10/16/2009

preferimos víctimas con nombre y rostro

El año pasado comentábamos aquí las diferentes reacciones de una sociedad cuando se le pide actuar en conjunto. Decíamos que cuando percibe una amenaza dispersa y sin responsables definidos, la respuesta tiende a ser dispersa.

Cuando se responsabiliza directamente a un individuo o un grupo de individuos, la sociedad tiende a cerrar filas para enfrentarlos, así sea en el nivel de la simple adhesión moral.

El jueves, por la mañana, la atención de todos estaba en una bebé que había sido robada de un hospital y un niño que supuestamente se había ido volando en globo. Ambos casos atraparon miradas y generaron tensión en poco tiempo. En cuanto se sabe que hay crías en peligro, reaccionamos como una eficiente manada en alerta.

Pero así como preferimos enemigos con nombre y rostro definidos, también preferimos, sin notarlo, a víctimas con nombre y rostro definidos.

Los mexicanos que estábamos la mañana de jueves al pendiente de esas historias, somos los mismos que a diario despertamos en un país donde 3 de cada 10 niños padecen desnutrición. Eso no parece quitarnos el sueño. Son una muchedumbre, una abstracción hecha de millones de nombres. Nos es más difícil sentir que ahí tenemos una emergencia.

10/09/2009

towers growing at night

"It´s so strange. You know? Since the quake."
"But they've built it all back now. Haven't they?"
"Sure, but they did it all so fast, mostly with that nanotech, that just grows. Eddie got in there before the dust had settled. Told me you could see those towers growing at night. Rooms up top like a honeycomb, and walls just sealing themselves over, one after another. Said it was like watching a candle melt, but in reverse. That's too scary, doesn't make a sound."

William Gibson, Idoru.

10/06/2009

pizza y yogurt

Hace años, cuando Juan Ángel estaba por irse a Xalapa, le comenté que yo recordaba sobre todo dos cosas de esa ciudad: la niebla cerrada que no deja ver nada por las noches y los negocios donde se vendía pizza y yogurt. Cuando él llegó allá dijo que de la niebla había desaparecido en los últimos años (del mismo modo que en Monterrey cada vez tenemos una temporada de frío más corta) pero que los expendios de pizza y yogurt seguían ahí.

No quiero decir que entre muchos otros productos vendieran esos dos. Eran locales pequeños, casi siempre un simple cuarto, donde no se vendía nada más que pizza casera y botes de un litro de yogurt. La idea no era que comieras eso al mismo tiempo, mucho menos que bañaras la pizza de yogurt. Sencillamente eso era lo que se vendía en tales locales.

Eso lo ví hacia 1999 y no había encontrado una explicación hasta anoche. Por motivos de trabajo estaba leyendo un manual de análisis sensorial para restaurantes, desarrollado por dos doctores cubanos. Cuando hablan de los patrones de consumo de alimentos ponen un ejemplo de su país: cómo el gobierno introdujo el hábito de consumir pizza y yogurt. Y parece que sí, que en los setenta (los años del subsidio de la Unión Soviética) se promovió precisamente el consumo de esos dos productos. ¿Un cubano introdujo esa combinación a Veracruz? ¿Quizá un jarocho que pasó un tiempo en la isla? No sería la primera influencia de la isla sobre las costumbres veracruzanas.