario concreto: la música independiente es fundamental para la socialización y el desarrollo de la identidad de las y los adolescentes. Sin embargo, la transmisión de conocimientos musicales sigue siendo básicamente masculina, mediante mecanismos sutiles o más evidentes, como jergas técnicas que convierten en esotéricas cosas tan sencillas como pulsar un interruptror.

Por eso en Ladyfest se hacen talleres de guitarra o DJ, porque nos parece importante que las mujeres se transmitan conocimientos entre sí; igual que Le Tigre explican paso a paso en su web el equipo técnico que utilizan.

Y no es que las mujeres seamos tontas o negadas para la técnica, sino que tradicionalmente éste es un campo donde no hemos tenido nada que ganar.

Para los hombres la acumulación de conocimientos es un método muy extendido de conseguir prestigio social, y esto es claramente así en la cultura musical.

Un chico se aprenderá de memoria listas interminables de grupos ignotos de after-punk suizo, cantón por cantón, porque sabe que con ello se va a ganar el respeto de sus colegas (y esto explica que fenómenos como el coleccionismo discográfico sean básicamente masculinos).

En cambio, los conocimientos y la opinión de las mujeres no son tomados tan en serio; y cuando a una mujer se la escucha [hablar sobre música], automáticamente se la considera una mujer atípica.