3/23/2017

canciones básicas

A comienzos de año me contaron que en un bar se estaban aburriendo de poner los mismos videos cada noche, y que tampoco tenían tiempo para andar seleccionando canciones, así que les preparé esta lista. El plan fue hacerla de un tirón, en orden (aproximadamente) cronológico y que tuviera cosas conocidas pero que aguantan bien el ser escuchadas seguido (según yo).

El comentario común con esa que canta Bobby Fuller es "pensé que era original de The Clash"; yo estaba peor: de adolescente la conocí con Mano Negra y pensaba que era de Mano Negra. El video de "Cloudbusting" siempre me ha gustado y lo emparentaba con la historia de Momo y los hombres grises; más recientemente supe que ahí Donald Sutherland la hace de Wilhelm Reich, usando su cañón rompenubes para hacer llover. Hace un rato repasé la lista para agregar algo de Aztec Camera, y para mencionarla aquí.

3/15/2017

radio, a estas alturas

Si hace dos años me hubieran preguntado qué cambios esperaba en el modo en el que accedemos a la música, seguramente hubiera respondido algo relacionado con Spotify o YouTube. A fines de 2015 incluso estaba probando equivalentes regionales de Spotify (como el pakistaní Patari).

No se me hubiera ocurrido que un tema relevante a comienzos de 2017 serían los programas de radio, que incluso habría programas de radio comentados como noticia y que su formato sería ligeramente distinto al tradicional.

Precursores: East Village Radio y BBC 6

El estilo de radio al que me refiero es idiosincrático al modo de la radio pirata; con música continua, al modo de las sesiones de DJs en clubes; con selecciones al gusto del programador, pero no necesariamente de un mismo género musical; con una idea de “música contemporánea” que puede abarcar varias décadas; y con un público global.

No surgió de un día para otro. Algo de ese perfil ya lo tenían en la década anterior estaciones como East Village Radio, originaria de Nueva York y que tuvo a Veronica Vasicka y Mark Ronson en su equipo.

Y también podía notarse en BBC 6 que, si bien tenía cortes, tocaba (y toca) cualquier cosa del último medio siglo siempre que parezca relevante a sus locutores, entre los que se encuentran varios músicos activos en ese período.

La continuidad: NTS y Red Light Radio

Ese perfil terminó de formarse en la presente década, en estaciones como NTS (de Londres), Berlin Community Radio (que está transmitiendo desde la Ciudad de México mientras escribo esto) y Red Light Radio (que transmite desde la zona roja de Amsterdam, de ahí su nombre).

Las tres tienen buenos programas, pero lo más interesante está en sus residencias temporales. La noticia en estos primeros meses del año ha sido NTS, con las sesiones de Sega Bodega y Lena Willikens.

Lena Willikens y Laurel Halo

Todavía a comienzos de siglo era visto como algo pintoresco que un DJ soltara un tema de película en su mezcla. Por ejemplo, cuando Jeff Mills pinchaba los créditos finales de Blade Runner (algo que ahora parecería hasta obvio). Sega Bodega lleva desde 2015 una serie mensual basada en música para películas, y en 2017 comienza con tres sesiones dedicadas a Studio Ghibli. La selección no es para un público particularmente devoto de Takahata y Miyazaki: Sega Bodega (nombre real: Salvador Navarrete) la usa como cualquier otro grupo de tracks interesantes.

Lo de Lena Willikens es un caso aparte. Cuando le pongan nombre a esta generación que reconfigura medio siglo de música y hace lo que le da la gana con él, la foto de Lena irá junto a ese nombre. Pasó un buen tiempo en Radio Cómeme mezclando electrónica primigenia con krautrock, synthpop, música concreta y músicas tradicionales; cerró 2016 con una sesión para NTS que gustó mucho en la estación y ahora la invitaron para una residencia de ocho horas, presentada en cuatro partes a lo largo de marzo.

¿Qué más buscar en esas estaciones? Recomiendo las sesiones que ha hecho NAAFI en NTS y en BCR, y las de Laurel Halo en BCR.

Red Light transmite en video desde su cabina y puedes dejarla de fondo durante horas; mis programas favoritos son Lullabies For Insomniacs y Future Vintage.

1/16/2017

austra - future politics

Hay un video de hace siete años que muestra a Katie Stelmanis en una biblioteca de Toronto. No se trata de un concierto luego de las horas activas de la biblioteca: Katie está tocando en un rincón del segundo piso y algunos de los visitantes la observan con atención, mientras que otros siguen buscando libros en los estantes o leyendo. Todavía faltaba un año para el primer álbum de Austra pero ahí ya había varias cosas claras: ella no necesita adornos, público o validación. Me la imagino cantando impecablemente para un par de gatos y una paloma en una azotea.

Si acaso se notaba que lo suyo venía de participar en coros y practicar piano, más que de clubes; de convertir esto en música de baile se encargó Maya Postepski. La combinación de estas dos es lo mejor que le ha pasado al synthpop desde aquel día en que Vince Clarke le preguntó a Alison Moyet si quería formar una banda.

Los intentos de críticos por emparentarlas con bandas de épocas anteriores, o de asignarles un tema único, han resultado infructuosos. Basta escuchar cualquier sesión de Maya como DJ para encontrar que su noción de música electrónica y de clubes es bastante maleable. En cuanto a Katie, creció en una casa donde lo que más se escuchaba era Kate Bush, y su disco favorito de adolescencia fue Vespertine; será difícil que alguien la convenza de que alguna idea es propia de la alta cultura y no puede funcionar en el pop.

Hay poco misterio en las cosas de Austra. Cuando preguntan a Katie por el origen de las canciones, responde a la primera que en alguna las palabras fueron escogidas por sonoridad y no por significado, o que otra fue una balada al piano por mucho tiempo y una tarde Maya la conviritó en una canción disco. Lo mismo pasa ahora con Future Politics, su tercer álbum. Katie explicó que éste había sido informado por su estancia en la Ciudad de México y por el Accelerate Manifesto, publicado en 2013 en Critical Legal Thinking. La nota de prensa de Domino Records lo describe como un álbum sobre esperanza radical (la misma expresión que usó Junot Díaz a fines de 2016) en tiempos difíciles.

Es su álbum más homogéneo, también el más mesurado. Durante las primeras escuchas el público no se ha decidido por una canción que despunte, como lo hacía “Spellwork” en Feel It Break (2011) o “Home” en Olympia (2013). Pero, a diferencia de Olympia, que cojeaba en su segunda mitad, esta vez casi cualquier canción podría tomarse como sencillo. Excepto las dos últimas: “Deep Thought”, que es instrumental y breve, y “43”, más sombría que la grabación típica del grupo (a su público mexicano no hace falta explicarle cuál es el asunto de esa canción y por qué suena así). Al final escogieron como sencillos (y videos) las canciones cuyos títulos aludían al plan entero del álbum: “Utopia” y “Future Politics”.

Austra - Future Politics (Domino, 2017) Bandcamp / Spotify / YouTube