1/03/2007

epilepsia de año nuevo

1. El Sr. Sagaz no suele celebrar el Año Nuevo. No es un asunto de principios, que para empezar no tiene ninguno, es sólo que su familia nunca lo ha festejado. Y la gente de O'Malley deja la ciudad en esos días, así que tampoco lo pasa con ellos.

Cuando intentó apuntarse a los festejos le salió como sus patas. El año nuevo 2001, en Xalapa, trató de salir de bares y descubrió las calles vacías: todo mundo andaba en el puerto. Acabó escuchando misa de gallo en la Catedral, calado hasta los huesos. El siguiente año, de vuelta en Monterrey, él y el Sr. Sensato se acabaron una botella de whiskey escuchando a Leonard Cohen. No son precisamente la alegría de la huerta estos chicos.

2. Como no lo recibieron en ningún refugio/asilo/sanatorio fue Maya quien lo acogió este año, desde el viernes hasta las primeras horas de 2007.

El viernes visitaron un centro comercial, donde el Sr. Sagaz encontró el DVD de 24 Hour Party People y lo compró para suplir su desaparecida copia en VCD. Esa noche continuó leyendo Estética de la desaparición, cuyo primer capítulo se centra en la epilepsia y la picnolepsia, mencionando específicamente el caso de los sujetos fotosensibles.

3. En la película el actor Sean Harris escenifica uno de los ataques epilépticos que Ian Curtis sufría en los escenarios, víctima de las luces estrobo. El Sr. Sagaz tuvo ese viernes en sus manos el libro y la película, pero no hizo la conexión correspondiente hasta la noche de Año Nuevo, escuchando a una de las invitadas: una radióloga lagunera encargada de pacientes epilépticos. Justo cuando el Sr. Sagaz notó que la epilepsia había sido mencionada recurrentemente ese fin de semana, y contaba a Maya el caso de Curtis, la radióloga, en el otro extremo de la mesa, comenzó a hablar de los sujetos fotosensibles.

12/27/2006

un truco de infancia

...es más bien una cosa que yo hacía cuando era pequeño. Cerraba a medias los ojos hasta no dejar más que un resquicio por el que miraba intensamente lo que quería ver. Después, giraba tres veces sobre mí y pensaba que así había atrapado, cogido en la trampa, lo que había visto, y que podía guardar indefinidamente no sólo eso sino también los olores, los ruidos. Por supuesto, a la larga caí en la cuenta de que mi truco no funcionaba, sólo a partir de entonces recurrí a las herramientas técnicas para conseguir el mismo efecto.

Jacques Henri Lartigue, citado por Paul Virilio en Estética de la desaparición.

12/25/2006

otro reno navideño

Cuando eran pequeños, el Sr. Sagaz y su hermana eran llamados Mandril y Mandrilillo por sus padres. En algún momento ella contrajo sarampión o varicela, una cosa de ésas, con las que te llenas de manchitas, con lo que su sobrenombre se extendió a Mandrilillo Pinto. Eventualmente la mandrilez pasó y ella terminó siendo El Pinto, nombre que conserva hasta hoy.

Tras pasar la Nochebuena atrincherados frente a la TV, viendo un amplio surtido de películas Hallmark, los hermanos recibieron la Navidad viendo "Las cuarenta chicas más cachondas que se han ligado a un rockstar", un conteo transmitido por VH1. Mientras Tommy Lee aparecía por segunda o tercera ocasión involucrado con alguna rubia pechugona, el Sr. Sagaz recordó el regalo que había recibido del Sr. Sensato.

Sr. Sagaz: El engendro me pasó Twin Peaks, toda la primera temporada.

El Pinto: ¿Es la serie que le gustaba a Mamá?

Sr. Sagaz: No, la que dices es Northern Exposure, era como un Twin Peaks para todo público. La que tenía un reno paseando por un pueblito canadiense en los créditos.

El Pinto: El reno también salía en la serie, ponían una toma de él caminando por el pueblo cuando había cambio de escena, o cuando iban a cambiar la trama.

Sr. Sagaz: Se me hace que lo ponían para obviar las escenas de sexo. Después de cada faje, en lugar de una toma de la chimenea o de la ventana.

El conteo de VH1 llegó en ese momento a una joven modelo enredada con Rod Stewart. La chica tenía como veinte años menos que él. Una de las entrevistadas (reporteras de revistas de chismes, cantantes en el retiro) se mostró asombrada, "¿Cómo pueden pasar tanto tiempo juntos? El podría ser su padre. ¿De qué pueden platicar si vienen de dos épocas muy distintas?"

El Pinto: Esa gente no platica, sólo se dedica a ver pasar al reno.