4/28/2010

el making of de un mito

Tomado de Mircea Eliade, El mito del eterno retorno:

Poco antes de la última guerra, el folklorista rumano Constantin Brailoiu tuvo ocasión de hallar una admirable balada en un pueblecito de Maramuresh. En ella se habla de un amor trágico; el joven prometido había sido hechizado por un hada de las montañas y, pocos días antes de su matrimonio, el hada, celosa, le había arrojado desde lo alto de unas rocas. Al día siguiente los padres habían encontrado su cuerpo y su sombrero enganchados en un árbol. Trasladaron el cadáver al pueblo, y la joven llegó a su encuentro. Al ver el cuerpo inerme de su prometido entonó un canto fúnebre, lleno de alusiones mitológicas, texto litúrgico de una nostálgica belleza. Tal era el contenido de la balada. El folklorista, al registrar las variantes que había podido recoger, se interesó por la fecha en que había ocurrido la tragedia: le respondieron que se trataba de una historia muy antigua, que había ocurrido "hacía mucho tiempo". Pero, prosiguiendo su investigación, el folklorista averiguó que el suceso databa de cuarenta años antes. Acabó incluso descubriendo que la heroína estaba viva todavía. Fue a visitarla y escuchó la historia de su propia boca. En realidad era una tragedia bastante trivial: su novio, por un descuido, cayó una noche por un precipicio; no murió al instante; sus gritos fueron oídos por unos montañeses que le transportaron al pueblo donde falleció poco después. Durante el entierro, su novia, junto con otras mujeres del lugar, había repetido las lamentaciones rituales acostumbradas sin hacer la menor alusión al hada de las montañas.

Así habían bastado unos cuantos años para que, a pesar de la presencia del testigo principal, el acontecimiento se viera desprovisto de toda autenticidad histórica, para transformarse en un retrato legendario: el hada celosa, el asesinato del novio, el descubrimiento del cuerpo inerme, el lamento, rico en temas mitológicos, de la prometida. Casi todo el pueblo había vivido el hecho auténtico, histórico, pero ese hecho, en tanto que tal, no les satisfacía: la muerte trágica de un joven en la víspera de su boda era algo diferente a la simple muerte por accidente; poseía un oculto sentido que sólo podía revelarse una vez integrado en la categoría mítica.


Me gustaría recordar una mitificación (corrido, leyenda, etc.) sobre algo reciente. Lo más cercano que tengo es la película American Splendor: el director contó con ayuda del biografiado Harvey Pekar (hasta aparece frente a la cámara), pero aun así se cambia la historia de cómo terminó adoptando a una niña. La chica era hija de un colega de Harvey, pero no del dibujante de Our Cancer Year, como aparece en el film. Es sólo que contado así el relato liga directamente la cercanía de la muerte con el inicio de una nueva vida. "When the legend becomes fact, print the legend".

4/27/2010

historia con chivos y coyotes

Volviendo a nuestro gustado tema, el enfrentamiento con reptiles gigantes y catástrofes naturales, un caso reciente. Me dicen que los integrantes de una asociación local comenzaron a mirarse feo porque tienen opiniones encontradas sobre la construcción del nuevo estadio de futbol. No me referiré a la asociación y el estadio. Lo que me interesa es que eso sea un motivo para que la gente se mire feo.

¿Cuánto espacio ocupan un estadio y su estacionamiento? [25 hectáreas de espacio público, me aclara Juan Sordo en FB]. En contraste, cada año se expande la mancha urbana en toda dirección, decenas de nuevas colonias. Esas colonias no se construyen sobre páramos y dunas: por lo común ocupan terrenos que fueron de uso rural.

No lo digo con un código de uso del suelo, sino con los pelos de la burra en la mano. Bueno, de la chiva. Cuando mi familia llegó a Girasoles (Escobedo) todavía había gente que llevaba chivos a pastar en los terrenos sin construir de la colonia. Uno de los grandes momentos en la saga La familia Díaz descubre fauna fue cuando mi hermana, entonces niña, vio una fila de chivos frente a su ventana, con un macho cabrío barbado al frente. Sí, como en los créditos de Heidi.

Cuando llegamos a Ébanos (Apodaca) descubrimos que el Antiguo Camino a Santa Rosa dividía el mundo civilizado de la jungla: hic sunt coyotes. Por las noches los perros de la colonia peleaban con coyotes de las zonas boscosas. Los gatos no tenían tanto interés en defender la civilización, a veces se decidían por el lado salvaje y no regresaban. Los coyotes se marcharon hace años (su hábitat es ahora un supermercado) pero hasta la fecha puede verse en Ébanos, cercado por diferentes sectores de la colonia, un terreno donde se cultivan coles.

Esa parte de Apodaca también se usaba para cementerios. Nos consta que no pasa lo que en Poltergeist, nada de muertos reclamando tierras. Pero la historia es muy distinta con el agua. Si construyes donde en tiempo de lluvias se formaba un riachuelo, al riachuelo le valen tus esfuerzos urbanísticos y sigue pasando por entre las casas en la temporada de lluvias.

Todo esto pasó y seguirá pasando. Si sólo el 15% de la población del estado vive fuera del área metropolitana tiene que seguir pasando. Vamos a poner más casas en donde pastaban los chivos y acechaban los coyotes. Si esto afecta más espacios y no tiene final a la vista, ¿por qué lo que enciende ánimos y enfrenta a antiguos amigos es el espacio que ocupará el estadio (una modificación delimitada, pues)?

