1/09/2008

proud brothers y otras noticias

Esta noche vuelven a las andadas los Proud Brothers (Arturo y Puni). Podrán escucharlos en unaradio.com.ar cada miércoles a las 7:30 pm.

Conciertos que andan sonando: cuenta Puni que Sr. Chinarro podría caer al Garage en Febrero. El Aura anuncia el regreso de Jessie Evans (ver video de su visita anterior) este 17 de enero y a Stereo Total para Marzo. Y por todos lados promocionan lo de Dylan en la Arena para el 29 de febrero (el ñor ocupaba un año bisiesto, para no sentir que estaba malgastando un día en Monterrey).

1/07/2008

"sr. presidente, no tengo ningún motivo para rechazarlo"

A partir de febrero podremos decir que tenemos entre nuestros discos el álbum de una Primera Dama. No es tan raro como podría parecer: Carla Bruni ya está podrida en dinero, es bella, inteligente y talentosa. Lo único que le faltaba era poder político. Sarkozy y la carabina de Ambrosio: la que está a punto de dominar el mundo es ella.

Y claro que los franchutes detestan la situación: imaginen que aquí despertarmos con la novedad de que La Jornada y Cosmopolitan tienen exactamente los mismos rostros en portada. Ya no hay moral, oiga.

arracheras de otro mundo

Es el slogan del restaurante El Asadero de Maussán. Es neta.

Después de que los extraterrestres se la pasaran secuestrando y mutilando nuestro ganado, ya era hora de que un terrícola hiciera lo mismo con las vaquitas de las Pléyades o Sirio.

1/04/2008

historias de un pendejo

“Una sociedad en que cada uno es esclavo de todos apenas es mejor que aquella en que cada uno es esclavo de un déspota” Bertrand Russell, Autoridad e individuo.


1. Durante el 2007 me llamaron pendejo dos veces. Bueno, seguramente ocurrió más veces, pero estoy contando cuando lo hicieron desconocidos, y en mi carota. Dirán que eso no es ningún récord, que hay gente que recibe más ofensas en un solo día, pero sucede que no soy árbitro de futbol, no conduzco ningún vehículo y tampoco soy padre de adolescentes, así que lo considero toda una hazaña. Y una perspectiva bastante triste, porque en ambas ocasiones merecí ese calificativo por negarme a tomar dinero ajeno.


2. La primera vez ocurrió en un cajero automático. Encontré una tarjeta dentro del aparato, pidiendo a beeps ser usada o extraída. La saqué y me asomé a la calle para buscar al dueño. Sólo encontré a un anciano que hacía fila detrás de mí, quien me preguntó qué pasaba. “Nada, dejaron una tarjeta dentro del cajero”. “¿Y estás buscando al dueño?” Torció la boca y masculló la palabra. “Pendejo”. No dijo más, pero su expresión podía traducirse como “me la hubieras dejado a mí”.

La segunda fue en un puesto de hamburguesas. El encargado era nuevo y estaba hecho un lío con las cuentas: me dio el cambio de un billete de 200 cuando yo le había dado uno de 100. Se lo hice ver y le devolví lo que le correspondía. El tipo sentado a un lado de mí volteó y, sin dejar de masticar su hamburguesa, me escupió un “pinche pendejo”.


3. Olvídense de los funcionarios acusados de peculado, del criminal perseguido en varios países, del prestamista alevoso. Cualquier hijo de vecina piensa igual que ellos: “hay que tomar todo lo posible”. Lo curioso es que esos mismos hijos de vecina piden que rueden las cabezas de los funcionarios, criminales y prestamistas alevosos. Me consolaría pensar que me han tocado malos casos, que una encuesta amplia arrojaría otro perfil de nuestros coetáneos, pero es difícil albergar esperanzas.

En el 2006 se realizó la Encuesta Nacional sobre Lectura: los índices de lectura descubiertos no tenían nada sorprendente, las excusas fueron lo interesante. La mayoría de los mexicanos dijo no leer por carecer de tiempo, pero afirmó que los demás no leían por flojos. “Yo tengo motivos, los demás están mal”. Hasta ahí llega la cohesión de nuestra sociedad.

Decía Russell que en tiempos de paz podemos permitirnos odiar a nuestros vecinos, que en la guerra nadie puede darse ese lujo. No es posible no amarlos, todo mundo se siente unido frente a un mal mayor. Guerra no hemos tenido, pero durante las catástrofes climatológicas de los últimos años hemos visto cómo son saqueadas las casas abandonadas, y cómo provisiones recolectadas terminaron acaparadas por caciques locales. Hasta ahí nuestra cohesión frente a la adversidad. Imagino que a los ojos de esos caciques los que recolectaban los víveres eran sus pendejos.

4. Lo ingenuo sería pensar que esta situación es particular de nuestro lugar y tiempo. Lo cierto es que este gandallismo ha ido y venido por toda la historia de la humanidad. Por lo pronto, mientras sonaban las primeras campanadas del 2008, pedí tres deseos: quiero aumentar de peso, permanecer soltero y, sobre todo, seguir siendo un pendejo. Y espero que ustedes también.



Encuesta Nacional de Lectura 2006 (¡Eso respondieron, en serio! Ver páginas 43 y 45).

él recuerda lake tahoe

1. El primer día de 2008, hacia las 10 de la mañana, el Sr. Sagaz se tambaleaba de regreso a casa. Hacía un frío cortante, pero sin viento, lo que ayudaba a crear la sensación de que todo estaba suspendido. Las calles desiertas, los muros demasiado blancos, los colores muy bien puestos. Una ciudad recién lavada. La única criatura vivente era un voceador, en Zaragaoza. "Hoy cuesta 12 el periódico, porque es día primero". Sólo por ser el único ser viviente a la vista, sólo por ser primero de enero, sólo porque costaba 12 pesos y no diez, el Sagaz compró el periódico.

Se sentó en un inútil parabús (inmaculado, como recién hechecito, como todo ese día nuevo de año nuevo) para hojear el periódico. Sorpresivamente, la sección de espectáculos mostraba como la gran esperanza de 2008 a la nueva película del director de Temporada de Patos. El hombre, Eimbcke, aparecía sonriente, un poco avejentado desde la última vez que apareció en los periódicos. La nueva película se llamaría ¿Te acuerdas de Lake Tahoe?


2. Volvamos a las noticias de duermevela. El miércoles había que volver al trabajo. 2 de enero. No hay clases, pero hay que ir a la Biblioteca. El Sr. Sagaz despertó con una noticia sobre el frente frío que tiene paralizado el país. Por la pantalla de la TV pasaron corresponsales y ciudadanos de diferentes estados de la república. Un anciano hidalguense afirmó "¡Nieve! Hasta hay nieve, como si fuera Estados Unidos, parece Lago Tahoe".