10/13/2006

quizá lo tuyo sea quedarte en casa


Noche de sábado en el Vaqueros, local nicolaíta de orientación vernácula, con todo y duela para square dance. En principio, una sede inexplicable para el Rockampeonato, pero la sala resultó cómoda (considerando el numeroso público, atraído por las entradas gratuitas) y su acústica aceptable.

En el extremo opuesto al escenario se erguía la mesa de los jueces: Héctor Mijangos (director de Noiselab), Miguel Solís e Ileana “La Reclu” Rodríguez (ambos de Reactor 105.7), además de los músicos que apadrinan las eliminatorias: Paco Huidobro, Joselo, los Dynamite y Zoé.

Durante su primera etapa, en julio y agosto, el Rockampeonato Telcel recibió demos de más de 6,000 grupos de todo el país. Con tan abundante material, el jurado realizó una hecatombe que dejó sólo cinco grupos por cada ciudad sede. Y ese 23 de septiembre fue el turno de los regiomontanos.

Al igual que en Guadalajara, a Joselo y su banda se les sumó Meme del Real, primero tocando la melódica y después la batería. Interpretaron “Muérete”, “Cuéntame” y extractos de Lejos, el sucesor de Oso. Antes, el impresentable Jay de la Cueva tomó la guitarra con Los Odio, el proyecto de Paco Huidobro que confirma las sospechas despertadas por Rosa Venus. Los viajes a Júpiter y la bendición de gusanos se acabaron hace una década, ahora Paco se hace el mundano con canciones de ciudad y desamor.

Los Dynamite (franquicia mexicana del post-punk bailable, con fecha de caducidad inminente) mostraron buenas mañas, compensando su escasa originalidad con ritmo contundente. Para cerrar, lo de Zoé con su público. Ocurre lo mismo que con las parejas disfuncionales: si ellos así son felices, ¿a los demás qué nos importa?

Fueron las bandas en competencia las que sembraron dudas: cuando la nueva camada suena menos despierta que los veteranos es que la cosa no va bien. Lo más interesante, por mucho, vino con Los Re# (léase “re sostenido”), que resultó ser el proyecto de dormitorio de Bul, integrante de Album. Su presentación contó con músicos mercenarios y un pop híbrido de eléctrico y digital, que por momentos recordó a The Postal Service.

El noise, lo-fi, surf, electro y demás géneros que mal o bien se practican en esta tierra brillaron por su ausencia. Predominó un sonido “alternativo” (no pensaba volver a usar ese adjetivo) génerico, atorado en las referencias más manidas de los noventa, por cuenta de los grupos Dusan, Telebox, Animalísimo y 60Polo.

Héctor Mijangos (que venía de pasear a Chan Marshall por el DF, maldito) debió sentir pánico, sólo de imaginar a quién de éstos firmaría Noiselab, pues tal es el premio de este certamen. Pero la amenaza se desvaneció esa misma noche: tras la votación, el grupo regiomontano mejor colocado fue 60Polo, con 72.72 puntos, lo que apenas les alcanzó para el cuarto lugar de la tabla general, cuando han pasado tres semifinales y faltan otras siete, más la final en la Ciudad de México.

Es decir, de tres ciudades que habían competido hasta ese momento, Monterrey ocupaba el cuarto lugar. Y, por lo visto esa noche, la calificación era justa.

Apareció en La Rocka No. 41 (octubre 2006).

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