6/13/2006

allegro (christoffer boe, 2005)

No del todo conscientemente, pero sí esperaba que Allegro se pareciera a Reconstrucción, la anterior película de Christoffer Boe y una que disfruté horrores.

En realidad, las imágenes de Allegro tienen todo el sello de Boe. También hay un protagonista cuya vida sentimental ha sido modificada por un hecho fantástico, lo que lo obliga a emprender una búsqueda. Pero las aspiraciones de esta nueva historia son mucho más modestas, desde su duración (88 minutos) hasta el tipo de conflicto que la ocupa: el pianista Zetterstrom no caza su vida futura, ni debe trabar una relación especial con alguien, sólo debe recuperar y aceptar su pasado.

Bueno, tampoco es poca cosa, menos si tu pasado quedó atrapado en un campo de fuerza en el centro de Copenhague, al que nadie puede penetrar si no conoce cuál puerta abrir y en qué momento. Toda esa parte me encantó, me recordó cosas de Las ciudades invisibles, también un cuento que leí de niño, "Ventana" de Bob Leman. Y la "intrusión" que cerca Central Park en Immortel, aunque lo de Boe es mucho más poético que la cinta de Bilal.

Si se resignan a que no será algo tan grande como Reconstrucción, encontrarán muchas bondades en este film. Dicen que a Boe, como a Winterbottom, ya le gustó probar géneros y que la siguiente será de terror. Suena prometedor.

Allegro se exhibe hoy en la Cineteca. Hay funciones cada dos horas, hasta las 22:00. Aquí puede verse el trailer.

6/12/2006

martha en la cuerda floja

Sin buscar en la red y sin preguntarle a nadie, no les puedo decir a qué se dedica Martha Debayle. Recuerdo que algunos años narró la entrega de los Óscares, y que tuvo un anuncio de shampoo (o tinte para cabello). Y ya. Vamos, que es alguien a quien no hago en el mundo y difícilmente asocio con algo concreto. Así que no tengo idea de qué hacía en un sueño que tuve la semana anterior. En realidad recuerdo muy pocos de mis sueños. Y de los pocos recuerdo poco.

Era de noche, en el centro de una ciudad que no parecía Monterrey. Más fácilmente calificaría como Morelia o Xalapa. La calle estaba llena de confeti y vasos de plástico usados, como después de feria. Yo estaba entre la multitud, observando el espectáculo en lo alto: un larguísimo cordón de alambrista, tan largo que sus extremos se perdían de vista. Por él caminaba Martha. No recuerdo su atuendo, pero sí portaba la varilla que usan los funambulistas para no perder el equilibrio. Más que asustada o tensa se veía triste, mortalmente triste. Llevaba heridas en las mejillas y los brazos, como hechas por espinas o alambres sueltos. O quizá alguien había subido sólo para lastimarla. Martha pasó sobre nuestras cabezas y siguió su camino. Entonces Santo Tomás me mordió un pie para recordarme que le diera de desayunar y el sueño se fue al carajo.

todo es lounge

"Todo es lounge (mi vida es Lynch)" apareció originalmente en Lujo y miseria (1998), la primera recopilación de Austrohúngaro. En aquel entonces la firmaron como Stardu, pero este año Manolo y Genís la incluyen en Algo cambió, el disco de rarezas de Astrud. Pensándolo bien, un disco de rarezas de Astrud debería equivaler a sus Obras Completas.

En Biarritz en nuestra lancha,
en London having our lunch.
Gente amable y elegante,
música suave, maquillaje.
Todo es lounge, menos mi vida,
mi vida es más bien Lynch

Muertes en la familia,
polvo en las estanterías
Cicatrices que maquillan
un pasado que ocultar.
Todo es lounge, menos mi vida,
mi vida es más bien Lynch.

En el club con los amigos
bailamos, nos reímos.
Un martini, Coca Cola, da igual,
ponme lo que esté de moda.

De regreso a casa en el buzón,
facturas y amenazas
junto con una invitación:
inauguran una nueva sala.
Todo es lounge, menos mi vida
mi vida es más bien Lynch.