4/16/2008

mejor hubieran conservado el trofeo azteca

Dar de baja a cerca de 500 piezas, casi la mitad del acervo, por ser consideradas de poca calidad o no representativas, y recibir en comodato o donación 25 piezas de 20 artistas son los primeros frutos de la reestructuración de la Pinacoteca de Nuevo León... En este grupo, explica, se contempló la salida de comodatos vencidos de obras que son poco representativas de los artistas, obras solicitadas por artistas ya representados, y hasta adquisiciones cuyo origen estaba poco claro o son consideradas de poco valor para la colección ya que no representan a artistas de trayectoria ni a la historia de la plástica, como unos apócrifos de Frida Kahlo cuyo origen fue un concurso de aficionados realizado en los años 90, y un trofeo con una figura azteca, cuyo origen se desconoce. (Fuente: El Norte, 8 de abril de 2008)


Desgraciadamente en el periódico no mostraron imágenes del trofeo azteca, pero las obras que sí aparecían fotografiadas no se quedaban atrás. Había un ángel multicolor encerrado en una prisión (seguramente la prisión tecnócrata/neoliberal) con la leyenda "Libertad a Chiapas" debajo. Otra obra consistía en una bolsa negra para basura llena de, supongo, basura. "No, pues con razón se están deshaciendo de la mitad del acervo, qué flojera guardar esas madres", pensé. Entonces vi el pie de foto: tanto el angelito libertario como la basura con forma de basura eran de los "nuevos tesoros de la pinacoteca".

4/14/2008

coma nada, ¡es nueva!

1. Así comienza “De cómo se salvó el mundo”, una fábula de Stanislaw Lem: “En cierta ocasión, el constructor Trurl fabricó una máquina que sabía hacer todas las cosas cuyo nombre empezaba con la letra ene”. Como de costumbre, llega a fastidiar Clapaucio, el colega de Trurl. Le pide a la máquina que haga “nada” pero, en lugar de que el aparato se dedique a holgazanear, “hace nada”, trae la nada al mundo desintegrando todas las cosas.

Esto pone en graves aprietos a los constructores (a todo el Universo, en realidad), pero sospecho que si Trurl y Clapaucio hubieran vivido en nuestro mundo tendrían una exitosa maquiladora, ahora que la nada es la sensación. Ahora que los productos son adquiridos por la prodigiosa cantidad de nada que contienen.

2. Una tarde frente al televisor. En un anuncio aparece una chica realizando sus actividades diarias. Junto a su cabeza hay una tabla de contenidos nutrimentales. No de los alimentos, de la chica, los que ingresan en su organismo. Conforme bebe agua y se ejercita los números de la tabla vuelven a ceros, balance que, a juzgar por la expresión de la modelo, es el ideal.

Y luego de décadas promoviendo el consumo de fibra para agilizar la digestión, ahora se invita a los televidentes a cenar únicamente cereal. Debes dormir ligero, y además arrojar lo poco que has ingerido a primera hora de la mañana.

Pasan unos segundos y aparece a cuadro Ludwika Paleta explicando a un grupo de chicas que pueden saltarse una comida y compensarla con la ingesta de un yogurt (sin grasa pero fortificado). Después, más anuncios de agua embotellada, donde se enumeran las virtudes de líquido como si hubiera sido inventado ayer.

El mismo patrón se sigue con otras bebidas. Ya no basta con la cerveza light, que permite “aguantar más tiempo en la fiesta para agarrarlas cansadas”, mejor bebe una sin alcohol, para que no haya falla. También puedes cambiar tu refresco favorito (e incluso su versión dietética) por agua ligeramente gasificada que tiene el sabor de ese refresco, pero diluido.

3. A los productos light ya estábamos acostumbrados, van décadas desde que los asimilamos en nuestras vidas. Pero en un principio la intención era que pasaran desapercibidos, que jugaran a ser placebos (no podían serlo del todo, pues el comprador era consciente de su naturaleza) imitando lo mejor que podían el sabor de los alimentos tradicionales. Estos alimentos que dominan los espacios publicitarios a últimas fechas van más allá. El consumidor ahora desea el cero, nada, o lo más cercano a nada. Que sea patente al paladar y al estómago la ligereza de su dieta.

Dadas las características del agua, nada tiene de raro que su presentación embotellada se convirtiera en el emblema de esta generación de productos (¿light 2G? ¿post-light? ¿rete-light?), y que se presuman (y exageren) sus cualidades como si no las hubiera poseído siempre. Si les interesa averiguar sobre algunos efectos colaterales de la popularidad del agua embotellada pueden leer la nota de Alejandro González (en Blogs Milenio) del 7 de marzo.

4. Los fabricantes de estos productos no pueden recomendar (y efectivamente, no lo hacen) una dieta basada exclusivamente en ellos. En sus sitios web se muestran diversos menús y tablas de equivalencias para insertar el producto en una dieta balanceada. No se trata de que sus productos suplan una dieta completa, sugieren recurrir a ellos, entre otros casos, cuando se te ha “olvidado desayunar”. El riesgo radica en que algunos consumidores decidan “olvidar” el desayuno, la comida y la cena para sustituirlos por compensadores, en un afán de estar satisfechos con su figura en tiempo récord.

5. Es tanta la insistencia con la que anuncia que un producto carece de algo que, si no supiéramos el significado de “0%”, “cero” y “nada” pensaríamos que se trata de sustancias milagrosas que se toman con todo tipo de excipientes.

4/07/2008

dice facebook que si quieres jugueteo fortuito

Como recordarán los viciosos del Facebook, la versión en español de esa página no fue hecha por ningún traductor a sueldo, sino que, siguiendo la costumbre de la casa, se invitó a los usuarios a realizarla.

Ya habíamos visto algunos gazapos en la traducción de Blogger (en enero de este año anunciaron con orgullo que "ya soportaban el hebreo"; menos mal), pero ahora Facebook se los está llevando de calle.

La semana pasada se me ocurrió mudarme a la versión de Facebook en castellano. En lugar de “poke back” te invitan a “devolver el toque”. Me pregunto si las otras posibles traducciones eran “rolar mota” o “pasar el carrujo”. También puedes avisar a las chicas que buscas “jugueteo fortuito” (“random play” decía el original) o, ya intentando sonar más chabacanos, “ligoteo aleatorio”.

A veces son simples dedazos o errores ortográficos, pero no por ello causan menos pena, como al leer que un amigo se ha conectado “ase dos horas”. En otros casos apelan a la megalomanía: la gente de Facebook no pregunta por tu orientación política, sino por tu “visión política”. Lo más desconcertante son los mensajes sin título, que son catalogados como mensajes “sin sujeto”. Nadie los escribió, no van dirigidos a nadie y, sin embargo, ahí están. Misterio.

Cuando tienes amigos en común con alguien les llaman “amigos mutuales”, y te informan de ellos así: “ustedes dos saben a Ricardo, Norma y María”. La verdad, nunca he intentado averiguar si mi pellejo sabe igual al de mis conocidos, ni he desarrollado la costumbre de lamer a la gente para saber si me cae bien.

Con todo, Facebook no se llevará el trofeo a la peor traducción al español. Esa se la han ganado a pulso los fabricantes de un bote lechero que apareció fotografiado en Blogderground. No les arruinaré el momento, deben verlo con sus propios ojos.