4/19/2007

joan sebastian - 25 rosas

Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada 2/7

Es normal asociar una canción con un lugar. Lo que no es normal es que en ese lugar la canción sonara todo, pero todo el tiempo. Muy probablemente la memoria me está jugando sucio, pues se trata de un recuerdo de cuando yo tenía seis años de edad.

Mi familia estaba recién desempacada en Tampico, y en la Colonia Mainero todavía había lotes sin construir. Así, desde mi cuarto podía ver hasta el puesto de tacos que estaba a una cuadra de distancia, porque en medio no había casas que interrumpieran la vista.

A veces acompañaba a Mamá a comprar los tacos, otras la esperaba en casa y desde mi cuarto la veía alejarse, detenerse en el puesto y regresar con una cantidad obscena de flautas, repollo y salsa (a la salsa yo no le entraba, creo que no comí con salsa hasta los doce años).

Cuando la acompañaba a hacer esa compra me encontraba con que el taquero siempre tenía la misma canción sonando en su grabadora:

Pones agua fresca en un jarrón
llévalo al buró junto a tu cama,
si un día siente frío tu corazón...

El resto decía que el jarrón era para poner las rosas que mandaba el enamorado, y si alguien preguntaba de quién eran ella debía callarlo.

Fue hasta mi adolescencia cuando descubrí que la canción era de Joan Sebastian, a quien identificaba con poses más agrestes y cantineras, muy distintas a "25 rosas", que es la típica balada amorosa de los setenta, con unos arreglos que se pretendían griegos o, por lo menos, de algún lugar del Mediterráneo.

Quizá no me falla la memoria y ese absurdo ocurría realmente: el taquero tenía un caset con esa canción grabada varias veces y por ambos lados. ¿Por qué?

4/18/2007

ludovica (1997 - 2007)

Monterrey, 17 de abril de 2007. Falleció Ludovica, el orgullo del criadero de gatos de la familia Tinajero Santiago y el único félido del noreste que ejerció la crítica cinematográfica y la interpretación músical (fungía como instrumento, en el Concierto para gato pillador, alarma de VW y timbales, "Variaciones sobre un tema de Sonic Youth", Op. 17). Se le recuerda asimismo por sus enseñanzas morales, demostradas en la práctica y no mediante proverbios. Le sobreviven un puñado de michitos, sus amos, su amita y un montón de raza que alguna vez la bañó, cargó, acarició o besó. Sus restos reposan junto a un rosal, en el jardín del Sr. Magnánimo.

miguel bosé - linda

Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada 1/7

Repasaré las canciones que, sin haberlas pedido o esperado, hicieron la banda sonora de la crianza de su servidor. Comienzan las cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada. Y comienzan con Miguel Bosé.

Hace falta algún tipo guía a la hora de criar a un bebé. A mi madre, por ejemplo, nadie le enseñó cuentos de hadas ni canciones de cuna.

Me contaba películas de moda e historias de Cortázar cuyos títulos no recordaba. Y las de Cortázar las contaba como historias de terror y hacía que sonaran como tales. Pero donde perdía el rumbo completamente era con las canciones.

No conservo recuerdos de cuando tenía un año de edad, lo que viene lo sé porque ella me lo contó.

La canción con la que me arrullaba era "Linda", el primer éxito que tuvo Miguel Bosé, que en su versión quedaba así: "Lindo, agua de la fuente, lindo, dulce e inocente..."

Y ahí comienza lo peligagudo: la canción es sobre un tipo a punto de desvirgar a una muchachita a la que ni siquiera quiere, a la que le está lavando el coco con frases del tipo "ayudame a olvidar a otra". ¿Cómo le puedes cambiar la letra a eso y convertirlo canción de cuna?

Quizá Tom Selleck tenía razón, y a los bebés les vale madre lo que les cantes, sólo aprecian el tono de voz.