5/06/2007

the smiths - there is a light that never goes out

Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada 7/7

Es una canción para tontos. En Trainspotting, la novela, el que compara un momento de su vida con esa canción es Spud. De ese tamaño.

No importa la fama que se haya hecho Moz de esquivo e iconoclasta, para gustar de sus canciones hay que bajar la guardia, ser todavía un poco adolescente, un poquito más trágico y un mucho ingenuo.

De nuevo por culpa de Pablo Flores, el Sr. Sagaz prefiere la versión de The Ocean Blue, que sólo fue registrada en un concierto: es más limpia y la voz menos melodramática. Con lo que va diciendo la canción la verdad que no hace falta subirle al melodrama.

Como quiera, la versión que recibe más respeto y la que cuenta es la original, incluida en el mejor disco de The Smiths (The Queen is Dead) y para la que hay un video de Derek Jarman donde sólo aparece un cuerpo semidesnudo bañado de luz azul, sobre el cual se proyecta un filme dorado.

Así que "There is a light..." ya tiene su tiempo. Está en el cancionero sentimental de miles de personas, y nuestro pasmarote Sr. Sagaz la tiene en el suyo.

Frente a los muchos momentos donde ha sonado como fondo y las múltiples ocasiones que la ha grabado para amigos, el día que quedó indisolublemente ligado a esa canción fue uno en que ni siquiera se escuchó.

Ya entrada la noche la chica lo invitó a subir a su coche, pero le advirtió que no sabía manejar bien, que era peligroso atravesar la ciudad con ella. El Sagaz, que no es tal, le preguntó si recordaba la letra de "There is a light that never goes out". Ella respondió que sí. "Pues eso", replicó él y tomó el asiento de copiloto.

No chocaron con ningún camión que acabara con sus vidas, pero no hubiera sido un mal fin. Por lo menos sí es el final de estas Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada.

5/04/2007

las arterias de ciudad conocimiento y su área metropolitana

Avenida José Vasconcelos
Filósofo mexicano que apoyó abiertamente al nazismo. Autor de la frase "donde termina el guiso y empieza la carne asada, comienza la barbarie" (La tormenta, 1936). Los bárbaros, orgullosos de su condición, lo homenajearon con esta avenida.

Avenida Eloy Cavazos
Famoso carnicero guadalupense. Ha anunciado su retiro más veces que Michael Myers y Freddy Krueger.

Avenida Alfonso Reyes, Calle Padre Mier
Los más ilustres hijos de esta tierra. Ambos hicieron todo lo que pudieron por permanecer lejos de ella.

Boulevard Díaz Ordaz
Ciudad Conocimiento honra al menos celebrado de nuestros ex presidentes. Su técnica, consistente en desvanecer las manchas de sangre con justas deportivas, es muy popular en la región.

Avenida Fidel Velázquez
Don Fidel representaba los valores más caros del cognocitadino: la constancia y la adaptabilidad (era capaz de conciliar el sueño en medio de estridentes ceremonias sindicales).

5/03/2007

bob dylan - things have changed

Cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada 6/7

Lo primero que pensó el Sr. Sagaz fue "pues Xalapa es un cachito de cielo en la tierra, pero su radio nomás no".

Luego se daría cuenta de que fue la radio del todo el país la que por esas fechas "nomás no" (y hasta ahora nomás no). Siempre hemos tenido un basural en la radio, pero en esos años se disparó el número de anuncios y se redujo monstruosamente la variedad de música al aire.

Para el momento en que el Sagaz entraba a la capital de Veracruz Llave, el único programa con un perfil definido en la radio xalapeña, distinto a las emisiones de todo el día, era Putumayo Global Radio, una hora patrocinada por un distribuidor local de ese sello de world music descafeinada. Es decir, no había un carajo.

No hay que malinterpretar. En Xalapa había mucha música que escuchar, simplemente no estaba en la radio.

Aunque no había ningún Mix Up o Tower Records a la vista, gracias a algún agujero de gusano en la ley de la oferta y la demanda en Mega y Chedrahui podías encontrar cosas de Stereolab o Human Drama, y de sus bazares sacó nuestro regiomontano expatriado discos de Philip Glass y Dead Can Dance.

Además, hablamos del momento de auge de Napster, ya con Audiogalaxy pisándole los talones. Música había y también había noches cargadas de niebla para tirarse panza arriba a escucharla. Pero el capricho era seguir haciendo antologías grabadas de la radio.

Así que aprovechando que trabajaba de noche (en la terminal del ADO Coatepec), este tipo se puso a rastrear las transmisiones de madrugada, intentando grabar al menos una hora rescatable.

Cada noche iba bajando sus estándares, hasta que alcanzó a llenar el caset. Lo único que realmente le gustó de esa grabación fue una de Bob Dylan que al parecer se llamaba "Things Have Changed".

Como no revisó su procedencia, se hizo la ilusión de venía en uno de sus discos antiguos, sonaba realmente bien. El maistro Dylan todo desencantado, diciendo "no se levanten caballeros, sólo estoy de paso; la gente está loca, los tiempos están raros, antes me importaba, pero ya valió".

Como un año después le llegó la noticia: la canción tenía un origen y destino nada elegantes. Era la grabación más reciente de Dylan, la había hecho para una banda sonora... y estaba nominada al Oscar.

Eventualmente lo ganó (el tipo ni se acercó a California, dio las gracias desde Australia), pasando por encima de Plucky Gudmundsdóttir, que lo había visto todo.

Pensar que tienes una canción favorita de Dylan y descubrir que se hizo por encargo y con éxito masivo. El caso es que sigue siendo de sus favoritas. Y sí, a partir de esos días las cosas cambiaron mucho.