2/17/2005

la maestra cardona y la carrera de pedagogía

Como la vetusta Morla, la maestra Cardona ya sabía todo.

Si no la conocen, puedo decirles que es una maestra bajita, de lentes, que debería haberse jubilado hace unos diez o quince años y sigue en la facultad. Conduce uno de esos trasatlánticos en cuatro ruedas que estaban de moda en los setenta, se está quedando sorda y a veces se le olvida que tiene que dar clase y llega una hora tarde. Su presencia en la facultad es más bien como la de Nick Casi Decapitado en Hogwarths.

En la primavera de 2001, junto al salón donde Cardona nos daba clase estaba un grupo de Pedagogía. Una tarde llegaron ahí los representantes de varias empresas para hablarles de un nuevo campo ocupacional para pedagogos.

Cuando terminó nuestra clase Cardona fue a buscar a unas alumnas de pedagogía para averiguar cuál era la mentada promesa ocupacional. Nos lo contó con estas palabras: "a estas muchachas les dijeron que las podían contratar como lavadoras de cerebros de empleados, y a ellas les pareció maravillosa la idea".

Con tanto pleito en la carrera de Filosofía no había reparado en lo que sucede con las otras de la facultad. Recién me entero que una de las nuevas acentuaciones de pedagogía será Recursos Humanos.

2/15/2005

el final de curve



La primer noticia que tuvimos de Curve provino de una fuente poco probable: una revista Guitar Player comprada por J. Los editores suspendieron por un momento su habitual idolatría al shredder y publicaron un artículo sobre la guitarra de texturas: Robin Guthrie, Porl Thompson, Kevin Shields... y Dean García de Curve. Sí, hay un abismo entre los primeros y este último, pero ustedes no se fijen. Además, cuando uno es joven e impresionable eso de cruzar la guitarra de texturas (la del shoegaze, caracterizada por acordes elementales y lentos) con la velocidad del pop épico, suena por lo menos interesante.

De la vista nace el amor: antes de haberlos escucharlos, fue la foto de Toni Halliday que acompañaba el artículo lo que hizo que nos grabáramos el nombre del grupo. El único otro logo que tuvo Murmujú, además del Sombrerero de Tenniel, fue el rostro de Toni encerrado en un círculo amarillo.

Algunas veces Curve lo consiguieron. Sobre todo en Doppelganger (1992). Pero a la altura de Gift (2001) ya no estaba muy claro que querían en este mundo. Esta semana anunciaron su disolución. Diez años atrás lo hubieramos lamentado, ahora no creo que se les extrañe mucho.