Porque en lo del estadio hay culpables definidos: la directiva del equipo de futbol, la empresa dueña del equipo, etc. Hay una ballena blanca a la cual arrojar los arpones. Mientras que el crecimiento de la mancha urbana lo hemos hecho entre todos. Hay que vivir en algún lado y el resto del estado son pueblos fantasma. Muchos tendrían que haber creado muchas cosas (trabajos, escuelas, vivienda, entretenimiento, etc) en municipios alejados de la capital del estado para que ésta dejara de crecer innecesariamente. Es más fácil atacar a la ballena blanca. Y pelearse por quién le lanza el arpón y quién no.

4/19/2010

battlestar galactica

Dicho lo anterior (que el final de Battlestar no tiene gracia) agrego que sí, es la mejor serie de CF que haya visto. Nunca me gustó del todo que unos personajes pudieran revivir, ni ese Deus ex machina (dios adorado por las máquinas en este caso) que metía mano para que se cumplieran las profecías. Le restaba importancia a las acciones de los peronajes, pero tampoco eran ocurrencias de última hora, eran premisas de la historia. El televidente ya sabía, sobre todo a lo largo de las temporadas tres y cuatro, que en la conclusión ambas cosas iban a pesar.

1. Desde el principio tuvo una sola dirección. Los humanos sobrevivientes de las 12 Colonias se fueron a buscar la Tierra. La historia termina cuando comienzan a habitar la Tierra. Era tal la atención a esa línea argumental que las películas (Razor y The Plan) abordan los mismos acontecimientos, desde la perspectiva de personajes de los que sabíamos poco en la serie. Todos tienen su propia voz y sus propios motivos.

2. No hay secretos inútiles. Una forma barata de crear tensión es mostrarlo todo como lo vería un ojo omnisciente y ocultar arbitrariamente aquello que daría la clave de la historia. En Battlestar la única forma de que el espectador no supiera algo era cuando ninguno de los personajes lo sabía, como en el caso de los Últimos Cinco cylon: ni los Últimos Cinco sabían que ellos eran.

3. No depender del amor romántico. Otra forma barata de crear tensión: mantener en vilo una relación o la posibilidad de una relación amorosa. A lo largo de la trama se forman parejas, simplemente ocurre, su posibilidad o su continuidad no está ahí para crear expectación. Si resulta que tu amorcito era un cylon, entonces hay problemas, pero derivan de eso, de ser un frakking cylon (para el que apenas vaya llegando, en las 12 Colonias fuck se dice frak).

4. Esta gente come, vive y parrandea. Las batallas entre vipers y cylon raiders no lo son todo en la vida. Hay televisión de entretenimiento, música (en un capítulo usan "Metamorphosis 1" de Philip Glass), grilla, fiestas, etc. A veces el principal problema es encontrar alimento o combustible, y el que lo encuentra es un héroe, igual que si hubiera ganado un combate.

5. Santos o villanos, ninguno. El almirante Bill Adama llevó a todos a buen puerto, pero también fue el que rompió la tregua con los cylon en principio. Baltar no sabía que por andar de chiflado iba a comprometer a toda la humanidad (y tampoco dejó de andar de chiflado). Cada rebelión es armada por individuos que se sienten traicionados por sus guías. Ataca el que teme no sobrevivir si no ataca.

Es una historia completa, con buen ritmo y personajes complejos. Un drama moldeado sobre el esqueleto de una space opera sin los vicios de la space opera. No entiendo cómo consiguieron financiarla, el proyecto debe haberse escuchado de lo más bobo.

Este año inició Caprica, serie que cuenta la vida en una de las 12 Colonias durante la creación de los cylon. Es un híbrido de varios géneros de ficción y un gran patio de juegos: físicamente Caprica City podría ser Nueva York, pero las tradiciones y formas de convivencia en ella son muy otras. Podría cambiar varias reglas del juego en las series de TV o ser cancelada tras la primera temporada.

4/16/2010

dejen a los robots tomar el sol

Terminé de ver Battlestar Galactica ("la serie reimaginada", como dicen los fenómenos que recuerdan la Battlestar original). Resumiendo: la humanidad es casi aniquilada por robots que parecen humanos, los sobrevivientes son cazados por toda la galaxia. Tanto los humanos como los robots viven a diario al borde de la guerra civil. La gente se emborracha o se hace fanática religiosa para aguantar esa vida de tensiones. Varios humanos descubren que en realidad eran robots, o que cogían con robots. Al final, humanos y cylon (así se llaman los robots) hacen las paces y se van a vivir todos juntos a un lote baldío con restos de radiación. Es como fugarte de Guantánamo para acabar en un Infonavit de Chernobyl.

A Ronald D. Moore no se le ocurrió aligerar un poco el tono de Battlestar sino hasta el último capítulo. Resulta que además de humanos y cylon había ángeles en el equipo. En la última escena, antes de que suene "All Along The Watchtower", los mensajeros que se aparecían a Baltar y Cáprica 6 tienen una conversacion como las que George Burns tenía con George Burns en Oh, God! You Devil. En ese mismo capítulo, después de unos ochenta episodios en el interior de naves espaciales, ves a los personajes caminando sobre la hierba y tomando el sol, rodeados de fauna tan salvaje como benigna. Parece Atalaya.

Me recordó el final que le pegaron a la primera edición de Blade Runner. Luego de dos horas de replicantes acechando en una ciudad húmeda y oscura, para que el público no saliera demasiado malviajado del cine les endilgaron una escena de Deckard y Rachel por la carretera, bajo un sol esplendoroso. Es que esos pobres robots ya sufrieron mucho, déjenlos tomar el sol.

Por cierto, todo lo anterior son spoilers. Ya les avisé. Y ahora mi versión favorita de Blade Runner es ésta.