5/06/2006

¿y mi gato?

Nuestro amigo Kevin comenzaba siempre con la misma frase: -¿Y mi gato muerto? -preguntaba. Varios años atrás, Kevin había salido de paseo con su gato. Había cometido la torpeza de no ponerle una traílla y el gato se había lanzado por la calle al encuentro de las ruedas de un automóvil. Cuando Kevin recogió los restos del animal, todavía vivía. Exhalaba una espuma sanguinolenta y lo miraba aterrado. A Kevin le gustaba decir: -El Día del Juicio Final, cuando sea llamado a comparecer ante el gran juez, les diré "aguardad un momento" y entonces sacaré al gato muerto de debajo de mi chaqueta. "Cómo lo explicáis", preguntaré.

Por entonces, solía decir Kevin, el gato estaría tan tieso como una sartén; sostendría al gato por el asa, o sea el rabo, y esperaría una respuesta satisfactoria.


Philip K. Dick, Valis.

5/02/2006

en construcción (josé luis guerín, 2001)

No creo que el carecer de narrador lo haga un documental más objetivo. Eso no existe, ni quién lo eche en falta. Pero es que incluso en las películas "de ficción" se agradece ese recurso: la ausencia de explicaciones gratuitas, que para eso tenemos las imágenes y las acciones. Lo sabe Wong Kar Wai y lo sabe Jarmusch.

Guerín espió durante tres años la demolición del barrio barcelonés El Chino, así como la posterior construcción de un moderno edificio de departamentos, y de esa prolongada exposición al cambio rescató momentos hermosos.

La gente que sigue su rutina entre grúas y poleas, como si nada ocurriera. El descubrimiento de esqueletos del siglo VI bajo los viejos cimientos: "que vives encima de los muertos y no te enteras".

La noche en que cada piso tuvo encendida una televisión, para ver la misma película sobre el antiguo Egipto. Y al día siguiente todos, adorables, hablaban como si hubieran estado presentes en la edificación de las pirámides.

El viejo que se lamenta de "los que se comen las uvas solas, estando tan bueno el vino", el otro que levanta cachivaches para presumirlos en el bar.

Los juegos de sombras en el edificio de enfrente. La pareja de junkies que pasan de la habitación a los escombros y de los escombros a la calle, sin dejar de reír por ello. Todo parece banal pero nada sobra. Como en la vida, dijo el otro.

La película tiene cinco años, pero recién se estrenó en Monterrey. Estará en la Cineteca hasta el próximo jueves.

mientras dormíamos

Uso la TV como despertador, así que casi todos los días abro los ojos con las noticias, y casi todos los días las entiendo mal, las mezclo o de plano cambio todo el contenido de la nota. Peligros de la duermevela.

La semana pasada escuché algo que parecía producto de una cabeza amodorrada. "El senado no puede estar decidiendo eso ahorita. Si lo estuviera haciendo ya se habría armado un desmáuser". Pero era cierto, estaban despenalizando la posesión de drogas para consumo personal. Con los exabruptos de los candidatos y las marchas de los migrantes se quedó en nota menor, incluso las reacciones en EU fueron tibias.

Por absurdo que parezca, en ninguna parte de la reglamentación anterior se establecía qué cantidades se consideraban como consumo personal. En cada detención aquello lo decidían los peritos a ojo de buen cubero. Así que esta es la primera vez que se determinan claramente las cantidades: "hasta 500 miligramos de cocaína... una pastilla de LSD, un kilogramo de peyote, 250 gramos de hongos, 25 de heroína, 5 de opio o 5 de mariguana" (El Norte, 28 de abril de 2006).

Hasta ahí está bien, la ley va sobre los dealers (se ampliaron las penas por posesión de cantidades para venta) y que cada ciudadano sea responsable de lo que se mete en el organismo. Lo que hay que revisar: médicos y policías entrevistados concuerdan en que las cantidades permitidas son muy generosas, los vendedores de poca monta podrían escudarse en esta nueva ley. Lo que huele a problemas: hay casos exitosos de regulación (no prohibición) del consumo de drogas, como el de Holanda. Pero su estrategia funcionó precisamente por que distingue entre drogas suaves y duras, y aísla a sus respectivos consumidores, mientras que la nueva ley mexicana considera a la heroína y la cocaína en el mismo paquete que la mariguana y el peyote.


Posdata del 4 de mayo. No fue: El Presidente Fox vetó ayer la ley que despenalizaba la posesión de cantidades mínimas de drogas, horas después de que autoridades estadounidenses se lo solicitaron.