12/23/2012

galanes de barrio

La misma situación en dos películas seguidas, esta tarde. Cuando O'Malley conoce a Duquesa le dice que sus ojos son como zafiros, ella responde que eso suena poético pero no es precisamente Shakespeare. "Claro que no, es puro O'Malley", replica el gato de arrabal. Luego Scaramouche: él la piropea y ella pregunta si está citando a Molière, él responde que no, que es puro Moreau (su nombre es Andre Moreau).

12/04/2012

ladyhawke y la democracia mexicana

En julio de 1988 las irregularidades y pretextos durante el conteo de votos no sólo decidieron la suerte de México, también interrumpieron una transmisión de Ladyhawke en Imevisión. En Imevisión las funciones de estreno eran los miércoles pero Ladyhawke no la tuvo a causa de las elecciones: usaron ese tiempo para que Manuel Bartlett nos explicara que México es un águila madrugadora y la democracia un lobo noctívago y por ello es imposible que coincidan. La función del fin de semana (¿era la noche del sábado o la del domingo?) sí sucedió, y dieron casi toda la película, sólo les faltaron unos quince minutos del final. La interrumpieron para hacer un enlace de varias horas con la Comisión Federal Electoral. Esperé despierto hasta las tres de la mañana, lo cual era mucho para mí a los diez años. Por esas horas mamá me convenció de irme a dormir, no habría final de Ladyhawke. Había perdido un perro en las elecciones del 82 y a Ladyhawke en las del 88. Lo recordé en los primeros minutos del primero de diciembre: en Once TV quitaron el final de O Sangue para mostrar a Calderón entregando la bandera a Peña en Palacio Nacional. Cuando terminó la ceremonia en lugar de volver a O Sangue pasaron Traffic. Lo que alcancé a ver de O Sangue me pareció atemporal, podía ocurrir en cualquier momento entre 1960 y 2005, además pensé que la película era de la última década y es del 89. En cuanto a lo de programar Traffic, así se las gastan en el Once: antes del primer debate presidencial dieron el capítulo de Deadly 60 sobre los pejelagartos de la Florida.

12/03/2012

para pasearse por los aires

Pero el genio, y aun un gran talento, proviene, más bien que de elementos intelectuales y de refinamientos sociales superiores a los ajenos, de la facultad de trasponerlos y transformarlos. Para calentar un líquido con una lámpara eléctrica no se trata de buscar la lámpara eléctrica más fuerte, sino una cuya corriente pueda dejar de alumbrar, para derivarse y dar en vez de luz calor. Para pasearse por los aires no se requiere un automóvil más potente; lo que se necesita es un automóvil que no siga corriendo por la tierra, que corte con una línea vertical la horizontal que seguía, transformando su velocidad en fuerza ascensional.
Marcel Proust, A la sombra de las muchachas en flor.

cfr. El DeLorean de Back to the Future.



10/22/2012

un batallón de conejos

Conocí el mar en 1982, en Tampico. Enterré un astronauta de juguete en la arena y no pude encontrarlo más. La mesera del Café Margot me hizo ojitos, yo me sonrojé horriblemente. Y descubrí que el borde de las olas marinas parece un batallón de conejos atacando la playa.

Al ver esta ilustración supongo que muchos niños de todo el mundo han visto el batallón de conejos. La encontré el año pasado, por aquí.

Kozyndan.

samuel r. delany - stars in my pocket like grains of sand

Publicada en 1984, Stars in My Pocket Like Grains of Sand (Estrellas en mi bolsillo como granos de arena) es una novela de ciencia ficción curiosa. Podría usar algún adjetivo más sofisticado pero ése es el apropiado.

Además creó un impasse en la obra de Samuel R. Delany: luego de publicarla cambió la ficción por la docencia.

Y es una historia trunca. Tiene un final, pero también varias lineas argumentales que iban ser exploradas en su segunda parte, The Splendor and Misery of Bodies, of Cities, que el autor nunca terminó y ya no le interesa terminar.

En el universo de Stars in My Pocket... la humanidad habita miles de planetas, si bien no toda la gente anda viajando de mundo en mundo (eso es propio de los diplomáticos y los comerciantes). Sólo hay otra especie que realiza vajes interestelares como los humanos, los Xlv, de los que se sabe poco.

Varios de los mundos habitados por humanos están siendo destruidos en un proceso al que se llama "fuga cultural". Esta fuga está relacionada con los conflictos sociales de esos mundos, pero también es una destrucción física acelerada, en la cual quizá tengan alguna responsabilidad los Xlv.

Para un repaso detallado pueden consultar este artículo que hizo Jo Walton para Tor. Aquí sólo digamos que además de aniquilación de mundos hay cerebros reprogramables, alcahuetería interestelar, sexo entre diferentes especies y una fiesta que acaba como la de El ángel exterminador.

Lo más sobresaliente de Stars in My Pocket... es su worldbuilding y el uso que hace del lenguaje. Esta parte del universo que habitan el ex-esclavo Rat Korga y el "diplomático industrial" Marq Dyeth tiene, además de una historia política y viejos conflictos ideológicos, una literatura, cuyos logros son esbozados a lo largo de varias páginas para que los aprendan los personajes y con ellos el lector. Así, al recordar la obra de la tirana-poeta Vondramach Okk, se dice:

—Una de las cosas que la hacen especialmente interesante es ese lenguaje que inventó. Se lo sacó de la manga siendo niña, en esa enorme estación macro-vida en la que pasó buena parte de su infancia inválida. Usaba un sistema de escritura tanto fonético como ideográfico, así como una serie de cambiorrunas.

—¿Cambiorrunas?

—Letras que se pronuncian de cierta manera la primera vez que aparecen en un texto, de otra manera la segunda vez, de otra la tercera vez y así siguen en una secuencia fija. Le permiten al poeta una técnica interesante: puede tener pares de palabras que hacen aliteración visualmente pero no fonéticamente, y pares que hacen aliteración fonéticamente pero no visualmente, y además puede enfrentar esos dos pares de palabras.
Durante las primeras sesenta páginas (en la edición de Bantam) la narración se hace en tercera persona y cada posible duda del lector es explicada.

Al terminar esta introducción comienza la narración en primera persona de Marq Dyeth, quien habla y piensa como se acostumbra en el planeta Velm. Jo Walton, en el artículo arriba mencionado, resume las peculiaridades del habla de Marq así:

El género se construye de manera diferente. She es el pronombre usual para cualquier criatura consciente, woman es la palabra usual para decir "persona". He es el pronombre para alguien que deseas. Man es una palabra obsoleta y poética. Mother es un rol que cualquiera puede tomar si está criando niños.

¿Cuál es el resultado? El lector no puede saber el sexo de los personajes la mayor parte del tiempo. Y, a menos que el lector esté preparando una edición crítica de esta novela (una que llevaría notas al pie en casi cada página), la forma más cómoda de leerla es dejar de averiguar el sexo de los personajes. Ocasionalmente hay alguna descripción de su físico que resuelve la cuestión, pero luego de varias páginas de práctica esto se vuelve irrelevante. En el caso de Japril, uno de los personajes principales, tenía una voz y un modo de argumentar propios, pero yo llegué a la última página sin saber si era "amigo" o "amiga" de Marq.

Stars in my Pocket... fue el último proyecto ambicioso de su autor. Y uno de esos libros de CF buenos para darle reset a tu perspectiva del mundo.