9/28/2007

la biblioteca de lucien


The Jessamy Brides, Virginia Woolf


The Jessamy Brides es una historia que sólo existió en la cabeza de Virginia Woolf durante algunos días de 1927. Era una fantasía sobre dos chicas que desde lo alto de una torre podían contemplar todo el mundo y diferentes tiempos.

Como Las olas, cuyo primer bosquejo no involucraba al mar, sino a unas polillas que entraban por la ventana al cuarto de Virginia, esas Novias de Jessamy se transformaron en Orlando, la criatura andrógina de larga vida inspirada en Vita Sackville-West (o la carta de amor más larga que se haya escrito, según Borges).

Con ello, la historia de las jóvenes vigías desapareció para siempre. Sabemos lo que pudo haber sido por lo que Woolf escribió en su diario en esa época.

Pero en cierta forma esa historia existió, incluso fue un texto invaluable durante los noventa. Al menos para mí.

Pensando que The Jessamy Brides era un libro independiente y terminado, no el gérmen de Orlando, y habiendo quedado fascinado por los apuntes de esa historia que aparecen en los diarios de Woolf, me di a la tarea de buscarlo en diversas recopilaciones, sitios web, foros y bibliotecas.

Cuando descubrí que no estaba incluido ni en sus Relatos Completos comencé a sospechar que estaba cazando un fantasma. Como uno es de luces muy cortas, eso ocurrió años después de haber leído el diario.


Two Figures by a Lake, Briony Tallis


Si preguntan a alguien que haya leído con atención Atonement, la novela de Ian McEwan, qué se cuenta en Two Figures by a Lake, cómo es ese relato, el interrogado podrá darles varios detalles, incluso decirles el estilo que posee, a pesar de que no está escrito en ningún lado.

Entre las dos pastas de Atonement caben varios niveles de ficción y diversos registros, pero su mejor toque, por inexistente, es Two Figures by a Lake.

Se trata de una novella escrita por Briony Tallis (protagonista de la novela), donde refiere el día en que se le concedió un atisbo del mundo de los otros. Que es también el día en que ella arruinó varias vidas, pero eso lo averigua el lector gracias a los demás capítulos de Atonement.

El lector sabe lo que Briony sentía y sabía a esa edad, que escribió esa historia y la envió a una revista literaria para que consideraran su publicación.

Además, por la carta que recibe de la editora, sabemos que ese texto de juventud es un monólogo interior y que la autora posee un talento inusual para su edad. Viendo las ambiciones de la chica, la editora le recomienda leer a Virginia Woolf y Henri Bergson.

La única línea de ese borrador que aparece como tal bien podría haber salido de una obra de Woolf: “the leonine yellow of high summer” (el amarillo leonado del alto verano).


La biblioteca de Lucien en The Sandman


En The Sandman (el cómic escrito por Neil Gaiman durante los ochenta y noventa) había un personaje, Lucien, que tenía bajo su custodia todos los libros soñados por los mortales, incluidos los que nunca fueron escritos.

Ahí aparecían títulos como Love Can Be Murder de Raymond Chandler, The Conscience of Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle y Alice’s Journey Behind the Moon de Lewis Carroll. Otros de los volúmenes preservados por Lucien eran sueños dentro de sueños: libros apócrifos citados en obras que sí habían sido escritas. Apócrifos para nuestro mundo de vigilia, no para Lucien. Imagino que su biblioteca cuenta con un par de buenos ejemplares de The Jessamy Brides y Two Figures by the Lake.

Intenté averiguar para esta nota la fecha exacta en que Virginia Woolf escribió en su diario sobre The Jessamy Brides. Al hurgar en mi librero descubrí que de los tres tomos que tengo de sus diarios, el único que he perdido es el que incluye las entradas de 1927.

Comencé a dudar de la anécdota. También de la fecha. En este momento ese tomo bien podría estar en la biblioteca de Lucien.

9/26/2007

la boa de ute lemper

Lo que dijo Ute Lemper de su propio atuendo, anoche en el teatro de la ciudad.

Esta boa perteneció a Marlene Dietrich, es antigua, olorosa... llegó hasta Angela Merkel, quien en una conferencia de las Naciones Unidas la regaló Condoleezza Rice, quien decía mucha mierda todo el día, pero por las noches se movía como una gata al ponerse la boa.

Cuando Condoleezza se aburrió de la boa dijo: "dejemos que una demócrata la use, sí" y se la pasó a Hillary Clinton, quien decía cosas lindas todo el día, pero por las noches se veía estúpida al ponerse la boa.

Así que la botó. La boa terminó en el mercado negro. Cruzó la frontera. La encontré en un mercado de Monterrey ayer.

¿La quieres? Déjamela sólo cinco minutos, la necesito esta noche.

9/19/2007

la lengua del fórum

Hace tres años, a propósito el Fórum de las Culturas en Barcelona, Rafael Gumucio publicó un artículo donde extraía su interpretación general de pequeños acontecimientos, instantáneas que decían más que una panorámica de lo ocurrido.

En una de ésas refería una conferencia traducida simultáneamente a varios idiomas, entre ellos el catalán y el de los sordomudos, pero no el español. A pesar de encontrarse en España, todos estaban en mejor situación para comprender aquella plática que él, un hispanohablante. A partir de esa escena absurda Gumucio explicaba que el quid de ese primer Fórum, más que los problemas globales anunciados en los folletos, era promover a Barcelona (que no a España) como la capital de la gestión cultural en el Mediterráneo. Un asunto de turismo cultural.

Las críticas a la pertinencia, administración y difusión del Fórum regiomontano que arranca mañana han salido de las más diversas bocas. En mi experiencia personal, son los taxistas los que se llevan el primer lugar como opinadores freelance al respecto. Lo que me llama la atención en este momento, ya pasados (o casi) los preparativos y todavía en espera de los hechos, son los problemas de traducción y comunicación que padece.

Uno de los primeros encuentros mundiales programados es el interreligioso, con la participación del Parlamento de las Religiones del Mundo. Todavía hoy aparece en su página oficial, cpwr.org, una invitación para la cita en Monterrey y un link a la página del Fórum 2007, con la aclaración “spanish only”.

Este error de los organizadores, invitar a visitantes de todo el mundo pero hacerlo sólo en español, ha sido corregido en últimas fechas (ahora el sitio está disponible en francés e inglés) pero ya es muy tarde. A un día de la inauguración los hoteles de la ciudad no tienen el lleno previsto y sólo entre un 15 y un 25 por ciento de los huéspedes son visitantes extranjeros. Y en Wikipedia hay más información sobre la siguiente reunión del Parlamento de las Religiones (Melbourne, 2009) que sobre la que está por ocurrir en Monterrey. Este problema no tiene ninguna justificación monetaria posible, el costo de traducir la página web era prácticamente nulo.

En el extremo opuesto, me comentan que al abrirse el nuevo paseo de Santa Lucía al público hubo una lancha, cargada de paseantes mexicanos y con un solo turista estadounidense, donde la guía comentó el recorrido únicamente en inglés. Ambos ejemplos muestran intentos de comunicación frustrados, pero a diferencia de la anécdota de Gumucio, donde puede interpretarse la ideología unidireccional del Fórum barcelonés, éstos envían un mensaje equívoco. “Queremos que se hable de Monterrey, pero no sabemos cómo hablar de Monterrey”.