2/27/2007

la expedición de pirro

Cuando un amigo preguntó qué propósito ulterior podía estar enmascarando el rey* con su expedición a Sicilia, el rey le respondió:

-Bueno, una vez que eso se haya finalizado, pretendo realizar un pequeño cambio (muy necesitado) en ciertas partes de Italia, y en particular en ese nido de bribones en el Latium.

-Y luego -dijo el amigo.

-Luego -dijo Pirro- lo próximo que haremos será ir a por Macedonia; y después de eso, desde luego, lo siguiente será Grecia.

-Hecho lo cual -dijo el amigo.

-Hecho lo cual -interrumpió el rey- en cuanto hayamos terminado el trabajo, iremos a buscarles las cosquillas a los egipcios.

-Y una vez que les hayamos buscado las cosquillas- siguió el amigo.

-Entonces se las buscaremos a los persas -dijo el rey.

-Pero una vez hecho eso -insistió el amigo- ¿qué haremos después?

-Bueno, hombre, es difícil de decir, no me das ni tiempo para respirar; pero consideremos el caso en Persia, una vez concluido podemos coronarnos con rosas y pasar el tiempo amenamente con el mejor vino de Ecbatana.

-Ésa es una buena idea -replicó el amigo- pero, con permiso, me parece que eso lo podríamos hacer ahora, en el inicio de todas esas guerras tediosas, en vez de esperar a que finalicen.

-¡Cielo santo! -dijo Pirro- ¡si hubiese pensado en eso antes! Pero bueno, tú eres un conspirador, has descubierto una mina de felicidad. Muchacho, tráenos rosas y vino de Creta.



Thomas de Quincey, "Las sociedades secretas".


*Pirro el Epirota. Vid. Plutarco, Vidas paralelas, Pirro, XIV, 2-7.

2/24/2007

todos los caballos bonitos

1. Esa fotografía la tenía en borrador en Blogger desde diciembre. Escribí algo más ese día y preferí dejarla para después. La encontré en una página de fans sin ninguna referencia, ¿de dónde podrían haber sacado una fotografía de Nick Cave de niño?

2. Ayer en la tarde, después de subir la foto, volví a Chafimsa y volvieron a quedarme mal. Para quitarme el mal humor y aprovechar la vuelta me metí a la revistería La Posta a buscar la Rockdelux (la de septiembre del año pasado, recuerden que aquí llega con mucho retraso). Y ahí estaba, es la que tiene en portada a Lambchop y Yo La Tengo. Pero la crema iba dentro: entrevistas a Scott Walker y David Tibet.

3. Los temas recurrentes de estos días habían sido el Tibet y David Tibet, que no tienen ninguna relación en realidad. Lo del Tibet empezó porque llegó a la Casa de la Cultura la exposición sobre ese país (exposición que no he visto y no tengo planeado ver).

También esta semana mataron ahí por el Barrio Antiguo a un anticuario, viejo amigo de M, la dueña del Gargas. El ahora occiso era seguidor de las religiones orientales y le hubiera gustado mucho asistir al evento tibetano, pero se le atravesó un muchachito armado y ahora no podrá asistir a esa ni a ninguna otra exposición.

Por otro lado, Jorge el cantinero acaba de descubrir a Antony and the Johnsons y le han encantado. Así que he estado contándole de toda la gente que anda en torno a David Tibet o ha sido apoyada por él (Baby Dee, Six Organs of Admitance, etc). Y tómala, que en la semana del Tibet y David Tibet, aparece la entrevista con David en Rockdelux.

4. Lo que cierra el círculo es una referencia incluida al final de la entrevista, donde se recomiendan tres discos de Current 93. Es una reseña de All the Pretty Little Horses (Durtro, 1996). Ahí el crítico José Manuel Caturla escribe "... esta obra cuenta con la participación de Nick Cave en el hermoso tema que da título al disco. Conmovedoras (también reveladoras) son las fotografías de la niñez de Tibet, Cave y resto de colaboradores que aparece en el libreto interior".

5. Estoy al tanto, esto del blog es una burrada. Lo abrí para todo público cuando advertí que, de todos modos, sólo lo leen mis amigos. De un tiempo para acá, para no estar duro y dale con mis tormentas en vasos de agua, o con los discos que me dejan lelo, preferí escribir las partes de la cartografía (las coincidencias que quizá no lo son) y las cosas que pasaban en la barra del bar que tengo cerca. El resultado ha sido que cada vez las coincidencias pasan más por la barra del bar, y que, en general, las coincidencias son más frecuentes. Parece que a esa cosa que mueve los mapas le gusta que escriban sobre ella, aunque sean poquitos los que lo lean a fin de cuentas. Esto tendré que masticarlo, porque ayer volvió a pasarme algo que no ocurría desde hace unos diez años. Literalmente se me erizó la piel cuando leí eso en el artículo sobre David Tibet, uno de esos momentos en los que todo encaja y se presenta al mismo tiempo y uno no tiene maldita idea de cómo funciona, sólo lo mira funcionar. Y esa cercanía, y a la vez ignorancia, me mete miedo y también me entusiasma.

2/22/2007

new adventures in low-fi

1. El sistema de sonido en el Gargas no es nada sofisticado. Son cuatro o cinco bocinas, como las de cualquier aparato casero, distribuidas por varios cuartos. En la sala más cercana a la calle toda la música es monoaural, sólo se escucha un lado de la grabación.

2. Uno esperaría que en el año 40 y tantos después de Phil Spector los efectos de producción musical fueran más elaborados, pero en la práctica hay muchas canciones que dan su mejor golpe con el simple método de arrinconar un sonido: te lo retacan por un solo audífono o una sola bocina y acabas por no saber de dónde viene. Por ejemplo, cada vez que escuchaba "Paris and Rome" de Cranes en el walkman estaba seguro de que junto a mí pasaba una ambulancia.

3. Ahora bien, si en lugar del audífono tienes habitación completa (con pocos muebles y ninguna persona) y el sonido arrinconado es una voz, escucharás esa voz como algo independiente de la música, como si te hablara alguien que no puedes ver. La primera vez ocurrió cuando Jorge estrenó su recopilación de videos de la Warp. Escuchábamos claramente que alguien gritaba desde la calle "¡ya vámonos!" Fue hasta la tercera o cuarta repetición cuando descubrimos que el "ya vámonos" (si es que decía eso) era parte de la grabación.

Pero el premio se lo lleva una versión de "Wicked Game" de intérprete desconocido. Viene en un CD quemado que alguien dejó en la barra, sin lista de tracks. La voz se parece a Joanna Newsom, pero no, no hay ningún cóver de esa canción acreditado a ella. El caso es que al final, haciendo "coro", entran unos berridos desgarradores que se escuchan sólo en la sala cercana a la calle. Jorge pone ese disco cada vez que hay pocos clientes. La última vez un tipo comentó "qué ambiente se traen las viejas de allá, ¿verdad?".