2/25/2010

pantera de méxico



Las de la foto son mi sobrina Irene en su primer año de vida y Ludovica la Pantera de México (así la llamaba el Sr. Oportuno al pronunciar el Juramento a la Pantera). Hace unas horas se me ocurrió escribir por Twitter "Pantera, pantera de México" y esa red resultó ser un buen medio para el Cadáver Exquisito, Issa y Damián se unieron para completar el Juramento a la Pantera. El resultado:

Pantera, pantera de México
Legajo de nuestro héroes
Círculo de inmunidad
para nuestros cafres y nuestros caballos
Te prometemos ser simples fielders
A los indicios de abad y Alicia
Que hacen de nuestra panza
La ración insuficiente
Mundana y temblorosa
A la que empotramos
nuestra indiferencia

2/19/2010

rags to riches

Estoy convencido de que la creciente pobreza de símbolos tiene un sentido. Ese desarrollo tiene una consecuencia interna. Todo aquello en lo cual no se pensaba y que por lo tanto carece de conexión con la conciencia que sigue evolucionando se ha perdido. Si intentáramos cubrir el vacío que queda con aparatosos ropajes orientales, como hacen los teósofos, seríamos infieles a nuestra propia historia. No es posible empobrecerse hasta llegar a ser un mendigo, para posar después como uno de esos reyes hindúes del teatro. Creo que es mucho mejor reconocer decididamente esa pobreza espiritual de la falta de símbolos que simular una posesión cuyos herederos legítimos de ningún modo somos. Somos, sí, los legítimos herederos del simbolismo cristiano, pero de alguna manera hemos malgastado ese patrimonio. Hemos dejado que se desmoronara la casa que nuestros padres construyeron, y ahora intentamos irrumpir en palacios orientales que nuestros padres nunca llegaron a conocer.
C.G. Jung, Arquetipos e inconsciente colectivo.

cfr. The Love Guru (2008).

2/14/2010

hipatia, heroína del conocimiento y ahora del cine

Hace unos minutos terminó la entrega de los premios Goya en España. Ágora, la película de Alejandro Amenábar sobre la vida de la filósofa, matemática y astrónoma Hipatia se quedó con 7 goyas, uno menos que la gran triunfadora de la noche, el drama carcelario Celda 211. Ágora es una superproducción en inglés que recrea la Alejandría del siglo V, con la británica Rachel Weisz como Hipatia.

En principio desconfío de estas superproducciones "de época", porque gastan millones en recrear con CGI la antigua Roma o Jerusalén pero imprimen en sus héroes la corrección y los valores de nuestros tiempos. Así, el protagonista de Kingdom of Heaven (Ridley Scott, 2005) ejercía un liderazgo y una tolerancia deseados por el mundo post-industrial de aspiraciones democráticas, no por los cruzados, mientras que los espartanos de 300 (Zack Snyder, 2007) parecían más la línea ofensiva de un equipo de futbol americano, comandada por el quarterback Leónidas. Con todo y esa miopía histórica se pueden hacer films valiosos, pero anula los motivos para ambientar las películas en la antigüedad.

Ahora bien, ese mismo afán de dotar a los héroes del pasado de los valores contemporáneos podría jugar a favor de una biopic sobre Hipatia, una figura atípica en su época. En un lugar y tiempos predominantemente masculinos dirigía la escuela neoplatónica de Alejandría y cultivaba las ciencias, en la ciudad más cosmopolita y sabia del orbe (eso era una Ciudad del Conocimiento). Entre sus alumnos estuvo Orestes, el prefecto de esa región. Entre sus enemigos, el obispo Cirilo de Alejandría, a quien se culpa de inflamar los ánimos de la turba cristiana que la mató por ver en ella un bastión del paganismo.

Tampoco, como en otras biografías fílmicas, es inconveniente que se haya contratado a una belleza como Rachel Weisz para encarnarla. Según las crónicas de la época esta sabia era además guapa, y así ha sido representada en retratos imaginarios como los que hicieron Rafael Sanzio y Charles William Mitchell.

A Hipatia se le trata como una heroína del saber desde la Ilustración, pero en las décadas recientes su memoria ha sido preservada especialmente por el movimiento feminista y, en la cultura popular, por la dramática descripción de su vida que hizo Carl Sagan en su serie Cosmos. Sagan la presenta a ella y a la Biblioteca de Alejandría como símbolos de la lucha entre el saber y la ignorancia violenta.