4/30/2009

ninguna ciudadela capaz de resistir

Dos momentos de El vino del estío (Dandelion Wine en el original, el vino casero que se hace recolectando dientes de león). Doug, el hermano mayor, despierta un día con el descubrimiento de que está vivo, y decide ser plenamente conciente de todo lo que ocurre y lo que piensa sobre lo que ocurre. Por su parte Tom, el hermano menor, toma conciencia de la realidad de la muerte la noche en que él y su madre bajan a la cañada, el lugar de los vagabundos y El Solitario (mítico asesino de mujeres del pueblo). Estoy leyéndolo en una edición de 1971 que se está cayendo a pedazos, pero con gusto les prestaría esas hojas sueltas.


La mano de la madre tembló.

Tom sintió el temblor. ¿Por qué? Ella era más grande, más fuerte, más inteligente que él, ¿no? ¿Sentía ella también aquella amenaza intangible, aquello que asomaba en la sombra, aquella malignidad agazapada? Entonces, ¿no traían fuerza los años? ¿No había refugio seguro en la vida? ¿No había ciudadela carnal capaz de resistir los confusos asaltos de las medianoches? Las dudas asaltaron a Tom. Sintió otra vez el helado en la garganta, el estómago, la espalda y los miembros. Se sintió de pronto tan frío como un viento escapado del mes de diciembre.

Comprendió que todos los hombres eran así, que todos eran seres únicos y solitarios. Una unidad, una unidad entre otros, siempre con miedo. Como aquí, ahora. ¿Si gritara, si aullara pidendo auxilio, importaría realmente?

La negrura podría alcanzarlos rápidamente, una negrura devoradora. En un titánico y helado momento todo habría terminado. Mucho antes del alba, mucho antes que la policía sondeara con sus linternas el oscuro y perturbado sendero, mucho antes que los hombres de mentes temblorosas pudieran arrojar una piedara. Aunque estuvieran a menos de quinientos metros, y pudiera contar realmente con ellos, en tres segundos una oscura marea se alzaría para arrancarle diez años y... El impacto esencial de la soledad de la vida sacudió el cuerpo tembloroso de Tom. Mamá estaba sola también.

1 comentario:

Anónimo dijo...

=D
bello